El baile celestial

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Me senté con Barnaby y Rowan en el tren, y después cuando llegamos al castillo Charlie me tomó del brazo y me sentó en la mesa de Gryffindor entre él y Bill. Charlie estaba emocionado por el libro de dragones que le había prestado durante el verano, y nadie más que yo aparentemente estaba dispuesto a escucharlo, a mi me parecía interesante, pero Bill se veía fastidiado. Tanto que paró su hablar poniéndole un pan en la boca a su hermano y llamando mi atención para cambiar de tema.

Los meses pasaron y pronto cosas empezaron a suceder con cada vez más frecuencia; como por ejemplo tener a Barnaby y Charlie a cada lado mientras comía en la mesa de Ravenclaw, que estudiara con ellos en lugar de mis compañeros de casa, que ocuparan el lugar a mi lado en las clases que compartíamos. Los únicos momentos donde no estaba rodeada por ellos eran mis investigaciones de las bóvedas malditas y ese tiempo regularmente lo compartía con Bill y Penny. Ambos últimamente hacían un trabajo fenomenal a la hora de guardar los secretos de nuestro pequeño grupo, ni Bill ni Penny querían involucrar a nadie más.

A Barnaby me unió en un principio el sacrificio que hizo por mi, no cualquiera te protege convirtiéndose en un escudo humano, pero nuestra amistad se reforzó durante el verano. A Charlie... Bueno todo comenzó con la insistencia de su madre por juntarnos, era divertido. Charlie y yo nos tomábamos fotos y se que él se las enviaba para que no le molestará tanto. Y si bien era una razón tonta para ser íntimo con alguien, no fue todo. Charlie me hacía feliz, no sé si puedo explicarlo, pero descubrí que estar a su lado me ponía de buen humor, simplemente era su presencia la que me hacía tener esa reacción, era un elemento positivo que le hacía falta a mi vida con urgencia. Y bueno, nos hicimos casi los mejores amigos.

La palabra secreta es "casi". Mi mejor amigo era Bill, por mucho que quisiera no podía cambiarlo, no después de todo lo que hemos pasado. Aún si estar a su lado hace que me duela el corazón.

—¿Hay alguien que te guste?

André podía llegar a ser muy entrometido cuando quería, la información sobre quién me gustaba la prefería guardar en secreto. No imaginaba la vergüenza que podía llegar a sentir si todo el mundo se enteraba, por como corrían los chistes en Hogwarts... No, prefería guardar el secreto por ahora.

—No hay nadie que me guste de esa manera todavía.

—La mayoría comienza a tener citas en su cuarto año. Solo digo, que si te gusta alguien es buen momento.

—¿Ahora también eres un gurú del amor?

—¿Y por qué no? André, gurú del amor, estrella del Quidditch y rey de la moda suena increíble. ¿De verdad no hay nadie que te guste?

—No tengo ningún nombre que darte.

—Lastima. Pero supongo que tiene sentido, eres la rompe maldiciones famosa, alguien como tú tardará en enamorarse.

—¿Por qué lo dices?

—Obviamente tienes que encontrar alguien a tu nivel. Ya sabes... yo por ejemplo —ambos nos  reímos por su pequeña broma, y solo pensé en que ojalá fuera así—. Promete que si yo soy tu primer amor me lo dirás.

Si André me gustará mi vi vida sería más fácil. Desde luego eso no iba a pasar, era un todologo y un partido excelente, pero no era para mi.

—Lo prometo.

Después me regaló un abrigo, André era muy amable, siempre tenía ropa para regalarme y por mucho que pareciera que le gustaba, sabía que no era así, y mejor para mí, los últimos días había sospechado ligeramente que le gustaba a Mérula y esa ya era suficiente presión para toda una vida.

Estaba entrando a las etapas más difíciles de la pubertad, con todo incluido, teniendo un amor que no era correspondido, y probablemente tener la mala suerte de gustarle a mi enemiga mortal... No es que Mérula tuviera algo de malo, pero no era muy alentador que lo único a lo que podía aspirar era a una chica gruñona que siempre tenía insultos preparados para mí. A pesar de mi cambió durante el verano seguía sin gustarle a nadie, así que comencé a pesar que la imagen de la que me había enorgullecido en el espejo, solo estaba en mi imaginación.

El Camino Hacía TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora