Un joven solitario e inseguro, empieza un nuevo camino de sentimientos amorosos por alguien de su mismo genero el cual deberá luchar por este mismo...el miedo de que le arrebaten a su Alma gemela...
Este como siempre volvía borracho, con ese olor que podía distinguirse a cierta distancia.
- volviste temprano... amor- dijo la madre.
Normalmente el padre volvía a altas horas de la noche. El Moreno no sabía que hacer o decir, simplemente lo seguía con la mirada.
- eso importa mujer, solo dame algo de cenar - dijo este con una mirada de desagrado en su mujer.
Nicolás simplemente estaba horrorizado, presenciando la escena en silencio.
Odiaba a su padre, siempre en la noches escuchaba que discutían los dos mayores desde su habitación.
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La noche pasó rápido, Nicolás agradecido de que no pasó a mayores, con la presencia de su padre.
El cual en la mañana no estaba, simplemente se había ido a "trabajar", eso era lo que le decía su madre.
Solamente decidió hacer su rutina, desayunar e irse hacia la prepa.
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Gab ya estaba en la prepa, recorriendo esos inmensos pasillos hasta llegar a su casillero.
Ya en su casillero encontró una nota en este.
Hola... nose si me recordaras, soy la chica que pediste aquella vez pediste mi ayuda. Pero luego te fuiste, juntémonos en el receso... Atte: ???
Gabriel estaba confundido, por qué aquella chica querría volver a verlo, después de que se retirara así sin más.
El no sabía que hacer si ir o no. Sorpresivamente alguien lo había sacado de sus pensamientos.
Era Nicolás que le estaba observándolo con detenimiento.
- Hola marica, ¿qué lees? - dijo este a la vez quitándole de sus manos aquel trozo de papel.
- D-devuelmela - dijo el pequeño e indefenso Gabriel. Era indefenso contra el.
Gabriel ya sabía que Nicolás tenía una muy mala reputación, así que era preferible no hacer nada, almenos que quisiera tener un ojo morado en su rostro.
- ahg, aquí tienes, en total es un estupido papel - dijo este mientras le hacía un bollo al papel, que luego terminó golpeando la cara del otro joven.
El moreno simplemente se dio media vuelta, dejando solo al joven. Justamente la campana para entrar a clases había sonado.
Gabriel solo volvió a tomar del suelo el trozo de papel que había lanzado el moreno a su rostro, la cual el trozo terminó en el suelo.
Termino dirigiéndose a clases antes de que tenga una llamada de atención.
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Luego de las largas horas de clases interminables, el joven ya estaba en la hora del receso.
Debía juntarse con aquella joven y disculparse, pero en la carta no especificaba donde era el encuentro. Así que solo opto por irse al patio donde siempre iba.
Aquel lugar donde tuvo aquella pesadilla de cuando era niño y aquel moreno lo vio llorar, sorprendentemente no le había dicho a nadie de lo ocurrido.
Gabriel sintió que alguien le habia tomado de la muñeca, al girarse vio que era la joven de cabellera castaña.
- ¡Hola!, recibiste mi carta cierto? - dijo ella con una sonrisa amplia en su rostro.
- eeeeh, si si... - dijo este sin más, ¿que podía decirle?, debía disculparse por lo de aquella vez o preguntarle cuanto antes su nombre.
Gab no sabia que hacer, además le hacía sentir muy nervioso que la joven lo sostenga aún de su muñeca, juntando la demasiado al cuerpo de esta.
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Hola soy la pinche creadora de esta historia, media rara.
Por petición de una amiga, decidí dejar el capítulo hasta aquí.
Espero que les esté gustando por donde estoy sobre llevando la historia. Doy las gracias para los que les esta gustando. :3
Por último mando un saludo al grupo Berenjena, porqué si no fuera por ellos no estaríahaciendo esta historia.
