Teaching Feeling: como calentar tu alma

Capítulo 3: Te ves...

Sylvie llevaba varios días conmigo, una semana...creo
El único entretenimiento que podía proporcionarle era unas cuantas hojas de papel y lápices para que dibujara, pude darme cuenta que le gustaba dibujar flores y aves

Su peso subía constantemente, valla ya no podía ver sus costillas tan marcadas, pero aún era insana mente delgada
Siempre que despertaba Sylvie estaba en la sala, barriendo...pero un día salí y ella miraba por la ventana

Me di cuenta de que no había salido de casa desde su llegada
-- Buenos idas, Sylvie –

-- Ah!, B-buenos días, Amo –

-- Lamento asustarte –

-- No se disculpe, Amo
Yo estaba distraída –

Así que pensé que deberíamos salir juntos un rato para variar
Vivimos en una casa en el bosque, cerca de un pequeño pueblo, se puede llegar a pie en 10 minutos así que nada nos impedía ir
-- Sylvie, hoy descansaré, así que...que tal si salimos de compras, ya nos hacen falta algunas cosas –

-- Y-yo?, ¿salir con usted? No le preocupa...que lo vean con una fea esclava –

-- Claro que no...no eres una fea esclava, ¡Sylvie!, cuando acabemos de prepararnos nos iremos—

-- Lo que ordene, Amo –
Realmente no nos tardamos mucho en prepararnos para salir, pero se podía ver el nerviosismo de Sylvie ante mi decisión de salir con ella deteniéndose antes de salir por la puerta

-- A-amo, enserio no creo que sea una buena ida que yo salga con usted, las personas del pueblo podrían ju... –

-- Sylvie, lo que la gente del pueblo diga importa muy poco, vamos –

-- Como usted dese, Amo

Durante el pequeño tramo de bosque que teníamos que cruzar para poder llegar al pueblo, Sylvie se veía un poco tensa ella iba algunos pasos delante mío, así que podía verla sin problemas, pero a pesar de su evidente nerviosismo, Sylvie se veía algo emocionada, creo que pudo haber tenido un brillo en sus ojos regularmente sin expresión, constantemente volteaba a ver al cielo

Cuando una ardilla se apareció delante nuestro ella se detuvo por completo, no sé si era miedo o curiosidad, pero aquel acto me causo tanta ternura haciendo que soltar una pequeña carcajada avergonzado a Sylvie

-- Calma, es inofensiva se alejan cuando nos acercamos, no tienes de que preocuparte –

-- N-no estoy asustada, Amo –

--Claro--le dije soltando una ligera carcajada. Cuando por fin llegamos al pueblo era evidente que el nerviosismo de Sylvie aumentaba, ya no miraba a su alrededor solo miraba al piso encogida de hombros

--Mira sus cicatrices--
--Pobrecita--
--¿Está sola? --
--¿Por qué solo lleva puesto eso tan deteriorado? --
--¿Dónde están sus padres? --
--Es tan delgada, parce que se va a desmayar—

Susurraron, o al menos eso intentaban
Las personas no lo hacían más fácil, a mí no me importaba, pero a Sylvie...
-- (¿Sola?) -- me pregunté
En algún momento ella se separó de mí, no pude notar que ella estaba ya varios pasos detrás

--Sylvie, ¿Que haces? Apresurarte, no te apartes tanto—

--Discúlpeme, Amo—

--¿Ese es el doctor? —
--Oh, ¿esta con el doctor? --
-- ¿Amo? --
--Ella le dijo Amo --
--No pensé que el doctor fuera esa clase de persona--
-- Él le habrá echo eso? –