Capítulo extra: No llores PT.1

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Un día desperté. Era una mañana normal, en mi habitación normal, de lo que pensé que sería un día normal... No puede estar más equivocado en toda mi vida... Pero ¿Como predecirlo?

Cada día es un manojo de posibilidades infinitas, impredecibles. Un día puede ser el primer de tu vida o también el último, un día puede ser el más hermoso o el más horrible, en un día puede ocurrir el mayor milagro o la peor tragedia.

Un día da y quita. La vida da y quita, ahora lo entiendo, pero era joven, un simple mucho estúpido... pero de nuevo ¿Como predecirlo? ¿Pide haberlo previsto? Yo ya sabía cómo era el, y aún así la dejé sola, fui descuidado, arrogante y eso no cavó mi tumba si no la de ella...

Repito. Un día desperté, me vestí y baje al comedor, mi madre y su sirvienta preparaban la mesa

-- Buenos días, Thomy --

-- Buenos días, Madre --

-- Sientate, el desayuno estará pronto --

Me senté y pude ver a mi Padre leía, o bueno... Lo intentaba.

Todos los días el salia a beber, no regresaba hasta ya muy tarde en la noche, sabía que tenía una resaca del demonio, así que, tome la el pequeño cuchillo que Diana, la sirvienta, había puesto frente a mi y con el puro ánimo de molestarlo lo golpeaba contra el bazo de cristal, el ligero pero agudo chillido lo enloquecía, era divertido verlo

-- Deja esa mierda --

-- ¿Eh? --

Mientras una ligera riña comenzaba entre el y yo, Diana y mi madre traían el desayuno, pan, queso, huevos hervidos y pescado ahumado. ¿Para beber? Café

-- ¿Dejar... que exactamente? -- sabía exactamente qué y lo seguía haciendo

-- Deja de hacer ese maldito sonido --

Yo por supuesto seguí -- ¿o...? --

El se levanto enfurecido, al mismo tiempo mi madre se sentó

-- Thomy, ya basta por favor --

-- Claro -- y lo hice, ¿por que? Que una mujer controlará a su hijo mejor que el lo volvía totalmente loco
Se sentó y comió, poco después comenzó a renegar, como un niño

-- ¡¿Como es posible que le hagas caso a esta estúpida mujer?! ¡Yo soy el hombre de esta casa! --

A mi madre no le gustaba que discutiera con el, así que sólo lo dejaba ladrar como el perro pulgoso que es.

Comió y se levanto de la mesa, fue directo al pórtico,tomo su abrigo y se fue. Seguramente al bar o al prostíbulo... Como siempre

Mi madre ya llevaba el desayuno a la mesa

-- Thomy ¿quieres acompañarnos al mercado? Compraremos algunas cosas y tal vez sean demasiado pesadas para nosotras --

-- Claro que si, madre --

Teaching Feeling: como calentar tu almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora