Sɪ ᴇsᴛᴜᴠɪʀᴀs ᴇɴ sᴛʀᴀʏ ᴋɪᴅs

🥀75🥀

Si estuvieras en Stray Kids
Continuación del capítulo anterior

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Los dos entraron a la empresa entre bromas y empujones. Han habló con Chan para arreglar lo sucedido, cual resultó un éxito, ya no habrían más peleas

Se quedaron toda la noche escribiendo canciones entre los tres y debes en cuando Han y Alexa se miraban con una linda sonrisa, sus ojos brillaban y tenían esa típica mirada de imbéciles adolecentes enamorados, cómo en las estúpidas películas de romance

—¿Que les parece esto? —Chan toco una tecla de su computadora dejando escuchar una muy bailable melodía

—Genial. Me dan ganas de bailar—Alexa respondió con una gran sonrisa—¿Ya tienen la letra? —miro a ambos, quienes asintieron con la cabeza. Han le dio unos papeles a la chica, la peliverde vio el título; Victory Song. Comenzó a leer—Realmente buena—los miro nuevamente dejándolos con una sonrisa de agradecimiento—Quiero bailar—subió ambas manos con los papeles y las movió provocando las risas de los chicos

***

La peliverde se encontraba desayunado, más bien tragando

—Dios—realmente estaba muy bueno lo que estaba comiendo

—¿Me hablabas? —su líder entró a la cocina

—No. Cuándo diga bestia, ahí sí—la chica río al ver la cara del rubio. Estaba con una mano en su pecho y fingiendo indignación

—Niña irrespetuosa—ambos rieron—Hey, ¿vienes conmigo para seguir con la canción? —

La chica rasco su nuca mientras que con la otra mano dejaba la cuchara en el plato y lo miraba

—Tengo planes—el rubio se cruzó de brazos y alzó una ceja con seriedad. Ese chico era muy intimidante de esa manera

—¿Ah, si?, ¿que planes? —

Alexa río con nervios, no quería decirle que tenía otra cita con Han, Los mataría. Chan a veces o mejor dicho siempre era muy sobre protector con ella

—¿Es alguien que te tiene tan separada de nosotros últimamente? —La chica pudo ver reflejado los celos en la cara de su mayor. Tragó con dificultad

—¿A-Alguien? —el chico asintió rápidamente—Por favor Channie—río con más nervios—Con ustedes ya tengo suficiente, las personas son odiosas para mi, ya lo sabes—tomó la cuchara con su temblorosa mano derecha y jugó con su desayuno

Me descubrirá. Pensaba ella

—Así me gusta—el rubio le sonrió con cariño. Se acerco a ella y beso su mejilla mientras desordenaba aún más su cabello—no llegues tan tarde y si sucede algo me llamas, iré a buscarte—