¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–¡Estoy en casa! -anunció y dejó su portafolio a un lado de la puerta de entrada.
–¡Papi! -Avery tu pequeña de siete años se lanzó a sus brazos desde el quinto escalón en que se encontraba.
–Papi te extrañé -Alexander de cuatro se aferró a su pierna y tu pequeño Arthur de un año llegó gateando a él.
–¿Y mamá? -preguntó por tí después de haberlos abrazado y llenado de besos.
–Está en su habitación llorando -dijo Alex y volvió a la alfombra del salón principal a jugar con sus autos y Arthur.
–Cuida a tus hermanos ¿Si Ave? No tardaré -besó su frente y se apresuró a subir a su habitación.
En el pasillo esperó unos segundos mientras te escuchaba sollozar, dudó dos veces antes de girar el pomo y encontrarte en el centro de la cama rodeada de papeles y algo en tus manos.
–Hola, -escondiste el aparato bajo la almohada y te limpiaste las lágrimas- ¿llegaste hace mucho? -intentaste recuperar una buena postura.
–Alex me dijo que estabas llorando, -se sentó a tu lado apartando todos los recibos- ¿qué escondiste debajo de la almohada?
–Nada, no fue nada, -sentiste las lágrimas de nuevo en tus ojos- deberíamos ir con los niños.
–Después de que sepa qué está debajo de tu almohada -intentó tomar lo que habías escondido.
–Harry te dije que no es nada, -lo dejaste detrás de tí- sólo olvídalo.
–¿Entonces por qué llorabas? -intentó quitartelo de nuevo.
–Ya olvídalo -dijiste intentando hacer que no te quitara lo que escondias hasta que consiguió quitarte la prueba de embarazo de las manos.
–¿Qué significa? -había sonado tan frío que iniciaste a llorar de nuevo.
–¿Aún no sabes que significa positivo? -iniciaste a recoger todo de la cama y le quitaste la prueba para después tirarla al cesto de basura.
–Es genial, -sonrió aún sin creerlo- ¡seremos padres! -rió nervioso- ¡otra vez! -dejó caer una lágrima.
–¿Estás feliz? -sollozaste.
–¿Por qué no lo estaría? Es magnífico, estoy apunto de tener un kinder, -intentó hacerte reír pero lloraste aún más- ¿amor? amor tranquila, no llores, no llores amor -te abrazó.
–Tenemos que pagar la mayoría de estos recibos, -los tiraste al suelo- no te han dado el ascenso y la niñera necesita su pago, un cuarto hijo...
–Es algo grandioso, -limpió tus lágrimas- no tienes porqué preocuparte, una pequeña Anya o un pequeño Adam para Avery, Alexander y Arthur será divertido, -sonrió- cambiar pañales, desverlarnos, esa cosa que odias que succione leche de tus masivos pe...
–¡Harry! -golpeaste ligeramente su brazo y reíste entre lágrimas.
–Vamos a estar bien, te lo prometo -te tomó de la cintura y besó tu frente.
–¿Anya y Adam son tus opciones? -sonreiste abrazándolo disfrutando de su esencia y escuchando su corazón latir.
–Sí, me encantaría que fuera la oportunidad de utilizar el de Anya -te miró a los ojos.
–Si van a comprar un bebé otra vez quiero que sea niño, -escucharon la voz de Avery desde la puerta- quiero ser la única princesa de mi papi.
–Debiste contarle la historia de la cigüeña Styles... -intentaste no reír.
–Canjear tu panza por un bebé fue una excelente historia.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(n/a) ¿me extrañaron? es un capítulo prueba, si es gusta (por favor comenten) y publicaré los siguientes. exacto, exacto, los jonasbrothers muy presentes ahora, sí. gracias por leer, votar y comentar. ¿les sigue gustando lo que escribo y cómo lo hago?