Capitulo 11

6.7K 233 16
                                    

Me quedé muda. No lo podía entender.
El señor que me tenía aún agarrada se levantó de su asiento y se paró cerca de Peter
-Mmm- dijo mirándolo como si lo examinará- que sorpresa Señor Pan, que usted me niegue una mocosa  ordinaria, si siempre compartió hasta las más finas mujeres.
-Tengo mis motivos George, pero no se te olvide quien es el jefe acá. No tienes que cuestionar mis decisiones, sólo cumplirlas.
-Y si no que?!- dijo el señor furioso
Peter estaba rojo de furia, se movió rápido y le dio un golpe que seguro hizo que el viejo vea estrellitas.
-Y si no yo mismo me encargaré de hacerte desaparecer, queda claro?
- Como el Agua Señor Pan- dijo sosteniendose la mejilla golpeada
-Mejor así- dijo con una sonrisa triunfadora-por favor señores, escolten a George a la salida.
- Pero aún no termina la noche
- La suya si- contestó Peter.

El viejo verde me fue soltando y en cuanto quito su mano salí de ahí prácticamente corriendo.
Me encerre en la habitación y trabe la puerta. Me deslice hasta el piso y solté las lágrimas que tenía acumuladas.
No sé cómo llegue hasta aquí, no lo entiendo, tan mala hija fui para que mis padres me vendieran. Los extraño, también a mis hermanos. ¿Qué estarán haciendo? ¿Cómo estarán? Extraño hasta ir al colegio y a mis compañeros. Extraño mi vida. Con esos pensamientos y lágrimas en los ojos me fui quedando dormida

Unos golpes en la puerta me despertaron, por la ventana pude ver que aún era de noche. Me acerqué y abrí la puerta, me sorprendió ver parado ahi fuera a Peter

-Señorita Wendy ya le he dicho que no trabe su puerta- gruño
-Yo..yo lo siento- contesté con en un susurro
Peter entró en la habitación y se sentó en la cama. Cerré la puerta lento y lo observe quitarse los zapatos
- Que le pasó? Tiene los ojos hinchados- pregunto mirándome
No sabía que contestar. Me quedé perpleja.

-TE PREGUNTÉ ALGO!?
-Es que yo.. Yo..  Extraño a mi familia - contesté y no pude contener una lágrima
-Acercate- me ordenó Peter
Fui hacia él lentamente y cuando llegue a estar a un paso, puso sus manos en mi cintura y me acerco más a él. No me había dado cuenta de que traía el conjunto de lencería hasta que el Señor Pan tomo mi corpiño y lo quito, se acercó a él armario, busco un camisón de un celeste cielo y me lo colocó lentamente. Luego se acostó, tomo mi mano y tiro de ella hasta que quede acostada en la cama, muy cerca de él. No podía decir nada, sólo lo miraba Y él a mi
Tomó mis mejillas y acerco mi boca a la suya, dándome un beso, un beso diferente a todos los demás. Era lento y suave, hasta llegaba a ser dulce, pero largo. Y cuando necesitamos respirar, separo nuestras bocas y me dio otro pequeño beso en la frente

-Buenas noches Wendy- fue lo último que escuché antes de caer en los brazos de Morfeo

Nunca Jamás.. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora