Capitulo 6

8.7K 252 17
                                    

Había mujeres con muy poca ropa por todos lados y hombres sentados como reyes en sofás. Las mujeres, la mayoría muy jóvenes, les llevaban vino y algún aperitivo, algunas parecían desenvolverse muy bien y otras sólo lloraban y caminaban. Pero eso no fue lo que más me impresionó: en el centro de la habitación había una chica, estaba atada de pies y manos, y al rededor de ella un hombre con algo en la mano, algo muy parecido a los artefactos que había en el vestidor.
El tocaba el cuerpo de la joven con el aparato y ella pegaba saltitos y pequeños gritos. Cerraba los ojos con fuerza y más de una lágrima se le escapó
Tengo miedo, quiero irme. No quiero que hagan de mi lo que hacen con esa pobre chica.

Mia siguió caminado y tomo una bandeja para ponerse a servir, yo fui tras ella y pregunté:
-¿Quién es toda esta gente?
Ella sin mirarme y siguiendo su camino dijo :
-Los hombres en los sillones son amos y los demás somos sus esclavos. Ahora ponte a servir si no quieres que te agarren como a esa chica

Al escuchar esas palabras se me érizo la piel y rápidamente agarré una bandeja con copas de vino y comencé a repartir.
Todo iba bien, bueno hasta donde se puede, hasta que llegue a un sofá gigante donde se encontraban tres hombres con 2 mujeres cada uno. De los tres reconoci al del medio, era Peter. Al verme me pidió que me acercará, pero en vez de tomar la Copa, tomó mi muñeca y tiro de mi hasta que caí sentada en una de sus piernas, el vino que había en la Copa callo por mi pecho y se esparcio por mi vientre

-vaya! No sabía que te mojarias tan rápido- dijo Peter, y comenzó a correr mi cabello hacia atrás y a pasar su boca por mi cuello, al sentir su aliento, algo dentro de mi se removió.
Siguió por mis hombros y fue bajando, cada vez más. Pero cuando estaba por llegar al borde de mi sostén no aguante más..
-Basta por favor!
Todo los del sofá me miraron, algunos con sorpresa y otros con una sonrisa burlona.
Peter me miró con rabia, enredo mi cabello en su mano y tiro de él. Eso hizo que mi cuello y mis pechos quedarán en una posición cómoda para que el los recorra con una boca, y eso hizo, empezó por mi cuello, pero a diferencia de la última vez, fue mucho más rápido, mucho mas brusco. Mordia y chupaba cada tanto, me dolía y cuando llegó a mis pechos tiro de mi sostén hasta arrancarlo. Hice lo posible por taparme pero bruscamente me agarró las manos y ahí, en frente de toda esa gente, que de todas formas no prestaba mucha atención, tomó mis pezones, y mientras con una mano masajeaba uno, con la boca succionaba el otro, haciendo que yo pegue pequeños gritos cada tanto. No podía dejar de llorar, necesitaba salir de ahí. Cuando me soltó un poco me levanté rápido y corrí escaleras arriba, un hombre que estaba en el sillón me siguió pero antes de que suba..
-Dejala! - Dijo el señor Pan - Más tarde pasaré a darle su merecido 

Nunca Jamás.. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora