Capitulo 13

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Me miraba directamente con los ojos llenos de furia
-Wendy, Wendy ¿qué voy a hacer contigo?
-Yo no..yo
-Cállate!- grito - esto pasa cuando tratas mejor de lo que merecen a las mocosas, pierden el respeto. Pero esto lo voy a solucionar muy fácil- Dijo desprendiendose el cinturón
- Por favor no me hagas nada - suplique intentando contener las lágrimas que amenazaban con salir
-Tranquila pequeña, al final, lo vas a disfrutar-

Tomo me cabello lo acaricio y se sentó en la cama, tomo mi mano y tiro de ella hasta acercarme a él. Volvió a tomar mi cabello pero está vez con más fuerza y tiro de él hasta que caí sobre sus rodillas, con mi cara mirando hacia el suelo y mi trasero al techo.

-Eres muy traviesa jovencita ¿ y sabes que pasa con las niñas malas?
-¿Q..que? - pregunté casi en un susurro
-Se las castiga- dijo con voz más grave
- No, por favor!- dije llorando
-Demaciado tarde bebé, ahora voy a golpear 25 veces tu hermoso culo y tu las vas a contar en voz alta, ¿entendiste?- no conteste porque no podía hablar- ¡Pregunté algo Wendy!
- Si, amo-
-Muy bien-

Hubo 2 segundos de silencio hasta que lo sentí, el cinto que antes tenía sosteniendo su pantalón pego fuerte en mis nalgas, ardia, ardia mucho
-Vamos niña, cuenta- dijo el señor Pan
-U.. un.. uno- dije en un sollozo
Y otro golpe
-Do.. dos-
Y sentí otro
-Tre..es-
Y otros más, en el décimo ya no aguantaba
-Basta, por favor-
-Vamos Wendy, cuenta o será peor-
-Di.. diez-
Y otro
-On..once-
Y otros más..

-Diesinueve-
Y más
-Veinte-
En este punto las lágrimas no cesaban y yo ya no sentía más que dolor
-Veintiuno-
- Eso bebe, falta poco-
Y otro más fuerte
-Vein- no podía aguantar el dolor
-Vamos mi niña-
-Veintidós-
No paró, a pesar de mi dolor, él no se detuvo hasta que con lo que me quedaba de voz dije
-Veinticinco

-¿Ves? No fue para tanto, y ahora vas a tener mucho más cuidado al limpiar mis cosas. Ahora vete de aquí, no quiero verte-

Intente pararme, pero dolía demaciado. Lo hice lentamente y con el paso débil llegue a la puerta y salí, no había cruzado ni la mitad de el pasillo cuando me encontré con la joven que me había señalado la habitación del Señor Pan, y a su lado estaba Sara, tenía una sonrisa de lado y una cara de satisfacción se le formó al verme
- Te lo dije mocosa, él es mío, y si no quieres que la próxima te vaya peor, mejor no te entrometas. Vamos Julia
La joven a su lado me miro con lastima y entró en su habitación

Seguí caminando con dificultad hasta que llegue a mi habitación, entre al baño, por el espejo observe mi trasero, lleno de marcas, entre a la ducha y mientras me bañaba el agua se mezclaba con mis lágrimas

-¿Que hice para merecer esto?, y pensar que casi creo que podía ser bueno, pero Mia tiene razón, él es un sádico y yo tengo que aprovechar la mínima oportunidad para escapar de aquí.

Nunca Jamás.. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora