Nunca Jamás.. (+18)

Capitulo 16

Tengo miedo, no se que sucederá ahora conmigo, pero estoy aliviada, Pan está aquí.

-Sal de aquí George- Amenazó el señor Pan

El viejo comenzó a caminar pegado a la pared y sin perder la vista del arma del Señor Pan. Cuando llegó a la puerta, Peter corrió hacia mi y comenzó a quitar las cadenas

-¿Cómo te escapaste? Estas en problemas niña
-Gracias por buscarme
-Tranquila, pronto estaremos en ca..

Antes de terminar su frase algo lo golpeó desde atrás y cuando se quitó de mi vista logre ver a George con un fierro en la mano. Aún tenía encadenadas las muñecas y comencé a sollozar

-Oh Señor Pan, desde el piso no parece tan aterrador- El señor Peter no se movió, permaneció en el piso y yo comencé a llorar más fuerte.- Uy mocosa, tu héroe no duró mucho.

Comenzó a acercarse, con los ojos más oscurecidos que nunca. Pero antes de que pudiese tocarme y luego de un fuerte ruido cayó al suelo y una mancha roja comenzó a expandirse al rededor de su cuerpo. Estaba muerto.

Levanté la vista y ahí estába Peter con el arma en su mano y sus ojos en el cuerpo sin vida de George. Se acercó y sin palabras terminó de quitar las cadenas, luego me puso un saco para cubrir mi cuerpo y comenzó a llevarme a la salida de la casa, pero antes de cruzar la puerta, mi vista se nublo y todo se volvió negro.

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No podía abrir los ojos, pero sabía que estaba moviendo, sentía unos brazos sostenerme y sabía que me cargaban y por el olor era Peter. Eso me relajo y perdí el sentido otra vez.

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- Esta despertando

Abrí los ojos y reconocí el techo, era mi habitación. Estaba de nuevo en la mención.
Abrí los ojos lentamente y lo primero que note es que era de noche, hacia frío y estaba en mi cama. Al mirar a los lados había dos persona, una era Mia y el otro era el señor Pan. No pude evitar sonreír al verlo.

-¿Cómo te sientes? - preguntó Mia con cara de preocupación
-Estoy bien- dije para tranquilizarla
- Mia déjenos solos- le ordenó el señor Pan.
-Claro Señor- dijo y salió de la habitación

-¿Por qué lo hiciste?- pregunto muy serio- ¿Por qué escapaste?
-Los extraño- dije con angustia- Y tu, tu me lastimaste, me decepcionante
- Lo siento, Mia me dijo lo de Sara, Perdóname Wendy-

No sabía que decir, así que no dije nada. Sólo lo mire por un largo rato a los ojos, se quitó la chaqueta y comenzó a caminar hacia mí.

Subió a la cama y colocó sus brazos a cada lado de mi cuerpo, aprisionandome contra el colchón. Acerco su cara a la mia y sentí su aliento, acaricio mi cabello y mi mejilla, tomo con una mano mi cintura y acercó mi cuerpo al suyo, sentí su miembro en mi vientre y la piel se me erizo. Unió nuestros labios en un cálido y corto beso. Y volvió a mirar directamente a mis ojos

- Te amo Wendy, y quiero que seas mia-