Prólogo

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-¡Ya dime algo, Zoe! -grita mi prima Bethany para que reaccione.

No sabia que contestar, ella se iba, sabía que este día llegaría pero nunca me preparé mentalmente. Bethany se encontraba esperando mi respuesta y yo solo la observaba sin creer que ya no la veré todos los días, ella acomoda su esponjado cabello tras sus orejas, a simple vista se ve como la típica rubia de largo cabello y ojos azules, superficial y creída, pero no es así, es una buena persona, siempre ve el lado positivo de todo y vive en un mundo de fantasía donde todos se quieren y no existe el mal, digamos que yo soy su ancla a la realidad, es mi mejor amiga. Mi hermana.. Y ahora se va a mudar.

-¿Cuando? -solo me limito a preguntar y ella me mira triste.

-En dos días. Mi padre me llamó, quiere pasar tiempo conmigo.. -encoge sus hombros sin saber que más decir.

¿Tan pronto..?

La realidad me golpeó. No quiero que se vaya, todo esta pasando muy rápido. Y todo porque el estúpido de Henry ahora si quiere ser su padre.

Henry Anderson, "Su padre" solo la llama de vez en cuando y ahora quiere que viva con él, no sé quién es peor, si él por ser un mal padre o ella por aceptarlo después de todo.

-Sabes que estás en todo tu derecho si te niegas ¿No? -le aclaro.

Ella suspira. -Es mi padre Zoe. -susurra.

¿Su padre?

¡¿Su padre?!

¿Lo dice en serio?

Déjenme explicarles. La madre de Bethany murió meses después de su nacimiento, Henry quedó devastado y no soportaba ver a Bethany porque le recordaba lo sucedido, así que cuando ella cumplió el año, le pidió a mi madre que la críara, mi mamá es hermana de la mamá de Bethany, obviamente no se negó a quedarse con ella.

Nuestras madres eran gemelas, casi iguales, a excepción del color de cabello y las pecas de mi tía Margaret. Henry le dijo a mi mamá que no le dijera a Bethany que era su tía si no que se hiciera pasar por su madre, no me pregunten por qué.. Henry es un lunático. ¿Quién en su sano juicio haría eso?

Una completa locura.

Nos criamos juntas como hermanas pero sabíamos que éramos primas, mi mamá no hizo lo que Henry le dijo, cosa que yo tampoco haría. Y en cuanto a Henry.. Pues él enviaba cartas una vez al mes, la llamaba de vez en cuando y en sus cumpleaños le enviaba lo que ella quisiera, pero no hacía acto de presencia.

-Dime que estas bromeando para que podamos seguir siendo amigas. -digo entrecerrando los ojos sin poder creerlo.

¿Ahora si me entienden?

¡Está loca!

Ella ríe negando. -Oh vamos, Zoe, será como una aventura, vive en un pequeño pueblo que es hermoso, lo busqué por Internet. -dice señalando su carcacha tratando de animarme, o a ella misma, no estoy segura.

Bethany y sus estúpidas aventuras...

Pues una de esas aventuras casi mata a mi hermanita, Ema.

Larga historia.

-Vayamos a París por unos meses o a Italia.. ¡Eso sí es una aventura! -Exclamo exageradamente. -No ese pueblito que se ven en las típicas películas de terror. ¿Sabías que es el pueblo con más desapariciones en todo el país? Yo también lo busqué, hace años. -difiero.

Y era cierto, ese pueblo tiene muchas leyendas y no de las buenas precisamente.

Es mucho para esta pobre alma cobarde.

-Son historias que inventan como publicidad para aumentar el turismo. -Defiende.

-Eso no tiene sentido y lo sabes. -la miro crédula.

Ella abre la boca para hablar pero es interrumpida por mi hermana menor que entra en la habitación. -¡¿Por qué gritan?! -pregunta mi hermana bastante molesta.

Ni siquiera me había dado cuenta de que estábamos gritando.

Supongo que escuchó toda la conversación. No me preocupa que haya escuchado, somos dos años mayor que Ema, es lo suficientemente grande como para entender lo importante de la situación.

-Sentimos haberte despertado, Ema. -se disculpa Bethany por las dos. Como siempre.

Ema se acerca con pasos apresurados y abraza a Bethany con todas sus fuerzas. -No te preocupes. -susurra. -No quiero que te vayas, Thany.

Que Ema abrazara a Bethany me rompió el corazón, ella no es de dar afecto a las personas, esto debe de afectarle mucho, en cambio, yo me uno a ellas llorando como toda una dramática.

Amo los abrazos.

Ema y yo nos parecemos muchísimo físicamente, aunque no me guste admitirlo, es una versión pequeña de mí pero con los ojos azules y estatura baja, del resto es lo mismo.

-Que venga él y se quede unos meses, ¿Por qué tienes que ir tú?

Se que no tiene sentido lo que digo, sé que Henry no puede quedarse aquí, pero estoy desesperada por convencerla de que se quede.

Ella encoge los hombros y ríe triste. -Eso no tiene sentido... Me iré, Zoe. -Finaliza.

Bien.

Entonces allí es cuando tomo la peor decisión de mi vida.

LostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora