2

1.8K 123 72
                                    

No tenía ganas de levantarse de la cama, su cuerpo dolía demasiado, la noche anterior cuando llegó a su casa, se había dado un baño de agua caliente, había curado las heridas y las había cubierto con banditas. Quizás en dos días ya no habría rastro alguno de ellas.

-Jongho, que hiciste anoche?- Le preguntó el manager que acababa de entrar por la puerta de la casa compartida.

-Eh...yo...pues....trabajé.

-Sí, pero por lo mínimo tuviste que dejar brillando la mansión, enviaron un cheque altísimo, aquí tienes tu paga.

Cuando Jongho contó el dinero que le daba su manager, era el triple de lo que cobraba regularmente. Más ofendido no podía sentirse, que creía ese vampiro, que acaso él era una prostituta? Esos daños físicos y psicológicos no se compraban con dinero. Ya se encargaría de devolver ese dinero sucio.

Cuando cayó la noche, aunque no era aún la hora de llegada de los empleados, un fuerte toque en la puerta interrumpió la cena de los vampiros y sus invitados especiales. Seonghwa sonrió, aún estando lejos ese olor especial no se le perdía. Una empelada abrió la puerta y dejó entrar al lobo.

-Puedo ver a Seonghwa?-Lo dijo con tanta potencia en su voz que la mujer pensó que iba a caer de rodillas en el suelo. Jongho lo tomó como un sí, y se dirigió al lugar de donde provenían las voces. Cuando se apareció en el gran comedor, todos se quedaron mirándolo, y en especial dos personas no quitaban sus ojos de él.

-Lobito! Tan temprano a trabajar! Si que eres el mejor empleado que tengo!

-Disculpen la interrupción!- se disculpó avergonzado.

-Quién es?- Preguntó la madre de la prometida de Seonghwa.

-Un empleado ejemplar de mi casa.

La señora humana codeó a su hija, quien estaba perdida mirando a Jongho.

-YeoSang!! Qué miras hija?

-Yo...nada madre!- Dijo avergonzada. Este gesto no pasó desapercibido ante los ojos de Seonghwa, quien prefirió ponerse de pie y atender al lobo lejos de los ojos de los demás.

-Discúlpenme, tengo algo que mostrarle a mi empleado, no demoro, continúen sin mí.

-No demores Seonghwa- Le dijo entre cortado su padre.

El vampiro y el lobo se dirigieron a la biblioteca privada, el rubio cerró la puerta a sus espaldas.

-Que puedo ofrecerte lobito?

-Vengo a devolverte esto!- Le extendió el sobre con parte del dinero.

-Qué es esto? Me escribiste una carta?- Dijo emocionado.

-Que carta ni que nada, es el dinero de más que me pagaste.

-Oh, pero ese es tu salario, los buenos servicios hay que pagarlos- La sangre le hirvió a Jongho, furioso agarró a Seonghwa por el cuello de su camisa y lo estrelló contra la pared.

-Escúchame bien maldito vampiro, no soy tu prostituta, lo que pasó anoche, fue una violación, un abuso de poder y clase social. Métete ese dinero donde te quepa, yo renuncio.- Lo soltó y cuando se dio la media vuelta para salir del lugar, el otro lo detuvo y lo acorraló, lo miró fijamente a los ojos.

-Escúchame ahora bendito lobo, no eres mi prostituta, eres algo mejor que eso, a partir de ahora serás mi juguete, lo que pasó anoche, lo disfrutaste tanto como yo. Te di el dinero porque sé que el trabajo en esta  mansión es bien grande, investigué sobre ti y sé que lo necesitas para ayudar a tu familia, si quieres no lo uses tú, mándaselo a ellos. Y otra cosa, no puedes renunciar hasta pasado los tres meses de trabajo, está en tu contrato. Así que relájate y disfruta de esto mientras dure.- Jongho estaba paralizado, por un momento sintió miedo por el tono de voz que utilizó Seonghwa. Estaba perdido, no quería ser el juguete de nadie, pero que opción le quedaba, el contrato no podía romperlo al menos que devolviera el dinero y pagara los intereses por la ruptura. –Optarás por quedarte en silencio? Tomaré eso como un si: seré tu juguete y aceptaré ese dinero que gané con mis habilidades-  Sin más Seonghwa se alejó y salió de la habitación.

Eres mío (JongHwa ATEEZ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora