Parte 7

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Me desperté con el sonido de la alarma, había olvidado apagarla justo hoy que no tenía que ir a trabajar,  trate de moverme un poco pero sentí unas manos abrazarme

Sonreí por ello y como pude me estiré para alcanzar el teléfono y apagar la alarma

- Pedro- lo moví un poco

- Es muy temprano bipolar- se quejó

- Tienes que dejar pararme- le respondí dandole un pequeño beso en la frente

Se movió y me puse de pie, busque mi ropa que se encontraba tirada en la habitación, caminé hasta mi cuarto y busque ropa limpia para meterme a bañar.

No tardé mucho dandome una ducha, salí y me dispuse a realizar el desayuno para Pedro, le prepare unos chilaquiles.

Estaba sirviendo todo en los platos cuando de repente tocaron la puerta así que rápidamente fui a abrir, encontrandome a German

- ¿Qué pasó Germán?

- Pues no mucho Luisito sólo que doña Lorena solicitó  una junta urgente

- Está bien Germán, enseguida vamos

Se fue y me dispuse a levantar a Pedro para desayunara.

Batallé porque no se quería levantar pero luego de muchos regaños lo logré

Se metió a bañar y desayunamos en silencio para posteriormente ir a la famosa junta que quería doña Lorena

Llegamos y todavia tuvimos que esperar a los demás vecinos.

Luego de pocos minutos Lorena pudo iniciar con la junta y como no, para variar era una queja con German, al parecer le había pedido que arreglara un problema con el fregadero, cosa que por supuesto no había hecho

- Esto es el colmo Germán, te pones inmediatamente a arreglar el fregadero de doña Lorena y a limpiar el patio que lo tienes hecho un desastre

Puse énfasis en mis palabras señalando envolturas de papás y chocolates que estaban esparcidos por todo el patio

- Hijole Luisito que más quisiera yo que hacer todo lo que me piden pero es que hoy jugamos la final de fútbol contra los del real mandril

-  Pues que pena Germán pero no vas a ningún partiducho sino terminas los quehaceres, - acusó doña Magdalena

- Que abusivos, que dictadores - replicó Germán

El siguiente ruido a escucharse fue el de los López Pérez, saliendo del edificio y el resto de vecinos regresando a sus departamentos.

Yo hice lo propio y me fui hacía el departamento pensando que Pedro me seguiría pero no fue así, pensé que lo más probable era que se hubiera quedado con Germán y el pelo de papita adobada por lo de su partido.

Al entrar al departamento recogí todos los platos de la mesa y los lave, sacudí los sillones encontrandome a mi paso como ya era costumbre pedazos de pizza y sobras de comida, prendí la televisión para ver alguna película.

Al poco rato entró Pedro y se sentó sobre mi regazo.

-Bipolar- besó mis labios luego de llamarme por ese apodo 

- ¿Si?- puse mis manos en su cintura

- ¿Sabes que te quiero verdad?

- No te compraré un nuevo videojuego - sentencié

No quería desconfiar de él pero lo conocía demasiado bien

-¿Qué pasó bipolar? Nada de eso

-¿Entonces?

-Es el partido final y quiero que vayas para verme

- Nunca antes me habías invitado a un partido- me queje

-Bueno Luisito ahora eres mi novio y me gustaría que me vieras jugar- mencionó todo aquello y me dió de nuevo un beso

- Esta bien, te acompaño a tu partido

El comenzó a celebrar dando pequeños aplausos y diciendo ee repetidamente

- Y ya que vas a ir - continuó- Prestame dinero  para pagar lo del arbitraje ¿no?

Rodee los ojos ante sus palabras, sabía que todo tenía que ver con dinero, también sabía que obviamente le iba a terminar dando el dinero, es que no le podía negar nada

-Esta bien me resigne

Pedro y Luis Vecinos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora