• Ꮲʀօʟօɢօ •

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Ladybug perdió y Hawk Moth ganó, sin la nesesidad de un combate o lucha

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Ladybug perdió y Hawk Moth ganó, sin la nesesidad de un combate o lucha.

¿Qué tuve para que te fijaras y me hicieras tanto daño Gabriel Agreste? A si, ya lo recuerdo, ser Ladybug, la héroina de Paris.

Yo era solamente tu becaria, esa muchacha que hizo un sombrero de plumas que te encantó.
Esa simple chica que llamaste tu mismo para que diseñe ciertos artículos para una colección adolescente que preparabas.

No se en que día me descubriste, en que día fui lo suficientemente torpe como para que mi mayor enemigo, Hawk Moth, descubriera quien soy en realidad, y así darle ventaja.

En ese momento él tenia las cartas a su favor y vaya que supo jugarlas muy bien.

Créeme sé lo que se siente el fracaso, y no te juzgo, pero, ¿a qué punto llegaste con tal de llevar a cabo tu deseo?
Ese egoísta deseo que a pesar de todo si llegaste a realizar.

¿Tan cretino eres como para fingir que nada paso entre nosotros y encima despedirme? A claro, ahora que hago memoria tienes una esposa, otra vez, debí imaginar que seguías enamorado de ella.
Llegué a imaginarme una vida contigo ¿sabes?

Y debo admitirlo, me mandaste muchas indirectas, que no quise comprender, estaba concentrada en amarte.

Te amo tanto que duele. Aunque mi orgullo sea herido con esto, me volví dependiente de ti.

Creí que te enamoraste de mi de la manera en la que yo lo hize de ti.

Pero querido, al final te salió todo mal.
¿ Qué fue lo que llegue a hacer por mi obsesión a ti?, mi cuerpo me demanda por tus caricias, por volver a sentir el calor de tu piel contra la mía, quiero volver a escuchar esos gruñidos de placer que yo misma provocaba.

Me gusta pensar que no lo fingias, que al menos te hize sentir un inimaginable placer, según se a los hombres mayores les excita estar con alguien menor a él y tu no eres la excepción, porque aunque no lo quieras admitir sé que te gustó, te gustó todas las veces en las que te bese, en las que profane tu cuerpo.

En mi mente solo estas tú, nadie más que tú, nada ni nadie me haría dejar de amarte, por más horrible que les parezca tu nunca saldrás de mi mente Gabriel.

En tan poco tiempo te convertiste en mi obsesión, te quería para mi todo el día, yo misma admito que tengo un amor enfermizo por ti un amor que ni tu propio hijo pudo igualar, a Adrien nunca lo ame como te amo a ti.

Con delicadeza bese tu foto, esa hermosa foto en donde esos imponentes ojos veían fijamente a la cámara, tu semblante serio me hacía alucinar. Se me erizaba la piel de tan solo imaginarte junto a mi. 

—  Nadie nos va a separar mon cher. Ya veras que todo sera más fácil cuando admitas lo que sientes, porque una vez que caigas ya no vas a querer parar. — dije y seguí caminando en dirección a tu casa.

Había planeado todo meticulosamente, desde que entré a su oficina y vi aquel miraculous perdido, el de la mariposa. Lo tomé sin tu consentimiento y ahí se me ocurrió la mejor de las ideas.

Así podría tenerte junto a mi.

Una vez afuera, me acerqué y toqué el timbre una cámara se acercó a mi rostro, sonreí y seguido escuché “no se le está permitido venir señorita Dupain-Cheng”, sonreí, habias cortado cualquier lazo entre nosotros. Eramos desconocidos a los ojos de todos.

— Es urgente, Nathalie, dile a tu jefe que si no me atiende hago públicas nuestras fotografías. — enseguida escuché un ligero “déjala pasar Nathalie”.

Esa voz, tu severa y encantadora voz, vi como el portón se abrió, con la misma sonrisa caminé, y cuando atravesé la puerta principal te vi otra vez.

Un simple vistazo hizo que vuelva a la vida.

— ¿Qué es lo que quieres Marinette? Ya te dije que entre tu y yo no hay, hubo o habrá algo.

— Gabriel, me duele que me digas eso, pero has sido un chico malo, y los chicos malos deben ser castigados.

— Guarda silencio y se discreta Emilie está aquí.

— Tuviste que dejar todo como estaba, alteraste el orden natural, alguien murió por tu culpa. Y yo vine a vengarme.

— Bueno pues esa muerte valió la pena, porque al fin tengo lo que quería.

— Eres un idiota, y yo lo soy aún más por seguir amándote con locura a pesar de todo.

— Pues deja de hacerlo porque sabes que entre tú y yo nada pasará.

— Yo creo que tienes que reflexionar sobre eso y para eso me tienes a mi. Yo te acompañaré.

— Estas loca Marinette.

— Lo estoy, tu me quitaste la cordura de encima. Tu eres el culpable, nunca tuviste que meterte conmigo.

— Lo se, no me metí contigo por gusto, tenías algo que yo quería y lo que quiero lo consigo de cualquier manera.

— En eso somos iguales. Cuerdas fuera. — dije y enseguida uno hilos se desprendieron de mi espalda, vi la cara de mi cherie estaba confundido.

Así es me había akumatisado yo misma. Y me había asegurado de que mi akuma no esté a la vista. Para que nadie excepto yo pudiera quitarme el poder que me di. No hasta haber logrado lo que quería.

— Ahora es mi turno de jugar Gabriel. Las cartas ahora están a mi favor.

Con aquellos hilos hize una danza enmientras tarareaba una melodía, un portal fue formándose a partir de aquellos hilos.

Agarré fuertemente su mano y lo arrastre conmigo, juntos atravesamos ese agujero.

Mi aventura pronto comenzará, y te voy a hacer sufrir cuénteme lo que me cueste Gabriel.

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Poupée | [Miraculous Ladybug] Gabrinette +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora