Hallarte.
No quiero aceptar que ya no sé cómo buscarte.
Todos los lugares donde te encontraba han sido cerrados,
como parques abandonados.
No quiero tampoco aceptar el olvido,
y el motivo por el cual aquellos hermosos lugares ya no son.
Más aún logro entrar a algunos, con mucho esfuerzo,
tratando de conseguir las espléndidas entradas doradas,
que ahora yacen torcidas;
y consigo hacerme un lugar,
y sentarme bajo todo aquello que alguna vez construimos.
Grandes esculturas de metal, oxidadas y ruidosas,
las que sólo el viento y yo aún utilizamos.
A veces sueño que grito allí,
mientras el viento ruge sobre aquellos gigantes entumecidos. Grito tan fuerte esperando al eco de vuelta.
Pero ni siquiera él me responde.
No puedo obligarte a pensar en mí,
por eso ni siquiera puedo encontrar tu fantasma en estos lugares.
Dejaste de venir hace mucho.
Y yo solo no basté para evitar que todo se derrumbara.
Te encantaban las metáforas,
y ahora huyo hacia una,
donde ni siquiera puedo encontrarte.
Al salir, veo pedazos de papel tirados en el piso,
entre palabras y boletos, y recuerdo aún tus promesas,
que ahora se enfrían en una caja y arden en mi mente.
¿Quién querría entenderlo?
Mientes con los labios que amo,
y llueves sobres tus propias promesas,
mientras yo aún sigo a tu lado,
obsequiándote un pedacito más de papel,
pensando quizás, en un último boleto,
con el que podamos volver
y podamos subir a lo alto de aquel
furtivo y merecedor mundo que pensábamos construir.
C:Venus G
