Capítulo 55

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Capitulo 55– El Niñero.

Solamente reí por lo que me decía, me causaba tanta ternura.

— Me gusta que seas novio de ______(tu apodo) — me abrazó.
— Ana...— quería explicarle, pero creo que sería mejor que su hermana lo hiciera. Seguí jugando con la pequeña hasta que ______(tu apodo) regresó a la sala.
— Ana te busca mamá — le dijo agitando su cabello, se despidió agitando su mano y fue rumbo a la cocina.
— ¿Entonces? — le pregunté.
— Dijo que si — tomó mi mano para que me pusiera de pie, así lo hice y comenzó a correr escaleras arriba sin soltarme.

" Narra _______(tu nombre) "

Subimos a mi habitación, Justin se dejó caer en la cama mientras que yo sacaba del closet una bolsa para poder meter mi pijama y un cambio de ropa para el colegio.

Tomé unos jeans y una blusa, ese sería el cambio para ir al colegio y un short y una blusa de manga corta seria mi pijama y obviamente un cambio de ropa interior.

— Hey, hey, hey — me dijo Justin cuando estaba a punto de guardar mi ropa — No.
— ¿No qué? — le pregunté sin entender, se acercó a mí y sacó de mis manos el short y lo miró.
— No tienes algo mas... ¿largo? — solté una carcajada.
— Pero no me queda corto...— le dije aun riendo, y realmente yo no lo consideraba tan 'corto'.
— No te dejaré andar en 'esto' — levantó el short — en mi casa, con mis dos hermanos ahí — eso me explicaba todo.
— ¡Justin! — alargué riendo, regresé al closet y tomé un pantalón de tela a cuadros blancos y rosas — ¿Este? — le pregunté.
— Perfecto — contestó sonriente se puso detrás de mí y me abrazó recargando su cabeza en mi hombro, yo solo cerré los ojos y disfruté del momento.
— ¿nos vamos? — susurró en mi oído y solo asentí con la cabeza, tomé la bolsa que contenía mi ropa y también la de mis libros, pero Justin me las quitó y las cargó él.

Salimos de mi habitación tomados de la mano, acción que no debimos realizar.

— ¡Si son novios! — afortunadamente fue Ana la que nos vio.
— Ana no...— le dije rápidamente y Justin y yo nos soltamos.
— Le voy a decir a mami — cantó riendo. Ya no había problema si se enteraba, solo que si lo hacía ahorita, no me dejaría ir a casa de los Bieber tan confiadamente.
— A ver déjame...— me dijo Justin — Espérame abajo ¿sí? — me pidió, y con cierto fastidio bajé.
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— Listo — dijo Justin bajando las escaleras.
— ¿Y? — le pregunté.
— ¿Sabes que ama el helado? — abrió la puerta y salimos.
— Era de imaginarse — le dije riendo, nuevamente la había 'sobornado' con helado.
— Me dijo que le gusta que seamos novios — rosó lentamente mi mano.
— A mí también me gusta — le dije sonriente. Subimos al auto y partimos a casa de Justin.
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— ¡_______(tu apodo) que bueno que viniste! — me saludó Patty.
— Si... Justin me invitó, espero y no te moleste — le dije riendo.
— Claro que no, pasa...— me dijo con su tan dulce sonrisa.

Entré siguiendo a Justin, quien fue directo a la sala donde Jonathan y Daniel miraban la televisión.

Al vernos entrar se pusieron de pie, solo que Daniel se aproximó rápidamente a mi.

— Hola...— me saludó junto con una sonrisa de lado, solo le sonreí no quería ser grosera. Jonathan se acercó a este y le dio un golpe en la cabeza.

— ¡Hey! —le reclamó
— Compórtate...— le dijo Jonathan a Daniel quien solo sostenía su mano en la zona golpeada.
— Te lo merecías — dijo Justin soltando una carcajada.
— Como estas _____(tu apodo) — me saludó Jonathan.
— Todo bien — le contesté sonriente. En realidad ya todo estaba bien.
— Me alegra... cuñada — esto último lo dijo en un susurro solo audible para nosotros tres. Tardé en asimilar sus palabras, hasta que por fin reaccione. Volteé sorprendida a verlo y el solo trataba de aguantarse la risa.
— Lo siento tenía que decirlo — le dijo riendo a Justin quien solo lo fulminaba con la mirada.
— El sabe un poquito de nosotros...— me informó Justin.
— Saben, alguien más debería de saber...— ladeó su cabeza para indicarnos hacia donde estaba Daniel quien seguía mirando deportes en la televisión — Claro... si no quieres que la acose — volvió a reír.
— Yo puedo hacer que deje de 'acosarme'— les dije sonriente.
— No _____(tu apodo) no lo puedes lastimar, herir ni nada por el estilo — me dijo tirando a la basura mi plan — Ya...— agregó — Pronto se enterarán, solo hay que esperar el momento indicado ¿cierto? — volteó a verme.
— Cierto — le contesté.
— ¿De qué tanto hablan? — preguntó Daniel.
— Estamos viendo donde dormirá _____(tu apodo) — dijo Jonathan.
— Si quieres puedes hacerlo en mi habitación.
— Daniel será mejor que te calles — amenazó Justin seriamente Daniel solo soltó una carcajada. — Te quedaras en mi habitación y yo me quedaré con Jonathan — solo asentí con la cabeza.
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Era cerca de media noche, estábamos los cuatro en la sala, era muy divertido pasar el tiempo con ellos, en especial si Daniel dejaba de lado sus 'otras' pretensiones conmigo.

Acomodé mi cabeza en el hombro de Justin, estaba algo cansada, además tendría que levantarme temprano para ir al colegio.

— ¿Quieres irte a dormir? — me preguntó Justin, solo asentí con la cabeza.
— Sera mejor que todos subamos — agregó Jonathan y todos nos pusimos de pie.

Cada quien entró a su respectiva habitación, solo Justin me acompañó. Llegamos a su habitación, como era de esperarse estaba perfectamente organizada, todo lo contrario a la mía.

Entró detrás de mí y cerró la puerta, giré para verlo y estaba recargado en la puerta, con una picara sonrisa en su rostro. Reí tímidamente ante su sonrisa y mirada, se acercó lentamente y pasó sus manos por mi cintura dejándolas sobre mi estómago. Pasé mis manos sobre las suyas.

— ¿Me esperarás despierta? — susurró en mi oído.
— Sabes bien la respuesta — le contesté girando para verlo de frente.
— Te amo — besó mis labios para luego salir de la habitación.

Ya cambiada me recosté en la cama de Justin, el cual era el paraíso. Su delicioso aroma estaba impregnado en las almohadas, como reflejo abracé una de estas. Permanecí así por no sé cuánto tiempo, pero lo único que quería era tenerlo a mi lado ahora mismo.

Dos suaves golpes en la puerta me hicieron sonreír, me puse de pie y caminé hacia la puerta y la abrí.

— ¿Daniel? 

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Justin Bieber y Tu - El niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora