Capítulo 51

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Capitulo 51– El Niñero.

Me di la media vuelta, para verlo de frente. Sus ojos estaban cristalizados, a diferencia de los míos que ya estaban inundados y mis mejillas completamente empapadas.

— ¿Que si te amo? — no había pregunta más estúpida, apenas y me podía sostener en pie por el dolor que sentía en mi interior y él se atrevía a preguntarme que si lo amaba. — Yo ya te había dicho que cuando decía que te amaba no jugaba — le dije seriamente a pesar de que todo mi interior se contorsionaba.
— Entonces no me lastimes así y déjame explicarte lo que sucedió — dijo en tono de suplica al mismo tiempo que me tomó de las manos.
— N... no, no es el momento ni el lugar...— le dije quitando mis manos.
— Cualquiera es el lugar y el momento para recuperarte — tomó mi rostro entre sus manos, quería tragarme todo mi orgullo y devorar esos labios rojos, sus caricias sobre mi piel, embriagarme con ese aroma tan especial y perderme en esos hermosos ojos como tantas veces lo había hecho.
— ¿_____(tu apodo) porque lloras? — era Ana -¡Rayos!- pensé, volteé a verla y me miraba consternada.
— No pasa nada solo me sentí algo mal — mentí y le sonreí forzadamente.
— Si quieres podemos irnos ya — me dijo tomando al cachorro.
— Si... será mejor que nos vallamos — le dije.
— Las llevamos — dijo Justin mirándome.
— No hace falta traigo el auto — le contesté.
— Pero no puedes conducir así — se estaba aprovechando de la situación.
— Claro que puedo — le dije molesta — Ya me siento mejor.
— ¿Segura? — no lo lograría — ¿Tu qué dices Ana? — le preguntó y esta rio tímida — ¿Las llevo? O ¿la dejas conducir? — lo miré fulminantemente — Podemos pasar por un helado — le dijo moviendo rápidamente sus cejas, los ojos de Ana se iluminaron. ¡Ama el helado!.
— ¡Sí! ¡Tú nos llevas! — Dijo feliz –Gracias hermana- pensé sarcásticamente.
— Entonces ustedes vallan por el helado y yo me iré a casa en MI auto — me crucé de brazos.
— mmm...— dijo poniendo su mano en su barbilla como pensando — Eso no se puede...
— Ja — reí sarcásticamente — Ahora tú me vas a decir que puedo hacer y que no — le reclamé.
— No, pero te daré dos opciones — ambas pequeñas nos miraban divertidos — Podemos ir en tu auto, te llevo a casa y luego yo regreso por mi auto...— dijo sonriente — O podemos ir en mi auto por un helado, dejamos a Ana en casa al igual que a Jazzy y regresamos tu y yo por tu auto— levantó su ceja izquierda y sonrió.
— ¿No hay una que no implique a ti y a mi juntos? — le dije y se escucharon las pequeñas risitas.
— Entonces... ¿recuerdas la última vez que no quisiste subir a mi auto? — Sonreía torcidamente, pero yo solo lo miraba seriamente — No quería volverte a hacer pasar por eso pero...— dijo y de un momento a otro me cargaba sobre su hombro.
— ¡Justin! — grité mientras el corría — ¡Bájame ahora! — le ordené.
— Ana... ¿la bajo? — Se detuvo para preguntarle a mi hermana quien reía a carcajadas.
— ¡No! — dijo riendo.
— ¡Ana! — le reclamé y solo seguía riendo — ¡Bájame ya! — todos volteaban a vernos y se reían o incluso nos miraban enternecidos.

Dejó de correr más no lograba ver más que su espalda, la cual era víctima de mis golpes, pero escuché como desactivaba la alarma, habíamos llegado a su auto.

Abrió la puerta del copiloto y me metió en el auto, sonrió victorioso y tomó el cinturón de seguridad y se acerco para asegurarlo y justo cuando pasó le susurre un 'Idiota'.

Cuando se escuchó el clic del cinturón se acercó a mi oído.

— Yo también te amo...— susurró riendo.

Cerró la puerta pero no sin antes poner el seguro infantil para que la puerta no se abriera desde adentro. Rodeó y subió del lado del piloto volteó y me sonrió pero yo rodé mi rostro y dirige mi mirada hacia la ventana.

Puso en marcha el auto, cada vez que paraba en los semáforos, giraba hacia mí para verme, mas yo solo lo ignoraba.

— Llegamos — dijo parando el auto en el estacionamiento de una heladería.

Todos bajaron y yo seguía adentro del auto, entre mis planes no estaba bajarme. Pero Justin me abrió la puerta y tendió su mano hacia mí, como solía hacerlo siempre.

— No voy a bajar — le dije cruzada de brazos.
— Te compraré un helado — me dijo sonriente, no entendía como podía actuar como si nada hubiera pasado.
— A mi no me comprarás con helados — le dije sin voltear a verlo.
— Vallan a adentro y pidan ahorita voy yo a pagar — les dijo a Jazzy y a Ana ambas corrieron hacia el interior de la tienda — ¿Entonces que necesito? — se puso en cuclillas.
— Justin solo quiero que me dejes en paz, ya te lo dije.
— Pero yo no quiero hacerlo...— tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos — Yo quiero estar contigo — atrajo mi mano a sus labios y besó el dorso de esta.
— Pero yo ya no quiero estar contigo — le dije fríamente.

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Justin Bieber y Tu - El niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora