Alcé la mirada en el momento en que escuché como bajaban los escalones, sabía que estaba mal lo que estaba haciendo, utilizando la excusa de ver a Hannah solo para ser el primero en ver a Amy, que bajo había caído.
La ví, se veía igual de hermosa que siempre, sentía unas inmensas ganas de terminar con la distancia que nos separaba y besarla, quería sentir de nuevo sus fríos labios sobre los míos, ella era todo lo que quería y lo que no podía tener.
—Te ves hermosa —le dije con una sonrisa ladina en mis labios, tratando de ocultar todos los sentimientos que me provocaba el solo verla.
—Gracias —ella sonrió evitando mi mirada, sabía que la estaba incomodando—. Hannah no tarda en bajar —me aclaré la garganta y asentí.
—Lo sé, estoy esperándola —mentí y ella asintió—. Matthew te espera en la entrada —la castaña asintió y continuó con su camino, al pasar a mi lado pude percibir el olor a su perfume.
—Nicholas —la escuché pronunciar mi nombre al detenerse unos pasos detrás de mí—. Me alegro de que Hannah te tenga, sé que la protegerás muy bien —esas simples palabras habían logrado provocar miles de emociones en mí.
Ella se marchó, mientras yo me quedé a esperar a que Hannah bajara, cuando lo hizo no pude evitar un sentimiento que me asaltó. A decir verdad, esa morena se estaba convirtiendo en alguien muy especial para mí.
Tal vez Amy todavía dominaba gran parte de mis pensamientos, pero eso no evitaba que cierta chica de cabellos negros se colara de vez en cuando en ellos.
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Lo bueno casi siempre es lo inesperado.
AcakEn este apartado estaré subiendo capítulos especiales de cualquiera de mis historias.
