Feeling it out (Alex/Harry/Louis)

Capítulo cuatro (tercera parte).

Alex empezó a limpiar el departamento al día siguiente.

Ya había hecho un trabajo bastante completo. Los pisos estaban fregados y relucientes, las almohadas en el sofá estaban ordenadas y la cocina llena de flores frescas. Pero la esencia de Harry estaba en todo, y Alex hizo lo mejor que pudo para eliminarla.

Louis no tenía que hacer ningún recado, así que se sentó en silencio en el sofá mientras Alex limpiaba, su cuerpo enroscado con un libro sin abrir en sus piernas. Miró mientras Alex iba de habitación en habitación, sus fosas nasales expandiéndose mientras intentaba encontrar algo que siguiera oliendo a Harry. El problema era que su olor estaba en todo. Canela y miel cubría la esencia de Louis. Estaba en los platos y en las tazas de café, en las sillas de la cocina, en el gancho del pasillo.

Alex tomó cada taza, se sentó en las sillas y contó hasta que ya no pudo oler a Harry. Se movió a la sala de estar y se subió al sofá, tallando su glándula de olor en la parte posterior de este y presionando sus brazos manos en el asiento. Louis solo lo miró y suspiró.

"¿Eso es necesario?" preguntó.

"Sí," siseó Alex en voz baja.

"Cierto. Cierto. Perdón por preguntar." preguntó Louis. Finalmente abrió su libro, y Alex lo miró y sacudió la cabeza. Besó su frente firmemente y Louis lo miró a través de sus pestañas.

"Estoy haciendo eso para que podamos volver a la normalidad," dijo, "Entiendes, ¿verdad?"

"Claro que sí, bebé," dijo Louis con una suave sonrisa, "Sigue."

Alex asintió y luego se levantó del sillón y fue hacia el pasillo. Su habitación aún olía demasiado a Harry, aún cuándo ya había lavado las sábanas. Aún así entró, se acostó en la cama, tomó sus camisas y les pegó su olor, fue al baño y tocó cada objeto, incluso si el cuarto ya casi no olía a Harry.

Luego fue hacia el baño de invitados e hizo lo mismo, quedándose ahí un poco más a que Harry evidentemente había pasado más tiempo ahí. Y luego, el cuarto de invitados.

No había cambiado las sábanas, así que aún olía a Harry por todas partes, y arrugó la nariz mientras se recostaba en la cama. Podía simplemente cerrar ese cuarto, pero la cosa era que no quería a Harry en ningún lado. Quería que su hermano saliera de su casa y lo dejara solo. Así que rodó entre las sábanas y frotó su glándula de olor en las sábanas y sacudió su cabello sobre las almohadas, y luego caminó por la habitación, abriendo los cajones de la cómoda frotando sus manos en su interior. También abrió el armario, esperando la misma cosa -vacío al que miraría y luego intentaría reclamar.

En su lugar, vio un jumper colgando en el armario de otro modo vacío.

Definitivamente era de Harry- pudo olerlo inmediatamente. Y era algo que Harry ya debía tener y que llevó consigo- era de color crema pálido y tenía el collar bordado con rosas rojas. Era algo que Alex no se pondría, pero Harry siempre aparecía con coloridas camisas y jumpers con diseños de leones y mariposas, sus manos siempre estaban llenas de anillos y sus muñecas atrapadas en brazaletes demasiado grandes que admitía comprar en tiendas para omegas. A Alex siempre le confundía lo mucho que Harry amaba la ropa y las cosas brillantes, pero lo hacía feliz así que lo dejaba en paz.

Ahora, sin embargo, arrancó el jumper de su percha y se apresuró hacia la sala de estar.

"Harry dejó uno de sus estúpidos jumpers aquí," dijo Alex, "Creo que lo quemaré."

"¿Qué?" dijo Louis. Miró hacia Alex, y luego sus ojos fueron hacia el jumper en sus manos y sus cejas se levantaron.

"No sabía que había dejado algo aquí," dijo Louis, "Realmente casi nunca fui al cuarto de invitados."