Would you still love me?

Aliados

—Necesitarás más que mi ayuda, Harry.—. Tom comenzó lentamente, con la barbilla en la mano, con una pequeña sonrisa formándose en sus labios. La hermosa rabia que fluía de Harry era intoxicante, una que había sentido muchas veces hacia las mismas personas que a menudo le hacían sentir la misma ira. —Con mucho gusto te ofreceré todos los recursos que pueda, sin embargo, necesitarás ayuda de alguien además de mi.—

Las características de Harry se retorcían deliciosamente, Tom tenía el ángulo perfecto. Tener a un joven y poderoso mago de rodillas ante ti siempre sería una vista conmovedora, si le preguntases. Era obvio que Harry pensaba de manera diferente, un punto de debilidad cuando miró al mago que estaba encima de él.

—¿Qué quieres decir con que necesito ayuda de alguien además de ti?— La voz de Harry se escuchaba a través de sus dientes, su ira aumentaba más. Era una ira enfocada, casi contenida, dejando a Tom contento casi burlándose.

—Necesitas amigos, Harry, Aliados. En ambos lados. Compartiría el mío, pero, ya era bastante difícil encontrar seguidores que no se apresuraran a matarte o salvarte en mi círculo íntimo. Hasta ahora, solo confío en dos con su seguridad, y ya los has marcado de por vida.—

—¿Snape y Malfoy? ¿Confías en ellos?—Era incrédulo, Harry contenía un odio evidente hacia los otros hombres. Se estremeció cuando se arrodilló en el suelo, comenzando a parecer incómodo con la situación.

—En el momento en que percibí tu furia, y que venías a buscarme, los envié lejos. Me sentí más seguro para todos los involucrados. Ellos son mis más cercanos. Lucius ha estado desde que tomó el lugar de su padre, y Severus desde que tomó el lado de Lucius. Confío en su fe en mí y en ellos mismos.—

Tom tomó un descanso en sus palabras, dándole a Harry un momento para pensar, para entender lo que el mayor estaba diciendo. Cruzando las piernas y recostándose en su asiento, Tom dirigió una mirada calculada al mago más joven. —Seguramente tienes un amigo, alguien que te ayudaría ahora que has aprendido la verdad.—

—Ya no.—Estaba tranquilo, tan tranquilo que Tom casi no lo escuchó. Era inquietante, lo silenciosa que se había vuelto la habitación y la pérdida en los ojos de Harry. Algo que Tom no entendió.

—No tengo amigos. La mayoría de ellos trabajan para Dumbledore o... —Harry respiró hondo y tembloroso,—No serían amigos míos después de lo que hice. En lo que me he convertido. He matado a personas, no solo eso, sino que las asesiné horriblemente. He estado viviendo con serpientes. He comido animales al azar crudos y lo he disfrutado. ¿Quién querría ser amigo de un monstruo como ese?—

Tom rió, delicioso y embriagador, su cabeza echada hacia atrás con la diversión. Casi se rió más ante el shock de Harry. —Harry Potter, ¿sabes las cosas que he hecho? He hecho eso y más. Créame, todavía hay personas que disfrutarán de tu compañía, o que solo quieren el mismo objetivo que tú. Ellos te ayudarán.—

De pie, y levantando a Harry para hacer lo mismo, Tom pasó la mano por el cabello del joven, con una sonrisa salvaje en su rostro. —Tengo mucho que enseñarte, Harry. Cuando termine, no solo habrás destruido a todos los que te han hecho daño, sino que estarás a mi lado, uno de los magos más poderosos del mundo. Ayudándome a gobernarlo.—

Con eso, Tom dejó su propia oficina, dejando a Harry estar en su propia confusión y asombro.

 Queridos Doppelgangers.

Espero que esta carta los encuentre bien. Sé que probablemente no quieran saber de mí, pero necesito hablar con alguien. Si no quieren responder, o incluso leer esta carta, solo les pido que no le digan a nadie más que les envié ésto. Espero que, como alguna vez fueron mis amigos, al menos hagan eso por mí.

Estoy a salvo, aunque no como lo hubiera llamado seguro en mi pasado. Estoy con Voldemort. Él me está ayudando después de lo que hice, y sí, lo que hice estuvo mal, pero se lo merecían. Fueron parte de los pocos que creyeron lo que me hicieron, saben que se lo merecían. Pero ahora, alguien más merece justicia, ya sea mi manera o no, espero que mi carta los ayude a decidir.

Voldemort me ha dicho algo. Soy un horrocrux, un objeto usado para contener un trozo del alma de alguien para que pueda vivir infinitamente. Soy el horrocrux de Voldemort. Dumbledore lo sabía desde el principio. Él quiere que yo muera. Me dejó crecer en el infierno para que me matara o creciera lo suficientemente humilde como para morir por esta causa por la que no me importa.

Necesito saber quién más sabía sobre esto. Necesito mis cosas, y la información. Pueden estar ahí para mi? Entenderé absolutamente si no lo hacen. Yo tampoco lo haría. 

 Serpentina

Querida Serpentina. 

Honestamente, nos sentimos insultados de que lo preguntes. Obviamente, estamos aquí para ti. Estábamos muy preocupados después de que desaparecieras, ¡pero nos hemos puesto en guardia lo más posible de tus cosas! Nos alegramos de que estés a salvo, y aunque no estemos de acuerdo con la forma en que se hizo, sí, se lo merecieron.

Si Voldemort dice la verdad, estamos furiosos por ti. Tu nuestro amigo Harry, no eres un cordero sacrificial. Te informaremos lo que necesitas saber, siempre y cuando prometas mantenerte en contacto. Nos preocupas sabes.

¿Podemos decirle a los demás? Ellos realmente se preocupan por ti, y quieren que estés a salvo. Ellos mantendrán tu secreto, nosotros nos aseguraremos de ello. Sabemos en quién confiar, lo prometemos. 

 Doppelgangers.

Harry dejó la carta, mirando fijamente hacia adelante, pensando, tranquilo, acerca de la respuesta de sus amigos. Los gemelos lo habían sorprendido, respondiendo, y positivamente a eso. Diciéndole que había otros que querían hablar con él, que todavía creían en él, querían ser sus amigos.Continuó pensando en lo que dijo Riddle, que necesitaba aliados para ayudarlo en su lucha. Los gemelos siempre estaban cerca de él, como si tuviera hermanos. No estaba seguro de querer llevarlos a esta batalla entre la "luz" y él mismo, pero sabía que los quería en su vida.No sabía qué habría hecho si le hubieran negado.

Tomando su decisión, Harry recogió su pluma una vez más, y recurrió a su fuerza para escribir a sus amigos una vez más.

Queridos Doppelgangers.