Capítulo 3: Lo que no debe ser visto

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Los días pasaron con relativa tranquilidad, comenzaba a acostumbrarme a vivir con Karen y al parecer ella igual. Recordé que habíamos ocupado la casa de mis abuelos para construir un invernadero en su terreno, aunque apenas estaba listo, lo único que faltaban eran las semillas, Karen se ofreció a ayudarme y entre los dos estábamos dispuestos a plantar lo que pudiéramos ahí, así ahorraríamos un poco y otra parte podríamos venderla, aunque eso tardaría, pero igual sabia donde conseguir cosas económicas, así que compraba de todo tipo y Karen solía salir a venderlas, aún estaba en desarrollo, pero era una pequeña fuente de ingresos en lo que trabajábamos. En cuanto a las cámaras, bueno, eso era otra cuestión.

Al inicio fue muy aburrido revisar todo, solo de vez en cuando se veía a la basura aventando cosas a la cerca solo para comprobar si aún estaba electrificada, de ahí en fuera todo era normal y aburrido.

—Oye Marcus, ¿cómo en cuanto tiempo estará listo lo que sembramos?— pregunto Karen mientras hacía cuentas de lo que gastábamos a la semana, apenas llevábamos una semana pero ya se estaba preparando.

—Como de 2 a 3 meses, siendo sincero no he plantado nada pero eso fue lo que nos dijeron.

—Entonces no tienes ni idea— dijo.

—Solo es un aproximado, quizás sea menos.

—Está bien, solo queda esperar, por ahora no tenemos muchos ingresos así que no nos podremos dar tantos lujos— dijo mientras leía una lista llena de números y rayones que no me dejaba ver—. ¿Volverás a estudiar?

—Hasta el siguiente año.

—Aun así deberías estudiar cuando puedas, aún queda la segunda vuelta.

—Tranquila, estaré bien— dije—. ¿Tú quieres estudiar?

—Tal vez, por ahora debo buscar un trabajo, tu como sea tienes formas de obtener ingresos así sean pequeños— dijo ya exhausta —. Yo debo trabajar, no puedo estar siempre bajo tu cuidado.

—Está bien.

—Sí, no te preocupes, aun viviré aquí, yo puedo vivir sin tu cuidado, pero sé que tú aun no puedes estar sin mí— dijo sonriendo—. ¿Me ayudas con la comida?, sabe mejor si lo hacemos juntos.

De cierta forma por ahora las cosas estaban muy bien, tan bien que me preocupaba. Aun así lo disfrutaba, pues una vez pasaran unos meses debía trabajar y ahí las cosas seguramente se pondrían difíciles. Pero por ahora, aun si no estaba bien, quería disfrutar de esta calma.

A la siguiente semana ya me sentía bien, solo me sentía cansado pero aun así tenía energía, era algo extraño. Así que me la pasaba mirando horas y horas de vídeo, Thomas trabaja así que no podía verlo, aunque al ser fin de semana vino un rato.

— ¿Enserio no has encontrado nada Marcus?— dijo mientras me ayudaba a ver las cintas—. Tienes en todos lados, aunque lo único que hacen es arrojar cosas a los terrenos.

—Sí, aunque últimamente un grupo extraño suele desviar su rutina y pasar enfrente de casa— dije señalándolos—. Los reconozco de casa Karen, aunque no se quien sean.

—Ahora que lo mencionas es raro que ellos pasen por esta calle, es más largo y no hay muchas casas— respondió—. En si no sé qué esperas encontrar, ¿algún ladrón?

—Siendo sincero ni yo sé que estoy buscando.

—Deberíamos llamar a César cuando llegue, él tiene buena vista.

— ¿Aún no llega?— pregunté.

—No, aún está de vacaciones con su abuela, pero dice que en una o dos semanas ya llega.

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⏰ Last updated: Jul 10, 2019 ⏰

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La Leyenda del Fénix Tomo 1: Lo desconocidoWhere stories live. Discover now