summer love; seulrene (terminada)

4 》 city nights

Joohyun se encerró en su cuarto. Eran las 11:00 PM. Pensó en irse a dormir o hacer algo mientras "esperaba" a Seulgi. Decidió que era mejor quedarse despierta, ella seguro vendría a la madrugada. Abrió una bebida energizante y tomó un poco, quería que le durara bastante.

Abrió la ventana y el viento costero entró a su habitación, miró las luces de la ciudad y las estrellas. Sentía que podía volar por encima de los enormes edificios y enormes ciudades, y se sentía libre.

Se paró y busco su celular para poner música. Bailó a través de toda la habitación sintiéndose ella misma. Después de un rato, se recostó en su cama mirando el techo de la habitación, ¿Qué estaba haciendo? Se rió. Hace mucho que no bailaba y pasaba un tiempo a solas con ella misma. Se levantó y comenzó a bailar de nuevo. Sonaba una de sus canciones favoritas, Paradise de Bazzi.

"If all we got tonight, let's do this right
Let's do this right
Let's go to paradise!"

Toc, toc.

Joohyun pausó la música y miró hacia la ventana. Era ella. Miró rápidamente el celular y miró la hora, eran las dos de la mañana. Sonrió y corrió hacia Seulgi, y abrió la ventana tratando de hacer el menos ruido posible.

— Pensé que no vendrías. — dijo Joohyun.

— Estoy teniendo un dejavú — dijo Seulgi, sonriendo.

La castaña trató de entrar sin caerse, tomando las manos de Joohyun.

Entonces fue cuando Joohyun la vió. A Seulgi, con la ventana abierta detrás de ella, hermosa como la noche y sus estrellas y su ciudad de Busan.

— Estabas muy linda bailando.

— No sé si esto es demasiado cliché o demasiado perfecto. — dijo Joohyun, desde lo profundo de su corazón, sosteniendo aún más fuerte las manos de la más alta. Estaba enamorada, oh, tan perdida en los ojos de Seulgi. Se sentía una idiota, pero su corazón latía muy fuerte al verla a Seulgi sonreír.

— ¿Vamos? — dijo la castaña, en un susurro, que a Joohyun le pareció un grito, porque resonó en su cabeza como nunca nada hizo, pero le pareció tan suave, como si lo hubiera dicho en el tono de voz más dulce que exista.

— Si.

Y bajaron las escaleras de emergencia, entre risas y algunos grititos de miedo. No se necesitaba ni una palabra, el "silencio" entre ellas era perfecto. Por suerte, Joohyun no vivía en un piso muy alto y pronto se encontraban corriendo por el asfalto. Guíada por la mano de Seulgi, corrieron juntas hacia la playa.

— Eso fue lo más divertido que hice en mi vida. — diji Joohyun, agachándose tratando de recuperar el aire.

— La noche recién ha comenzado. — dijo Kang, sacándose sus zapatillas, y miró por un segundo a Joohyun, determinada. Ella repitió el gesto y se sacó sus zapatillas. Seulgi le indicó con la mirada para que la siguiera. Y volvieron a su "lugar de siempre".

Ambas se sentaron en la arena, esta vez un poco más cerca del mar para poder mojarse los pies cuando subiera la marea. Miraban hacia el horizonte, donde se conectaba el mar y el oscuro cielo. Seulgi movió un poco su mano para tocar la de Joohyun, quien lo notó, y la entrelazó. Se acercaron un poco más, para sentirse más juntas de lo que ya estaban. Joohyun respiró y suspiró.

— Quiero que este momento nunca termine.

— Entonces hagámoslo inolvidable. — le propuso Seulgi.

— ¿Como haces para siempre responder cosas tan cursis? — Joohyun miró a Seulgi, y se sonrojó al darse cuenta que ella ya la estaba mirando.

— Es lo que pasa cuando te enamoras.

Entonces Seulgi tomó la cara de Joohyun en sus manos, y la miró, y se sentía tan afortunada de tenerla. Y juntó sus labios con los de ella, los que tanto había deseado, y los que tanto disfrutaba ahora. Su corazón floreció en miles de emociones hermosas al igual que el de ella. Sus corazones florecieron juntos.

— Bésame de nuevo. — le pidió Joohyun apenas se separaron, y Seulgi la besó dulcemente mientras sonreía.

¿Algo más perfecto que este momento? Pensó Joohyun.

Y cuando terminaron, el Sol ya estaba apareciendo.

— ¿Qué hora es? — dijo la pelinegra, y tocó su bolsillo buscando su teléfono — Mi... Mi celular, me lo olvidé.

— Es mejor así. — Joohyun la miró, en algo tenía razón — Deben ser las cuatro.

— Puedo quedarme mucho más. Mis padres se despiertan a las seis o siete más o menos.

— ¿Puedo decirte Irene? — dijo Seulgi después de unos segundos, mirando el cielo.

— ¿P-por qué?

— Irene significa paz, — la miró — y tu me das paz. — Joohyun se sonrojó.

— ¡Basta! Eres muy dulce. — dijo "Irene". Seulgi sonrió.

— Solo es un apodo, no te lo diré todo el tiempo.

— Está bien. Yo seguiré diciéndote Seulgi, me gusta así.

— Okey, ¿Qué quieres hacer más tarde?

— Mhm... ¿Por qué no vamos a un café?

— Me parece bien. Déjame acompañarte hasta tu casa, debes descansar. — Seulgi se colocó sus zapatillas y se levantó, y ayudó a Joohyun a levantarse.

Caminaron hacia su edificio, y subieron las escaleras de emergencia otra vez. Joohyun abrió su ventana y entró a su habitación.

— Adiós. — sonrió Seulgi, al otro lado de la ventana.

— ¡Espera! — gritó, no tan alto, Joohyun, cuando la castaña comenzaba a bajar las escaleras.

— ¿Qué pasa? — le preguntó Seulgi. Fue tomada por sorpresa por Irene, que le dió un pequeño beso.

— Ahora sí, buenas noches. — dijo Joohyun y cerró la ventana. Seulgi sonrió y le susurró buenas noches, aunque supiera que ella no la escuchaba.