— ¡Joohyun!La pelinegra abrió sus ojos, sus párpados le pesaban del sueño. Se dió cuenta que Seulgi no estaba en la cama, y miró hacia la ventana, estaba cerrada. Suspiró algo triste, aunque sabía que lo más probable era que Seulgi se fuera cuando ella despertara.
Se levantó y comenzó a cambiarse de ropa. Hoy era el último día de sus vacaciones en la playa, el tiempo le pasó bastante rápido desde que conoció a la castaña. A veces pensaba que en realidad era todo una fantasía que ella había imaginado, porque era demasiado perfecto, un típico amor de verano cliché como en las películas. Pero cuando se daba cuenta que era la realidad, se sentía algo triste, no quería irse de ahí, quería ver a Seulgi todos los días.
Volvió a mirar hacia la ventana, con esperanzas de que la castaña apareciera de la nada. Notó que en el marco de ella había un pequeño papel, Joohyun se acercó y abrió la ventana para verlo.
Te debo un McDonald's :) Ven al del centro comercial a las 8, además tengo una sorpresa para darte. — Seulgi 🐻
Irene no pudo evitar sonreír por el intento de firma de Seulgi, era la cara de un osito. Era tan mágico como un par de días podían cambiar por una persona, Joohyun no se daba cuenta pero cada vez que veía algo que le recordaba a Seulgi, sonreía y su corazón latía un poco más rapido.
— Te veo entonces, osito. — susurró, como si la castaña pudiera oírla.
[...]
Seulgi la saludaba, pero la pelinegra seguía sin notarla, entonces saludaba más rápido aún. Cuando Joohyun la notó, lanzó una risita, que hizo que la castaña se sonrojara un poco al darse cuenta de su torpeza.
— ¿Como has despertado sin mi? — preguntó una vez que Irene se sentó en la mesa.
— Triste. Eras tan cómoda. — rió — Entonces, ¿Cuál es la sorpresa?
— No, no, no, vas a tener que esperar hasta después de comer para que te la dé. Vamos. — ambas se levantaron para pedir su comida.
[...]
— Seulgi — la castaña la miró, un poco sorprendida por su tono de voz desanimado.
— ¿Qué pasa?
— Hoy es mi último día en Busan. — Irene notó la cara triste que Seulgi puso durante unos segundos.
— Está bien, no estemos tristes, vamos a divertirnos. Pero primero déjame terminar mi hamburguesa.
Joohyun rió, le encantaba la simpleza y positivad con la que Kang manejaba las cosas. Tenía hambre, comía; pensaba algo, lo decía; estaba aburrida, simplemente iba a hacer algo para divertirse. La admiraba, realmente quería ser como ella.
— Bueno. — dijo Seulgi con la boca llena — ¡Aquí está tu sorpresa! — sacó dos pares de calcetines de su pequeña mochila. Un par tenía un estampado de ositos, y el otro uno de conejitos. Irene rió una vez más, ante la actitud tan infantil de la castaña. — Somos tú y yo. Yo soy como un oso, y tú eres como un conejo. — sonrió.
— Gracias, Seulgi, son muy lindos. — Joohyun tomó el par de calcetines de conejos, y observó la cálida sonrisa de la castaña. Se sentía muy feliz — ¿Qué vamos a hacer ahora? — la contraria la miró como si hubiera dicho una estupidez.
— Lo mismo de siempre, ir a la playa, o a la ciudad, tratar de subir a las terrazas de los edificios sin que nos echen los de seguridad, obvio. — Seulgi intentó lo mejor para mantener su cara seria, pero le causó gracia su propio sarcasmo y no pudo evitar sonreír.
[...]
Joohyun giró confundida cuando sintió que la mano de Seulgi soltaba la suya. La vió a la castaña frente a una máquina expendedora, poniendo algunas monedas para comprar unas sodas.
— ¿Por qué eres tan linda?
— ¿Q-qué? — se sonrojó.
— Si, solo estás ahí parada comprando sodas, con tu chaqueta vieja, pero estás hermosa. — Joohyun se acercó y le dió un fuerte abrazo por la espalda. Seulgi se giró y sostuvo su cara, que lucía cien veces más adorable y pequeña entre sus manos.
— Y tú también estás hermosa. Así, sin nada. Podrías usar una bolsa de basura como vestido y seguiría pensando que eres la chica más linda del mundo.
— Bésame.
Seulgi acercó su cara y dejó un dulce beso en los labios de Joohyun. Se separó para tomar las sodas, una para ella y una para Irene, y el resto las guardó en su mochila.
— Vayamos al edificio donde estoy yo, tiene una terraza y podemos subir a ella, pero por las escaleras de emergencia. — Seulgi la miró mientras pensaba en su propuesta, eran como unos quince pisos, y subirlos todos por la escalera de emergencia era una locura. Pero lo haría, así que asintió con la cabeza, aceptando.
Llegaron, se miraron y rieron, y comenzaron a subir las escaleras, Seulgi constantemente tenía que parar para ayudar a Joohyun porque tenía mucho miedo, pero pudieron subir hasta la terraza.
— Al fin. — dijo la pelinegra recuperando el aire. Cuando pudo calmarse, abrazó a Seulgi fuertemente. — ¡Lo hicimos! — y dejó un pequeño beso en sus labios.
Ambas se acostaron en el suelo, y la castaña sacó las latas de soda que había guardado, y puso música en su teléfono.
— No quiero irme. — dijo Irene mirando al cielo, su voz temblaba un poco.
— No te pongas tan mal, un tren de aquí a Daegu es un viaje de una hora casi, podría visitarte algunos días al mes.
— No es eso, no sería lo mismo. Esto no parece real. Nunca me había sentido tan feliz en mi vida. — Joohyun se acercó a Seulgi y se acurrucó en su pecho, dejando caer alguna su lágrimas. — Mi vida es muy aburrida, y no sé que va a pasarnos a nosotras en un futuro, pero estos momentos son lo mejor que me ha pasado. Gracias, Seulgi.
— No tienes porqué agradecerme, yo también la he pasado muy bien. Te quiero. No estés triste, ¿Si? — sostuvo la cara de la mayor y dejó un beso en su frente — Vamos a pasarla bien, a tomar sodas y a bailar. — Seulgi tomó su mano y la invitó a bailar con ella. Bajo la luz de la luna y de las estrellas, en la terraza de un edificio, ahí estaban, bailando, aprovechando aquel momento como podían, Joohyun sentía que todos los planetas se alineaban para darle momentos así de perfectos, y Seulgi se sentía igual.
[...]
— Sshh, cuidado — exclamaba Irene al abrir la ventana de su habitación. Al entrar se sacó la chaqueta que Seulgi le había dado porque tenía frío, y se acostó en su cama. — Ven. — hizo un puchero, invitando a la castaña a que se acostara con ella.
— Pero mi ropa está toda sucia, ya me tengo que ir. — dijo algo triste.
— No, no — Irene volvió a hacer un puchero, extentiendo las "o". Se levantó de la cama y tomó el brazo de Seulgi, obligándola a acostarse con ella. — Ya sé que podemos hacer. Mañana te levantarás temprano, saldrás por la escalera de emergencia, y le pedirás a mi mamá entrar al apartamento para saludarme antes de irme. — Kang río ante el magnífico plan de Joohyun, pero estaba tan cansada, que simplemente se durmió con ella en sus brazos.
ESTÁS LEYENDO
summer love; seulrene (terminada)
Fanfiction" no sé si esto es demasiado cliché o demasiado perfecto." red velvet | fluff | short story | completada @moonxeption