Love Talk

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{Jackbum}

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>> El teléfono vibró mientras estaba comiendo con su familia. Sus primos hablaban sobre salir a la playa ese verano, tal vez la isla de Jejú y pescar. Jaebum amaba pescar, le llenaba de paz y era algo que su padre le había enseñado desde que era pequeño. ¿Y qué mejor que hacerlo con su loca familia?

Pero entonces le llegó un mensaje, no cualquier mensaje. El mensaje era de él, de Jackson. Había vuelto a Corea. Y antes de que sus primos siguieran convenciendo al resto de la familia, él simplemente salió corriendo de su casa mientras gritaba que ya tenía otros planes para ese verano.

Tomó un autobús y pronto terminó frente a una casa en la que había pasado muchos de sus veranos; La casa de la familia Tuan, ubicada en un bonito barrio de clase alta. Sin esperar por más, secó el sudor en la palma de sus manos con sus pantalones y caminó hacia la entrada.

Tocó el timbre y no pasó mucho para que Mark abriera la puerta, mirándole con una sonrisilla traviesa. Sin pedir permiso lo hizo a un lado y entró en busca de su objetivo, no tardó en encontrarlo, notando rápidamente que su cabello castaño había crecido y que estaba devorando una hamburguesa como si no hubiera un mañana. Lo cual se convirtió en una verdadera amenaza cuando sus miradas se encontraron y Jackson empezó a toser mientras su cara se volvía roja.

Tuvo que ayudarle con la maniobra de Heimlich.

− ¿Regresas de América y lo primero que haces es comer una hamburguesa? – Cuestionó burlón, una vez que el chino empezó a beber agua para pasarse el susto que le acababa de dar.

− ¡Exacto! – Lo señaló acusador, con el vaso aun en su mano. – ¡Recién vuelvo a Corea y lo primero que haces es intentar matarme! ¿Dónde quedó el amor que me jurabas?

Jaebum no tardó en darse cuenta que el chico había terminado la oración de forma torpe, casi titubeante. Mirándole aun, pero ahora con nervios que no tenían nada que ver con que por su culpa casi muere asfixiado.

En respuesta, acortó la distancia agarrándole la cara con ambas manos para jalarlo hacia él y unir ambas bocas. Un beso torpe también, que empezó suave y terminó aún más torpe porque Jackson lo alejó alarmado.

− Estoy comiendo cebolla y pepinillos −. Aclaró con el sonrojo cubriéndole el rostro, del cuello a la punta de las orejas. Jaebum redireccionó la mirada hacia el lugar donde se encontraba lo que quedaba de la hamburguesa, prácticamente nada, al menos para él que podía comer una en dos mordiscos.

Ninguno dijo algo más por los siguientes segundos, casi minutos. Simplemente mirando a su alrededor o mirándose entre ellos de vez en cuando. Jackson parecía ya no tener ganas de comer y Jaebum sólo pensaba en que él ahora también quería una hamburguesa y luego besar de nuevo a Jackson.

− ¿Ya puedo pasar? – Se escuchó la voz de Mark junto a la pared del pasillo.

Jaebum en vez de responder, asomó la cabeza hacia el lugar de donde provenía la voz, preguntándole qué hacía ahí y por qué no había pasado desde hacía rato.

− Bueno, no los escuché hablar así que imaginé estaban ocupando sus bocas en otras... cosas −. Jackson nuevamente parecía un poco avergonzado, aunque ya no tanto como antes, lo que era bueno, muy bueno.

− A Jackson le apesta la boca −. Respondió el moreno, rascándose la nuca en un gesto casi despreocupado.

− ¿No trajiste tu cepillo de dientes? – Cuestionó Mark, sorprendiéndose de que su amigo olvidara algo tan importante a sabiendas de que se vería de nuevo con su hyung.

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