Extra: quenepa/limoncillo/ Guaya

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Dos años después de relación entre tú y Bakugo tus padres y tu hermano te dieron permiso para hacer el primer viaje como pareja, fueron al hermoso caribe y la República Dominicana era su última parada.

Caminando por las calles de un pequeño pueblo vieron a un chico vendiendo extraña fruta.

— Ni lo pienses. — avisaste mientras caminabas más rápido y tratabas de llevarlo contigo.

— Tranquila, quiero de esa fruta.

Gruñiste molesta mientras el pagaba y recibía un ramo con bolas verdes, te recordaba a Mineta. El vendedor le explicaba como debía comerlo y tu solo mirabas tranquila los dulces y pedías dos de leche cortada.

Lo besaste cuando estuvieron de frente nuevamente.

— Estas muy dulce. — dijo arrugando la nariz.

— Estas muy explosivo.

Besó tu frente y continuaron cada uno comprando cosas por ese mercadito, al siguiente día irían a una feria y después directo al aeropuerto.

Llegaron al hotel y Justo al llegar el té llamó y cuando te acercaste lo viste con la fruta que había comprado.

— No. — murmuraste con los ojos entrecerrados.

El refunfuñó algo que no entendiste y te atrajo hasta que te sentaste en la cama. Te indicó lo que debías hacer para comer la fruta y a pesar de que te opusiste llegaron a un acuerdo.

Mordiste retirando la cáscara, lamiste la pulpa naranja y mordiste descubriendo el leve ácido que no lo hacía desagradable del todo.

— Te toca cumplir. — dijiste buscando el dulce de leche cortada y la cuchara, Bakugo se acosto mientras se quejaba.

Al ver que no se sentaba tu te colocaste a horcajadas encima de él, tomaste un poco con la cuchara y lo llevaste a su boca.

— ¿Te gusta?

El se quedó viéndote con su habitual ceño fruncido. Se levantó levemente y te quitó el dulce colocándolo en la mesa de al lado bajo tu atenta mirada. Te besó.

Probaste por primera vez el dulce desde sus labios.

Frutas- Katsuki Bakugou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora