Era navidad, mis primeras navidades en Londres, mis primeras navidades sola.
Era mi primer año estudiando en Londres por una beca, mi familia no estaba nada bien y bueno, había tenido que buscarme un trabajo para ayudárlos económicamente pero, estas navidades no podía volver a España para verlos, mi padre había enfermado y no tenían dinero para pagar un médico así que, allí estaba yo, sola en Londres, sacando dinero de cualquier parte para envíarselo.
Como cada Lunes, mi despertador comenzó a sonar, eran las 5 de la mañana, estaba muerta.
- Necesito descansar. -bufé, nadie podía oírme, vivía sola.
Me levanté a duras penas, entré en el baño y me duché, me vestí, me sequé el pelo con una toalla y me dirigí a la cocina. Preparé un café, lo necesitaría, había pasado todo el fin de semana trabajando en una discoteca como camarera hasta altas hora de la madrugada.
Después de desayunar y terminar de arreglarme, cogí mi bolso y salí camino de la universidad, estudiaba administración y dirección de empresas, soñaba con montar una empresa y hacerme rica, en fin, sueños...
En la calle el día no se presentaba con buena cara, bueno, en realidad, el 90% de los días en Londres no se presentaban con buena cara.
Ya de camino a la universidad, el bus tuvo una avería y sí, tuve que ir andando el resto del camino, casi 2km de camino.
Aunque, por suerte había llegado antes de la hora, así que, me fui a la biblioteca, estudiaría allí y así por la tarde después de trabajar podría descansar.
- ¿Hola?
Alcé mi vista.
- ¿Hola...?
Era una chica castaña con unos profundos ojos miel.
- Perdón, llevo siguiéndote desde que saliste de tu portal...-la miré extrañada- oh no, no me malinterpretes, es que vivo en el mismo edificio que tú, y no me había dado cuenta de que estamos en la misma universidad...
- Oh, vaya, ¿en qué curso estás?
- En 1º
- ¿En serio? Yo también, no recuerdo haberte visto...
- Yo a ti tampoco, en fin, será que somos muchos..., soy Katherine, pero puedes llamarme Katy.
- Yo soy María, encantada.
- ¿Te importa si me siento?
- No, claro que no.
Pasé el resto de la mañana con Katy, era agradable tener a alguien con quien hablar, llevaba allí meses, y todavía no había mantenido una conversación de más de 10 minutos, con nadie.
- Laura, ¿volvemos juntas a casa?
- Oh, no, yo no puedo, tengo que ir a trabajar...
- ¿A trabajar?
- Sí, ya te contaré, ¡nos vemos!
Salí corriendo, la última clase había durado más de lo normal y tenía miedo de no llegar a tiempo, mi jefe se enfadaría.
- María, llegas más de media hora tarde. No puedo tener el bar desatendido, si no puedes hacerte cargo de tu puesto, buscaré a otra.
- Lo siento, se ha alargado la última clase…
- No te he pedido explicaciones, ponte a trabajar.
Y así cada día, estaba harta de ese señor, todo lo que hacía estaba mal hecho para él.
ESTÁS LEYENDO
Un Sueño De Navidad TERMINADA
Hayran KurguLa novela no es mia es de Deeeeei. La novela me gusto mucho.