Su braga se desliza por sus morenas piernas, mientras mis manos se aferran a sus caderas con fuerza marcando su piel.Marcas rojas la tiñen, le gusta rudo y sucio.
Empujó su cuerpo contra la pared, besando su cuello. Lleva la colonia que le regale, aspiro y me embriagó de aquel perfume.
La pelinegra me observa jadeando y con sus orbes me súplica que no pare.
Sonrió, y enloquezco por el deseo de tenerla en mi cama.
Dalia merecia arder en mi cama bajo mi cuerpo.
Toco sus senos bruscamente, tratando de abarcar los con mis grandes manos.
Pellizco sus pezones, mientras ella reacciona mordiendo mi cuello tras jadear constantemente.El libido sexual vuelve a controlar mi cuerpo, solo quiero follarla en varias posiciones y darle el placer que merece.
Caminamos en tumbos hasta mi habitación, cayendo en el gran colchón, mientras los resortes amortiguan nuestro peso.
Nos devoramos mutuamente, como animales hambrientos.
Sus mechones de cabello negro brillan en mis almohadas, mis manos se entierran en sus hebras. Jugando con el, formando una coleta firme.
-Me encanta el tatuaje de mariposa que llevas.- Sonríe pícara ante su comentario.
Sus dedos lo delinean en mi abdomen trabajado.
En segundos quedó debajo de ella, me monta como un animal y coquetea conmigo, provocándome que me excite un poco más.
No puedo apartarme de ella, creo que ella tampoco de mi.
Rodea mi polla con sus labios carmesí, y vuelvo a caer embriagado.
Juega con su lengua en mi falo, y solo puedo sonreír ante su acción.
Tengo la atención que necesito de ella, pero deseo más.
Siempre necesito más.
Dejo los juegos de lado, y voy directo a lo que quiero.
La penetro con fuerza, de su boca salen palabras inentendibles y gemidos incontrolados.
Nuestras caderas chocan, las suyas se elevan para recibirme. Como si fuera todo lo que quisiera.
La piel de sus caderas se enrojece bajo mi tacto, mi mente empieza a divagar.
Estoy teniendo sexo, pero acabo de irme hacia otro lado, o mejor dicho mis pensamientos solo fueron hacia alguien.
Cierro los ojos, concentrándome en mantener mi erección aún más, prohibiendo me acabar. Formando más olas de placer en mi cuerpo.
Un bufido ronco sale de mi, Dalia sigue gimiendo al sentirme dentro.
Y es aquel momento que en mi mente se proyecta las manos de un mujer en la oscuridad invitandome a que tome sus manos.
Abro mis ojos, mirando a Dalia aturdido. Pero ya no es ella, su cabello negro cambia a un castaño con destellos rubios.
Los ojos almendrados me miran seductoramente, y los labios son mucho más voluminosos.
Amara Moore está en mi cama.
Gime por mi, se toca con sus largas manos para mí y con su voz seductora me repite que la folle.
Perturbado paro en seco, niego con mi cabeza. Estoy por volverme loco.
Sus manos se aferran más a mi provocando que me queje, sus uñas dejan marcas que empiecen a arder.
Acaricia la zona, y siento su piel, fría pero suave.
-¡Dalia, detente!- Demando, tratando de no perder la cordura.
La veo sonreír, pero sigue sin ser Dalia, sigo viendo a Moore.
-Sigue con tu trabajo Harry, sigue haciéndome tuya.- Ronronea con su dulce voz.
Mi mente me juega una mala pasada, es solo un momento.
-Desarmame y cómeme entera.- Me invita.
La veo tan fogosa y sexual, mi mente no entiende que es lo que pasa.
Pero mi cuerpo la reclama como si quisiera explorar cada rincón de ella.
Sus ancha cadera se roza con la mía, golpeando suavemente nuestros huesos.
Ella esconde su rostro en mi cuello, succionando mi piel.
-Eres mío.- Susurra en mi oído.
Me arrastro por su cuerpo queriendo obtener todo de ella, vuelvo a penetrarla fuertemente.
Una y otra vez, sin pensarlo estalló en su interior, el calor embriagador y nuestros cuerpos unidos.
Me recuesto sobre ella sin hacer peso, la oigo respirar pesadamente.Me he quitado las ganas, pero no quiero salir de ella.
Me siento demasiado cómodo con mi rostro en su cuello obteniendo su fragancia.
-Harry sal de mi, quiero limpiarme.-Empuja mi cuerpo suavemente y sale de la cama.
Ya no es Moore, es Dalia y desaparece de mi vista, sigo en un estado inconciente.
Mi mente solo armaba la imagen de Moore con su mirada perversa y facciones extasiadas.
Dalia vuelve a la cama y se pega a mi, sus manos recorren mi pecho, de vez en cuando recibo caricias en mi cabello.
Es como si no estuviera ahí, detengo la mano de Dalia, entrelazando sus dedos con los míos. La llevo lejos de mi cuerpo, estoy demasiado agotado para sus caricias.Puedo sentir su respiración aún acelerada, se acurruca cerca de mi.
Y la dejo, no quiero sentirme tan solo.Cierro los ojos, meditando sobre todo. Jamás había estado en la cama con una mujer pensando en otra.
Pero Moore había perforado toda barrera y límite en mi.No podía entenderlo, era la mujer más bajo perfil que conocía. Y sin embargo ahora solo estaba ella en mi cabeza. Acaparando todo pensamiento.
Recordaba su cuerpo a la perfección y su cara extasiada no paraba de provocarme más oleadas de calentura y morbo.
Fantasear con ella ahora sería una condena, porque ya no podría mirarla con los mismos ojos en la oficina.
Buscaría el mínimo movimiento para observarla y deleitarme con ella.
Un roce mínimo para sentirla cerca.
Una mirada para sentir provocación.
Y escuchar su voz, baja y aguda para recordar cómo gime mi nombre.Amara Moore había logrado descolocarme.
Después de no sé cuánto tiempo me animo a subir un adelanto que había guardado en borradores, está sin editar y seguramente contenga errores. Pero quería entregarles un mínimo de agradecimiento por seguir leyendo.
Gracias infinitas a todas 💫

ESTÁS LEYENDO
Amarre ☆ Hes
Fanfiction"Te atare la carne y la piel para que sepas que eres mio." La belleza de portada esta hecha por @Pilllowtalk . Su trabajo es precioso y estoy feliz de que haya aceptado hacer el cover de esta fanfic.