Tres

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Cordura

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Cordura


Aquella noche no podía conciliar el sueño, di vueltas por toda mi cama tratando de buscar confort y no  funciono.

Como si Harry Styles se tratara de un hechizo en el cual había caído rendida, no podía sacar su voz de mi mente. Hacía eco en la madrugada, escuchaba su voz delineando mi apellido con su voz ronca y gruesa.

Creí que estaba delirando después de un par de horas, pero en verdad su voz no paraba de filtrarse en mí.

Provocando sucumbir un poco más en el enamoramiento que tenía por él. El provocaba esto por ser demasiado para este mundo, pedazo de hombre.

Cuando la luna desapareció del cielo y fue reemplazada por el cálido sol me di cuenta que no había pegado un ojo en toda la noche.

Me sentí enferma, con el cuerpo adolorido y una migraña se encargaba de torturarme.
Sonó mi alarma a las seis y media de la mañana avisándome que debía empezar a prepararme para el trabajo.

No me sentía bien, pero faltar significaba no apreciar a Harry. Y yo jamás me perdería de apreciar a Harry.

Active el reproductor de música y el aleatorio me sorprendió poniendo Habits de Tove Lo, era una de mis canciones favoritas. El ritmo suave me acompaño en mi preparación.

Del pequeño ropero empotrado que se encontraba en mi habitación saque un pantalón de jeans, junto una camisa blanca y de abrigo llevaría una chaqueta.

El día estaba nublado sin embargo los rayos de sol lograban filtrarse sin pudor, dando calor a los cuerpos transitantes de la ciudad.

El problema de mi cabello alborotado con esos rulos sin forma lo arregle con crema de peinar, odiaba formar mi cabello pero hoy quería darle otro detalle.

Eso es porque después de la conversación con Harry, realmente quería lucirme.

Todo era por él y para él, espero que algún día lo sepa. Porqué se lo repetiría las veces necesarias.

Oculte mis grandes ojeras con corrector y una base natural. Un poco de rímel para mis pestañas y estaba lista.

Mire el reloj  y eran las siete, tenía 20 minutos para tomar un poco de mi dosis de cafeína y saldría por esa puerta lo más rápido posible para tomar el metro de las siete y cuarenta que me dejaba diez minutos antes en el trabajo.


En el metro pensé en que jamás había faltado al trabajo, iba hasta los peores días de temporal, nunca quería perderme a Harry.

Amarre ☆ HesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora