one shots multifandom 🖤

jack gilinsky | pt. 2

fake smile pt. 2

Llevo al menos una hora probándome todo mi closet y aún no me conformo.

Podría usar un vestido, o una falda o un pantalón y ya, pero como sea llego a la conclusión de que me estoy vistiendo para él, ¡y no para mí!

—¡Camila, Jack ya llegó! —dijo mi madre desde de la plata baja, mientras yo seguía en brassiere y unas bragas de hello kitty.

—¡Ya voy! —grité mientras trataba de de desenredar mi cabello, pero solo logré hacer un gran nudo de pelo— ¿Podrías decirle que espere?

—Cami, dice tu mamá que... —dijo una voz que acaba de entrar a mi habitación.

No puede estar pasando.

—¡Cierra la maldita puerta! —dije lo más fuerte que pude y me tiré bajo la cama, pero él ni se inmutó.

Su reacción fue como si le hubieran dicho lo más gracioso del mundo, dejó una chaqueta cerca de la puerta y salió.

—Tu mamá dice que olvidaste tu chaqueta en el auto... —dijo desde el otro lado de la puerta.

Ni siquiera fui capaz de formular un «gracias», mi cara se había vuelto tan roja que me ardía y mis ganas de salir con él habían bajado de infinito a cero.

Me puse lo primero que encontré y salí dando un portazo.

Debería enojarme con mi mamá por decirle a Jack que me entregase la chaqueta, o quizá debería enojarme con Jack por entrara a mi cuarto sin tocar y verme en ropa interior; o quizá debería enojarme conmigo misma, por enamorarme de él.

—¡Adiós! —me despedí desde la parte de fuera de la casa esperando a que Jack saliera, pero su coeficiente es tan bajo que tardó unos cinco minutos en salir.

Empecé a caminar tan rápido que para cuando estábamos a mitad del camino recordé que Jack vino en su carro y probablemente se está riendo de mi dentro de su cabeza, así que paré en seco cuando llegamos a un semáforo.

Por alguna razón empecé a recordar la letra de esa canción triste que siempre que quiero llorar la escucho, así que empecé a llorar a mitad de la calle, frente a un montón de desconocidos.

Creo que él está cansado de mis dramas, es decir, lloro todo el tiempo, yo me cansaría de alguien así también.

—¿Ya ahora qué ocurre? —preguntó serio, obligándome a sentarme a un lado de la acera.

Levanté mis hombros y simplemente dijo «nada», pero al ver que él esperaba más que eso hablé.

—Me gustas, Jack, eso ocurre  —dije sin más y me sentí tan horrible porque sabía que eso traería consecuencias, pero a la vez sentí haber tirado todo ese peso que cargaba sobre mi.

Empezó a reírse como si lo que dije hubiera sido un chiste, no se si lo hace por estúpido o por los nervios.

Y sí que era graciosa la situación, mientras yo lloraba a mares en la calle él reía como si no hubiera mañana.

—¿Cómo que te gusto? —preguntó esta vez calmando un poco su risa.

¿Lo pregunta en serio?

—¿Cómo dices? —pregunto— ¡Que me gustas idiota! De gustar, me gus-tas.

—¿Desde cuándo? —cuestionó sentando se más cerca de mi.

Lo fulminé con la mirada y le di un pequeño golpe en el brazo.

—¡Yo que sé! —respondo—Desde hace... mucho.

—¿Y aún así permitiste que tuviera novias? —se levantó y se paró frente a mi.

Me sentí como una niña regañada por su padre.

—Sabes que, olvídalo —le dije levantándome también y alejándome de él, pero me tiró del brazo y me obligó a verlo a los ojos.

—Estás loca, Camila.

Iba a gritarle que lo odio, pero agarró mi cuello y cintura, dejando absolutamente nada de espacio entre ambos.

Me besó sin más. ¡Sin mi autorización!

Sus labios son suaves, tengo que admitirlo, pero la forma en la que me estaba besando me provocaba querer hacer cosas que nunca haría en medio de la calle.

Quería darle una cachetada por haberme visto en bragas hace un rato, pero decidí que lo mejor sería besarlo otra vez, y otra vez... y otra vez.

—Eso es para que estes segura que te gusto —dijo cuando se alejó un poco de mi boca, pero luego volvió a acercarse a mis labios— Y este para que me dejes ver tu ropa de hello kitty más seguido.

¿No les pasa que quieren una tercera parte solo para saber si quedan juntos o no?