-¿Piensas en Mio?
-Sí.
-Yo también.
¿Y cómo no hacerlo? Si su sueño se desplegaba frente, debajo y alrededor de ellos. Acostados sobre la tierra fresca y húmeda de los arrozales, la vista hacia el cielo era rodeada de hierbas doradas que danzaban con el pasar del viento. Si Hyakkimaru cerraba los ojos y escuchaba con atención, podía oír el canto de Mio entre el zumbido que generaban los campos en su vaivén.
Hyakkimaru sonrió. Mío estaba feliz. Se le oía. Su mano tanteó y encontró la pequeña palma de Dororo. Ambos apretaron suavemente, mirando el cielo y escuchando a Mio.
Podían quedarse allí toda una vida. No tenían prisa, ni casi tristeza.
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«REMINISCENCIA» [dororo]
Diversos"(...) Y, si mi sino es acompañarte y no dejarte jamás, aleluya, porque serás mi más grande dicha." . .. . Colección de sucesos que pueden (y no) haber pasado en Dororo. . .. . Desde ahora, me despojo de todo, disclaimer. Nada es mío, sólo las h...