Su vieja dama (Blue Angels, #1)

Capítulo Uno

Candace

Me coloco mi ropa de trabajo, que consiste en una asquerosa mini falda que deja poco a la imaginación y una camisa blanca de botones que parece mas un crop top. Suspiro y con las pocas ganas cierro la puerta de la taquilla.

Hoy tengo la jodida mala suerte de tener que atender a un grupito de niños de mami que piensan que soy prostituta, mi jefe, como siempre nos vigila para que nos comportemos bien con los clientes. Según él somos nosotras las que exageramos cuando nos acosan o nos dicen comentarios muy despectivos y sexuales.

Son unos cerdos.

Todo lo que tiene que que ver con el sexo masculino me da miedo, me aterra.

El simple hecho de que sus sucias miradas de lujuria me alcancen me asquea, todos son igual, ven a las mujeres como un trozo de carne el cual pueden devorar y tirar a la basura si no les gusta.

Suspiro y intento fingir la mejor sonrisa que puedo.

-Buenas noches. ¿Desean pedir algo?- digo mientras saco mi libreta.

-¿Estas tu en el menú?, porque si es así. Quiero una noche contigo hermosa.- me dice el rubio oxigenado del grupo, creo que tanto tinte de bote le a quitado las pocas neuronas que le quedaban.

-Lo siento, pero yo no entro en el menú.- le digo lo mas tranquila que puedo.-si no van a pedir nada, me retiro.- antes de que pueda darme la vuelta, uno de sus amigos me pide una hamburguesa con papas fritas.

Le paso el pedido a cocina y espero que lo tengan listo. No podría quejarme, se que mi vida no es perfecta, pero por lo menos tengo un techo donde dormir y comida. Por mucho que quiera renunciar a este sucio trabajo, no puedo, aquí gano el dinero suficiente para mis estudios y para vivir.

Dejar a mi madre fue uno de los tantos momentos mas triste de mi vida, estaba harta de sus maltratos y insultos, siempre era lo mismo. Se disculpaba y me prometia que iba a buscar ayuda, pero como obvio, fui la única estupida que selo creía. Mi hermano nos abandono mucho antes de mi partida, según el quería tener mejor calidad de vida que con una madre alcoholica y maltratada, llego un momento en que mi hermano no dejaba que mi madre le pegara y hay es donde yo recibía su furia y impotencia de no poder seguir controlando a mi hermano. Mi hermano dado un momento era mi mundo, cuando me propuso irme con el lo seguí sin miedo porque a pesar de todo sabia que el tenia razon, mi mama estaba mal y no estaba en condiciones de cuidarme y de ninguna manera iba a irme con los servicios sociales.

Cuando pensaba que todo iba a mejor, llegaron los problemas, la adición de mi hermano por las drogas, su supuesta participación en un club de moteros. El estaba obsesionado por pertenecer a ese club, tanto así que me decía cuando estaba borracho que seria capas de matar por ellos, nunca logre comprender porque su obsesión.

Aveces me pregunto que hice mal al nacer para merecer la vida que tengo, he sido una hermana ejemplar, siempre a pesar de todo me he preocupado por mi hermano. Intente ayudarlo en todo lo que he podido. Aguantar sus insultos, sus noches de borrachera, donde traía consigo a mujeres medio desnudas de todo tipo de clase.