Gracias por venir [Markhyuck/DongMark]

Tan real

—¿Ya llegaste, Donghyuck?

La piel del cuello del chico se erizó, esa voz, no podía ser...

Caminó descalzó, hasta la cocina y se asomó solo unos milímetros para poder verificar sus cuestionamientos.

Rojo, líquido rojo, caliente, metálico, brillante. Fue lo que sintió tras divisar al sujeto en la otra habitación. No le había tocado, no le había visto, pero hizo que su cuerpo se petrificara por completo.

Quizó alejarse, correr, llorar, gritar, más lo único que pudo hacer fue dar un paso.

"Crick"

Mal, había delatado su posición, pues había pisado fragmentos de cristal de una botella. Gimió de dolor y volvió su vista al sujeto, había desaparecido.

—Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck —la voz gruesa y alterada que el chico más odiaba comenzó a resonar desde las paredes.—Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck.

Cada vez más alto, cada vez más rápido, Donghyuck no podía dejar de pensar que esa persona se estaba acercando y aún con el pie lastimado comenzó a correr por la casa, ni el piso ahora cubierto por cristal le detenían. Solo queria huir y esconderse, huir y desaparecer.

—Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck, Donghyuck— Tan cerca.

De repente el cristal parecía hacerle más daño y su respiración era errática.

—P-por favor —no podía respirar.—aléjate, aléjate.

—Donghyuck, de qué hablas siempre he estado aquí.

El castaño tocó la fría pared tras de él y en un impulso por querer esconderse se hizo un ovillo.

Temblaba, haciendo chirriar el cristal y haciéndose daño a cada movimiento.

Hasta que un toque gélido sobre su piel le hizo gritar de pánico.

—¡¿Qué sucede Hyuck?! —Mark abrió la puerta de su habitación de un portazo.

De inmediato leyó la situación verificando que el chico no estaba en peligro. Las sabanas estaban pegadas al cuerpo del castaño, mientras este temblaba, con el sudor cubriendo su rostro.

—Mark —soltó el chico cuando el canadiense se acercó a abrazarle, sostuvo su ropa con fuerza.

Sus brazos le cubrieron, el castaño hundió su rostro en el cuello del chico frente a él, normalizando un poco su respiración

—Ya, solo fue una pesadilla —intentó calmarle.

Donghyuck negó.

—Era tan real—definitivamente era real.—tengo miedo, Mark.

Mark acarició sus cabellos castaños y apretó al chico aún más cerca.

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3/07/2019
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