Sprousehart/ Bughead One Shots

SOLO POR TI

Hola, bienvenidos a este one shot de Sprousehart. Cuando estaba escribiendo esta historia, me di cuenta de que me estaba quedando bastante largo por lo que este one shot estará dividido en tres partes. Espero que os guste mucho.

Había sido una semana muy dura y agotadora y lo único que deseaba en aquellos momentos era llegar al apartamento que compartía con Cole en Vancouver.

El apartamento estaba aproximadamente a una hora de los estudios, eso si no había tráfico.

Pero esa semana, el universo parecía haberse vuelto contra mí.

Esa semana me había presentado a un casting para la película de " El secreto de Adaline '' pero, a pesar de que había estado meses preparándome el personaje, esa tarde mi agente me había llamado para comunicarme que no había conseguido el papel.

Por otro lado, mi jornada de grabación aquella semana estaba siendo demasiado intensa para mí ya que me tocaba grabar desde las cinco y media de la tarde hasta las cinco de la mañana, por lo que llegaba a casa sobre las seis y media o siete, hora en la que Cole ya se había marchado hacia los estudios dispuesto a comenzar su largo día de grabación. Fue por esos motivos por los que, estando a viernes, tan solo nos habíamos visto tres horas en aquellos cuatro días, pero, por suerte, la semana siguiente la teníamos libre ya que acabábamos de finalizar la grabación de la mitad de la temporada y siempre se nos concedía una semana de vacaciones para descansar.

Mi cabeza iba sumida en esos pensamientos cuando al fin llegué a casa, donde lo primero que hice fue dirigirme hacia la cama y caer rendida en un sueño profundo, del cual no me desperté hasta las dos de la tarde.

Para cuando me desperté ya era la hora de comer, y, como echaba mucho de menos a Cole, decidí llamarlo.

- Hola cielo - dije con unas ganas enormes de que él estuviera allí junto a mí.

- ¿Qué tal la noche? - preguntó hablando en voz muy baja por lo que me imaginé que estaría a punto de grabar una escena. - Te echo mucho de menos.

- Y yo a ti. Oye... - dije sin que me diera tiempo a contestar ya que él tuvo que despedirse rápidamente por que le llamaban para que fuera a el camerino de maquillaje.

Yo me dispuse a comer y luego me tiré en el sofá. Allí estuve toda la tarde entre libros, series y música. Una vez ya aburrida de estar durante tanto tiempo tirada en aquel sofá que se me hacía tan inmenso sin mi novio, decidí ponerme a organizar y cambiar la decoración de nuestro cuarto, cosa que la verdad me desestresaba bastante.

Cuando estaba redecorando la mesilla de Cole para que quedara totalmente simétrica a la mía descubrí un pequeño papel doblado que había oculto bajo su lámpara de noche.

Completamente invadida por la curiosidad, hojeé detenidamente aquel pequeño papel y, para mi gran sorpresa, era un billete de avión hacia Bali que salía al día siguiente. Me quedé totalmente extrañada pues Cole no me había dicho nada, y, como tan solo había un billete, imaginé que el único que se iba era él.

Decepcionada e invadida por la tristeza me fui al salón donde volví a acurrucarme viendo " Juego de Tronos '' hasta que finalmente me quedé dormida.

Al rato el ruido de la puerta me despertó y entró Cole con una sonrisa radiante por la puerta dirigiéndose hacia mí para darme un fuerte abrazo.

- ¡Por fin vacaciones! - exclamó mientras me abrazaba por la cintura mientras yo me preparaba unas palomitas. - ¿¡Has estado viendo " Juego de Tronos '' sin mí!? Eso es una gran traición para nuestra relación.

- Creo que no soy aquí la única que sabe de traiciones - proclamé indiferente mientras a él se le borraba la sonrisa de la cara.

- ¿A qué te refieres Lils? No tengo ni idea de lo que me estás hablando - contestó él confuso.

- He visto tu billete destino a Bali - dije girándome hacia él. - ¿Te vas tú solo o te vas con alguien?

Él bajó lentamente su cabeza para así evitar cualquier contacto visual que pudiera delatar aquello que me ocultaba.

- ¡Dios te vas con alguien! - exclamé mientras la ansiedad comenzaba a invadir cada rincón de mi cuerpo. - ¿Con quién?

- Me voy con Dylan. Oye, siento no habértelo dicho antes, tenía pensado decírtelo ahora. No quería que sintieras que no quería pasar tiempo contigo o algo así.

- Nooo, para nada me llevo esa visión. Cole, sabes que la mentira es la enfermedad de cualquier relación.

- Ya y lo siento Lili - murmuró.

- ¡No! Un lo siento Lili no me vale. ¡Hoy duermes en el sofá! - gritó.

- Pero Lili... - intentó rogar. - Tengo que hacerme la maleta.

- ¡Vete a la mierda!

Y una vez dicho esto me metí en nuestra habitación, me acurruqué entre las sábanas y sollocé débilmente hasta que me quedé dormida.

Todo estaba muy tranquilo hasta que empecé a notar suaves caricias por mi pelo y mis brazos y lentos besos por todo mi cuello y espalda.

- Cole déjame - murmuré adormilada.

- Venga levanta dormilona, que tenemos que ir al aeropuerto - dijo sin poder contener una tímida risa.

- Si te crees que voy a ir a despedirte al aeropuerto después de lo que me has hecho lo llevas claro - contesté sin molestarme en abrir los ojos.

- ¿Pero qué dices de despedirme? Si no te levantas vamos a perder el vuelo.

- ¿Cómo que vamos ? - dije incorporándome.

- Dios eres tan inocente - rió - ¿de verdad pensabas que me iría sin ti?

- Pero... si solo hay un billete - dije confusa.

- Lili, el otro está guardado en uno de los cajones del armario.

- No entiendo nada - proclamé con cara de tristeza ya que sabía que con esa mueca, él me explicaría todo.

- Se que este último mes te has estado dejando la piel en todo lo que haces y que lo has pasado bastante mal, por eso quería recompensarte con una semana en Bali - me explicó mientras yo le observaba atenta. - Mi plan inicial era darte una sorpresa, pero luego se me ocurrió hacerte una pequeña broma y bueno, el resto ya lo conoces.

- Eres el peor - reí mientras me abalanzaba sobre él quedando tumbada encima suya y plantando besos sobre toda su cara. - ¡Mierda! ¡Pero la maleta!

- No te preocupes por eso, ya te la he hecho yo.

- Gracias - sonreí. - Pero, por más que me gustaría no podemos quedarnos aquí todo el día.

- Quedan dos horas para irnos, en verdad te he despertado antes porque te tenía que explicar todo y no sabía lo cabreada que estarías conmigo - dijo mientras me colocaba otra vez sobre su torso y me daba un suave beso en los labios. - Lo siento, pero que sepas que te quiero.

- Yo también te quiero y... perdón por haber visto nuestra serie sin ti, si quieres podemos aprovechar ahora.

Dicho esto nos tumbamos en el sofá abrazados y estuvimos viendo nuestra serie favorita de todos los tiempos.

Dos horas después ya estábamos de camino a la terminal del aeropuerto dispuestos a emprender una nueva aventura juntos.