Ojalá te duela...

[02]

Una vez más, Jungkook creyó que se estaba volviendo loco, recordaba a la perfección haber visto el rostro de Taehyung, pero eso había sido hace 2 días, desde entonces no ha vuelto a verlo y su cerebro no ha estado pendiente de si mismo. Apenas terminaron las clases, fue a uno de los lugares a los que iba con aquel chico de cabellos rubios cuando todavía eran amigos. Un parque bastante solitario, lleno de cerezos, pinos y árboles con hojas de varios colores, un lugar simplemente hermoso. Un lugar lleno de recuerdos, todos felices. Pero , ahora, todos esos recuerdos se fueron a la mierda...

Se sentó en la primera banca que vio, en una banca cercana a la suya, se encontraba una pareja de chicos, uno recostó su cabeza en las piernas del otro y comenzaron a reír, de inmediato un recuerdo llegó a su cabeza, en el aparecían el y Taehyung de la misma forma, lágrimas amenazaron con salir de sus ojos, pero dio un brinco en su lugar al mirar a su lado y ver al pelirubio sentado a su lado viéndolo de forma seria.

-¿Taehyung?.-No pudo retener las lágrimas y comenzó a sollozar.-Deja de hacerme esta broma, no puedo tocarte, no estás aquí...

-Estoy aquí, Jeon. No con vida, pero estoy aquí. Procura no hablar tan alto, solo tu puedes verme y oírme.

Jungkook no terminaba de entender bien, ¿acaso era una especie de espíritu?.-¿Eres un fantasma?.-El rubio asiente.-Debo suponer que tienes un objetivo aquí...

-¿Enserio te la llevas recordando las tonterías que hacíamos?.-Por supuesto, eso le dolió a Jungkook, pero el mayor lo ignoró por completo y cambió de tema. El castañito solo asintió con una sonrisa mientras se limpiaba las lágrimas.-Que patético.

Si pudieran oír el corazón de Jungkook seguramente habrían hecho una expresión de dolor, puesto que se destrozó en varios pedazos pequeñitos cual jarrón arrojado de un edificio de 10 pisos.

-¿Sabes?, aún no puedo creer que te haya entregado mi primer beso, la forma en que confié en ti es dolorosa de recordar.

-Lo siento, se que no debí haberte lastimado, pero, supongo que estoy pagando mi deuda.-El mayor sonrió sarcásticamente y negó con la cabeza.- Desde aquel día todos me golpean, me lanzan huevos podridos, arrojan piedras a las ventanas de mi casa. Me quedé sin amigos, todos murmuran cosas de mi por los pasillos, los profesores intentan ayudar, pero no sirve, para algunos es un verdadero infierno, para mi, es solo lo que me merezco...

-Já, Jeon, ese solo es el comienzo de todo, ambos sabemos que nada de eso te afecta por que ya lo has sufrido antes, lo único que puede dolerte es que venga de mi parte, ¿o me equivoco?.-Jungkook niega.-Bien, entonces sigue pensando en estupideces, yo me largo, pero estaré vigilándote, no lo olvides.

[ . . . ]

Por fin la campana del receso había sonado, Jungkook caminaba por los pasillos rumbo a los sanitarios para poder limpiarse el uniforme, otros bravucones se habían pasado de listos con el y habían regado el almuerzo sobre su cabeza. No lo había notado, pero detrás de el, caminaba Taehyung a paso lento.

¿Qué, creían que flotaría por que es un fantasma?, pues no.

Jimin, quien lo había estado vigilando desde el día del entierro, lo veía con los ojos abiertos como platos, no podía creer lo que estaba viendo. Siguió al menor hasta los sanitarios y cerró la puerta con seguro.

-¿Jimin?, ¿qué haces aquí?

-¿Es verdad lo que ven mis ojos?.-Preguntó con sorpresa, Jungkook permaneció callado.-¿Acaso Taehyung no está muerto?...