gracias a la película rara que recordé, sin ese pequeño recuerdo transtornado no existiría esto.
Diez años.Diez malditos años.
JinYoung amaba ver hacía la casa contigua a la suya, la cual daba a su casa con el patio de sus vecinos.
siempre se podía deleitar con aquel chico, le encantaba verlo, saborearlo mentalmente y observar como su mente propia lucia retorcida ante la idea de querer cogerse a ese chico.
Era como no tener nada de malo y estar pecando al mismo tiempo.
Así exactamente se sentía JinYoung al pensar en él. YuGyeom le llevaba físicamente tres años de diferencia, pero mentalmente cerca de unos diez o doce, no sabía exactamente que edad tenía con el retraso, tampoco es como que alguien se lo haya dicho pero podía percibirlo, además que todo el vecindario siempre se la pasaba preocupado por "el niño".
Bastante bobo, ingenuo, malcriado y risueño, así lo podía percibir Park, no era como si lo hubiese visto miles de veces interactuar o que el mismo lo haya hecho pero lo poco que siempre lograba captar bajo su ventana era de ese modo, sus ventanas de alguna forma quedaban contiguas, podía llegar a ver su ventana, pero siempre estaba cerrada, así que siempre se quedaba mirando al patio hasta poder verlo jugar como un niño, con autos de juguetes, dardos, etc etc,
Estaba tan condenadamente loco por si quiera fijarse en él, muchos dirían que era un enfermo, pero no podía evitar verlo tras su ventana, su mente volaba al verlo de aquel modo, algunas veces en pijamas y otras veces vestido normalmente, aunque prefería esos días calurosos dónde abandonaba su pijama de cuerpo completo y se colocaba una con un short, era su perdición, saborear sus piernas mientras lo miraba jugar, si estaba completamente jodido.
El verano, tan caluroso, tan sofocante, era terrible pensar en ello y sentirlo era aun peor.
Su ventana estaba abierta, esperando con ansias que un poco de aire fresco entrase, además que el ventilador estaba funcionando y aun así se sentía acalorado, sofocado.
Sentado sobre el escritorio de su cuarto, mirando a la casa contigua sin siquiera esperar lo que se venía.
-¿¡EN SERIO PONDRÁS LA PISCINA?!- escuchó un chillido alegre provenir, se asomó ligeramente y observó a la mujer con una de esos chapoteaderos inflables y luego algo que casi le daba un infarto al corazón.
Él chico lo único que usaba era un short, y eso lo hacía sentir ansioso, miró detalladamente el cuerpo casi desnudo del chico, su piel blanca y sus curvas bien definidas, era como un dios sexual, sólo con el ligero defecto de su retraso. Casi comiéndolo con la mirada empezó a sentir como el calor cada vez era menos soportable y sólo siguió observando cómo el niño se movía de lado a lado, pidiendo a su madre colocar la pequeña piscina.
Definitivamente había algo en el verano que amaba.
-Bien Gyeom, ya casi esta, solo no estés tanto tiempo, no quiero que mi hijo sea una pasa.
-Sí mami.- respondió de manera adorable, haciendo que de nuevo JinYoung se sintiese como un jodido pecador.- ¿Mañana iremos por helado?- cuestionó el chico, su madre lo miró atenta y sonrió ligeramente.
-¿Qué tal si hacemos uno casero hoy en la noche?- YuGyeom pareció pensarlo, para luego asentir repetidamente lleno de felicidad.
-Bien, ya te dije, no estés tanto tiempo, cuando vuelva no quiero verte aún ahí ¿esta claro?
Asintió repetidamente y luego la mujer se fue, dejándolo jugar con el agua.
JinYoung lo miró por un buen rato, viéndolo saltar, mojarse y gritar como un niño pequeño, mientras reía, la manera en que su cuerpo se movía no era sana, al menos eso sentía el ya acalorado joven de veinticuatro años y mientras intentaba quitarse esa sensación acalorada con un poco de agua pasó lo que nunca espero. Lo atrapase viéndolo, el menor lució un poco sorprendido, pero no tenía el descaro de sentirse violado de privacidad o algo por el estilo, una inocencia pura estaba en su ser y eso no sabía si amarlo u odiarlo.
Le sonrió, la sonrisa más cálida e infantil que sus ojos pudieron admirar.
-HOLA- gritó- ¿QUIERES VENIR A JUGAR?
Quizá debió ignorarlo y sólo cerrar su ventana, pero ¿como iba a desperdiciar la oportunidad de hablarle a aquel chiquillo de sonrisa brillante y que dominaba hasta sus pensamientos más impuros.
se limitó a negar y admirar el pequeño puchero del menor.
-¿CÓMO TE LLAMAS? SOY YUGYEOM- se presentó mirándolo con una cálida sonrisa.
-JinYoung.- apenas dijo lo bastante alto para que lo escuchara.-¿cuantos años tienes?
-MI MAMI DICE QUE TENGO VEINTIUNO.- aseguró orgulloso.- PERO QUE SIEMPRE SERÉ DE DIEZ ¿Y TÚ?
-veinticuatro.- respondió mirando detalladamente al chico quien se movía feliz de lado a lado.
-¿QUIERES VENIR A JUGAR? VAMOS ME SIENTO MUY SOLITO- el mayor soltó una ligera risa y volvió a negar.- TU TAMBIÉN ESTAS SOLITO, VAMOS, JUGUEMOS JUNTOS, ¿SI?
-No me gustan esos juegos.- declaró, esperando que el menor se rindiera, pero no lo hizo.
-ANDA, VEN, PODEMOS JUGAR A LO QUE TU QUIERAS
¿Jugar a lo qué el quería? No pudo evitar mal pensar la idea de un juego en su cabeza.
-Lo que me gusta jugar no te va a gustar.- una sonrisa ladina se apareció en sus labios.
-CLARO QUE ME GUSTARÁ.- aseguró aun sosteniendo esos gestos amistosos.
-¿En serio?- elevó una de sus cejas, mientras el chico con retraso mental agitaba la cabeza enérgicamente.
-SI, VAMOS, VEN A JUGAR CONMIGO.- repitió.- AUN SINO ME GUSTA ME VOY A AGUANTAR.
Lo pensó, realmente que lo pensó, y el chico de cabellos dorados sonreía felizmente, rogándole con sus manos juntas.
-VAMOS JINYOUNG, ANDA, QUIERO HACER UN AMIGO.
Estaba totalmente enfermo por pensar en la idea de juego que tenía en mente, peor aun sabiendo que el estaba dispuesto a hacerlo que el quisiera, una parte de si decía que le cerrara la ventana y siguiera con su tarea de la universidad y otro lado estaba martillandole hasta el punto imaginarse de morder ese cuello y hacerlo suyo, hacerlo gritar sin control alguno.
Al final su lado menos cuerdo salió a la luz.
-¿Quieres que baje?
-SÍ.
-Bien, voy a bajar y vamos a jugar a lo que yo quiera.
[...]
no sé nada, recordé una vaga memoria, es decir un día estaba viendo TV mi madre y pues X, el caso es que le pregunté que veía, la escena era de una película mexicana, una tipa haciendose la boda y un albañil insinuandosele, según lo poco que me dijo mi mamá la mujer tenía un retraso mental y aun así tenía una hija y aun así hacía el bobo con el albañil que se quería aprovechar de ella :^D bien creizi y bueno así surgió, esta wea tendrá como 3 caps si, ya me hice adicta a las cosas de tres caps.
y sí, tengo una mala mañana de hacer cosas raras con el jingyeom.
no sé si les guste, no sé nada, la verdad ya no sé si estoy de animos para escribir otra cosa porque me ha dado una patada por el culo y estoy de horribles ánimos, y mi autoestima se bajo hasta la mierda so meh, no creo que lo lean igual :^D so i'm out.
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diez años; pepigyeom
FanfictionA JinYoung le gustaba mirar al patio contiguo a su casa. Y le importa poco si su mente luce totalmente retorcida.