Capítulo VI

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Despertó con una sonrisa, había soñado algo que nunca pensó soñar o que le hiciera efecto, saber aquello era felicidad, así que no habría ahora nada que le quitara la sonrisa de su rostro en todo el día, porque quizás quien estaba en su sueño tenía mucha razón, a quién engaña se está convenciendo el mismo de eso...

La mañana era soleada, un hermoso día para divertirse pensó el rubio mirando por la ventana, sonrió y salió a la cocina..

Cuando llego se encontró con el moreno sentado en el mismo sofá donde ayer se quedó dormido, sonrió ante el recuerdo y se dirigió a él..

- me sorprende que no estés enfermo - su tono era un poco sarcástico y siempre con su infinita sonrisa -

- no debería - Dean arqueo una ceja y ensancho aún más su sonrisa - qué?

- me agrada - le tomo por la barbilla y le dio un apasionado beso que como siempre no fue correspondido pero eso era lo de menos, bajo su mano libre a la entrepierna del menor -

- ¡Detente! - demando con un tono que no le había escuchado antes así que decidió no hacerle caso para ver que tan lejos llegaría... Siguió acariciando esa parte de la anatomía del menor quien trataba de quitárselo de encima pero sólo logró que Dean se posicionará a horcajadas encima de él -

- quédate quieto - gruño tomando con una mano las del menor que seguía forcejeando -

- ¡Suéltame maldito bastardo! - no supo como pero consiguió darle un rodillazo en la entrepierna haciendo que el rubio lo mirara asesinamente, soltó sus manos sólo para darle un fuerte puñetazo en el rostro que hizo que la cara del menor se ladeara y un hilo de sangre salió por la comisura de sus labios, Dean pensó que exagero un poco pero cuando el moreno volvió a verlo a los ojos no pudo evitar abrir más los ojos en sorpresa y pronto enarco las cejas en señal de confusión, se bajo del menor y dio la media vuelta murmurando por lo bajo -

- pero qué carajo? - fue a la cocina donde hizo unos huevos con tocino, fue al refrigerador, lo abrió y sacó la jarra con zumo de manzana que había, antes de desayunar se tomó el vaso de zumo y luego comió tranquilamente sus huevos con tocino sin preocuparle en lo más mínimo si el moreno tenía hambre -

Después de desayunar se dirigió a su habitación dando un portazo detrás de él, se sentó al borde de la cama con una interrogante en su cabeza " qué coño le pasa a Castiel?" " sin duda es raro" pensó y decidió no darle más vueltas para agarrar su celular comprobando que tenía una llamada perdida de la pelirroja..

- hey pelirroja, qué quieres? -

- cuándo serás más educado? -

- eso es imposible querida, ahora no me hagas perder el tiempo - escucho un suspiro cansado al otro lado de la línea y simplemente sonrió -

- me he dedicado a buscar más sobre el grupo Dark Angels y lo único que he encontrado es que no sólo es el grupo rey del bajo mundo sino que su organización es bastante extensa en realidad, por lo que he podido averiguar en muchos países los de la mafia, o simples asesinos le temen a los Angels, todos aquellos que conocen el nombre Dark Angels le tienen bastante miedo y debo decir mucha lealtad - el rubio sonrió con lo último dicho -

- Charlie eres una genio - sus ojos brillaron - dime un nombre de alguien leal al jefe o al grupo Angels -

- qué??, Dean, qué estas pensando hacer?- Su voz asustada sólo ánimo más al rubio -

- voy a ver que tan leales son en realidad -

- no Dean -

- dije, dame un nombre - grito exasperado -

- Daniel - dijo la voz temblorosa de la pelirroja, Dean sólo sonrió -

- gracias Charlie - colgó y marco otro número en su teléfono - soy Dean -

- hey amigo, qué paso? - el rubio rodó lo ojos -

- te daré un nombre, ya sabes que hacer -

- pásalo -

- Daniel -

- muy bien Dean en estos días te mandare un correo con los datos, nos vemos pronto -

- nos vemos - corto la llamada sonriendo con maldad -

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Una semana después recibió un correo, lo reviso sonriendo ampliamente..

- me voy - anuncio al moreno y se fue a su habitación a empacar -

- regresaras? - su tono alto afuera de la puerta lo hizo sentir raro -

- obvio, esta es mi casa - rodó los ojos alzando la voz.. Minutos después salió con un bolso de empacar colgado en su hombro derecho - adiós - el menor sólo asintió y Dean se fue decepcionado por no obtener más -

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- Dean - el hombre le sonrió - dónde te has metido? -

- donde no me encuentres - siguió su camino - esta dónde debería? - el hombre asintió y le abrió las grandes puertas de la bodega - bien - entro al lugar, el hombre encendió las luces y el rubio sonrió con la imagen frente a él -

- ahí está lo que pediste -

- Daniel - sonrió con maldad, se dirigió a una mesa para dejar el bolso y luego se dirigió al hombre castaño -

- rubio estúpido - Daniel esbozo una sonrisa ladina -

- qué dijiste? - enarco una ceja -

- qué quieres? -

- te hare una pregunta y si me satisface la respuesta tal vez te deje vivir - el castaño soltó una carcajada -

- cuál es? - su tono burlón hizo enfadar al rubio -

- cómo se llama tu jefe? - el castaño volvió a reír -

- tortúrame, quémame o mátame haz lo que se te de la gana porque te aseguro que lo que tu harás no será ni la mitad del dolor que sufriré si hablo de mi querido jefe -

- querido jefe? - repitió a modo de pregunta -

- se nota que no trabajas para nadie - fue lo único que dijo -

- vuelvo a preguntar, cómo se llama tu jefe? - se dirigió a su bolso sacando un cuchillo con tallado de bronce en el mango de madera -

- me gusta tu cuchillo -

- y se vera más bonito en tu pierna - lo amenazó apuntando el cuchillo al hombre atado en la silla -

- inténtalo - el rubio enarco una ceja "qué carajos le pasa a este hombre?" pensó -

- qué? - se acercó y sin más encajo el cuchillo en su muslo -

- bonito es este dolor, tan débil, tan exquisito, ese picar en el muslo, ese ardor, y apuesto que es mejor si sacas el cuchillo - el rubio quito la hoja del cuchillo sólo para hacerle un corte poco profundo en el abdomen - bien, qué más tienes? -
El rubio se enfado y lo empezó a torturar, le corto, le golpeo, joder hasta ácido le había puesto y lo máximo que consiguió era un jadeo de dolor -

- que decepción, llegaste con aires de suficiencia por tenerme atado pero eres muy blando como para hacerte llamar siquiera asesino inexperto -


- cállate hijo de perra - siseo, agarro su mano y sin más le corto el dedo pulgar con el cuchillo haciéndolo por primera vez gritar pero su grito se transformó en una carcajada -

- no conseguirás nada - hablo entrecortadamente - uff eso fue divertido -

- cómo se llama tu jefe? - llevo la hoja del cuchillo a la entrepierna del castaño -

- hazlo, pero igual no te lo diré - encajo un poco el filo solo para ver que reacción tenia el contrario - sigue - lo reto con una pequeña sonrisa -

- qué carajo? -

- sabes, tus métodos no funcionarán - soltó un bostezo - lo único que diré por hacerme sentir un poco de dolor es que no te conviene saber del jefe, es mejor así. Sabes, uno ahí no importa, el único importante es el jefe, ahí si todos matarían y morirían por salvarlo, algunos sólo por miedo otros por lealtad y respeto, yo me considero de los pocos que adoran al jefe - sonrió como si estuviera en una silla de oro como si nada - haha estoy tan orgulloso de él - río un poco - y sin duda ni con todo lo que hagas podrá siquiera ser una mitad de lo que el jefe hace, ese hombre es un amo - sus ojos incluso llegaban a reflejar amor -

- acaso estás enamorado de tu jefe? - el castaño río con ganas -

- sí, pero no de la manera que crees - el rubio enarco una ceja - ya hable mucho -

- noo, dime que más - acercó el cuchillo ahora a su dedo índice -

- haha vamos, tienes algo mejor que eso? -

- síí - sonrió con maldad haciendo un corte poco profundo en la mejilla del castaño, luego dejo el objeto en la mesa para sacar otro objeto sonriendo ampliamente - te gusta? - agarro el objeto y desgarro la pierna del mayor no tan profundo para que no muera desangrado -

- ahhh - por fin gritó, luego noto como respiraba rápidamente y sus ojos se nublara ron - C-cuántas veces se necesita hacer eso para que muera? - preguntó con un extraño brillo en su mirada -

- por qué? - no pudo evitar la pregunta -

- vuélvelo hacer - el rubio negó pero le gustaba ver sangre así que volvió a desgarrar la carne del castaño quien grito con una expresión de dolor pero también de felicidad, luego se río un poco -

- te han torturado antes? - el castaño asintió y una solitaria lagrima rodó por su mejilla -

- y de la peor forma posible -

- cuéntame - arrastro una silla y se sentó al frente - vamos, te estoy dando un privilegio - el castaño río -

- me gustan más lo de mi jefe - finalmente suspiro - ella, la única mujer que ame en toda mi vida, la única mujer que me entendía totalmente, ella y yo nos complementábamos tan bien juntos. Trabajábamos juntos, pero ella empezó a cuestionar a nuestro antiguo jefe, le cuestionaba cada vez más y yo no pude detenerla... Nuestro antiguo jefe daba miedo pero aún así no es nada comparado con nuestro querido jefe... Ella nos traicionó con otro grupo enemigo, nadie sabía - sonrió con nostalgia - ella era tan inteligente - otra lagrima rodó por su mejilla - pero ese día el más alto llegó a presentarnos a alguien, el que actualmente es nuestro jefe - sus ojos ahora expresaban amor - la descubrieron y nuestro ex líder no quiso torturarla - su mirada ahora estaba vacía - cuanto hubiera deseado que haya sido él; sin embargo, no quiso y se lo dejo al nuevo, por así decirlo - miedo, eso reflejaba - sólo escuche sus alaridos desgarrados y cuando entre... Antes de ese día nunca había visto tanta sangre y órganos en una habitación - lágrimas rodaron por sus mejillas y un sollozo escapo de sus labios - eran de mi amada Hanna - no aguanto más y lloró - sólo sigue torturándome, por favor, sólo sigue - el rubio lo miro con compasión y decidió matarlo pero antes de que la vida del castaño se esfumara lo miro a los ojos con un brillo en ellos - si algún día conoces a mi jefe - sonrió un poco - que tengas mucha suerte y dile que lo amo... Gracias - murmuró por último con un hilo de voz y murió...

- nunca pensé que le tendrías compasión -

- no merecía lo que le pasó -

- rayos, ahora menos quiero conocer al jefe de los Dark Angels -

- yo si quiero, Ash y no voy a parar hasta que encuentre a ese hombre - dijo determinadamente antes de agarrar sus cosas, ponerlas en el bolso e irse de la bodega dejándole para que se deshaga del cuerpo de Daniel....

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Continuará...

La otra cara de la monedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora