La joven princesa Johanne Baratheon queda envuelta en medio de una inminente guerra ¿podrá sobrevivir al juego de tronos o este acabará con su vida?
fanfic basado en la saga de" hielo y fuego" de George RR Martin.
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Robert.
En aquella lúgubre y fría sala, al final del pasillo decorado con sus trofeos de caza, sentado en el jodido trono construido con espadas cosa que lo hacía demasiado incómodo se encontraba Robert "solo a un puto targaryen se le ocurre tal cosa como un trono de espadas" pensó mientras trataba de no pincharse con alguna que otra punta de aquellas espadas que aun conservaban un poco de filo. A su lado estaba el viejo Jon Arryn y parte del consejo. Robert odiaba pasar el día atendiendo los problemas de otros, prefería delegarle aquellas tediosas actividades a su mentor, pero esta vez no pudo eludir los gajes de su oficio. Lo único que lo reconfortaba era que Johanne pronto terminaría sus lecciones diarias y podría pasar al menos unos minutos con ella antes de seguir con las fastidiosas tareas de ser rey.
Una mujer pasó por el umbral de la puerta de la enorme edificación donde se encontraban el rey y sus consejeros. La anciana apenas podía caminar, entró acompañada por dos jovencitas muy bellas vestidas con ropas muy gastadas y llenas de agujeros, también venía con ellas una pequeña niña de tez morena y ojos pardos. La pequeña tenia las ropas aún más gastada que aquellas jovencitas.
—oh mi señor— dijo esta. —soy la directora del orfanato- termino de presentarse.
—¿A que se debe su visita señora? — preguntó amablemente Varys.
—Como de seguro habrán escuchado mis señores... hemos estado teniendo problemas para controlar tantos niños sin hogar. Muchos de ellos han perdido a sus padres en guerras o a causa de alguna enfermedad.
—La Corona no posee fondos suficientes para ayudar al orfanato económicamente —expresó lord Baelish, el maestro de moneda. —Sin embargo señora, puedo aliviar su carga acogiendo a alguna de sus niñas —Baelish demostró gran interés en las jóvenes que la acompañaban. —¿aún conservaban su doncelle?—. La mirada laciva con la que este observaba a las jóvenes las incómodo demasiado.
—si mi señor.
—muy bien, con el permiso del rey— dijo este mirando a Robert que asintió con la cabeza. — puedo comprar alguna de sus niñas para aligerar su carga noble señora.
—La niña se quedará conmigo — exclamó Varys asqueado por la situación. — con su permiso su majestad, me gustaría acoger a la niña... podría ser una útil sirvienta. El rey analizó la situación "esa niña debía tener la misma edad que su Johanne " pensó. Por un segundo su instinto paternal afloró y de concedió su pedido al maestro de susurros puesto a que le repugnaba la idea de su hija en manos de meñique.
—muy bien, pero tú te harás cargo de su educación ya sea para sirvienta, o para pupila tuya — aclaró Robert.
Lord Baelish se retiró acompañando a la anciana para poder elegir mejor la mercancía para sus burdeles. Y Varys llevo a la niña llamada Aisha al pabellón donde se encontraban sirvientes. Mientras el resto del consejo partia para atender los asuntos propios de su cargom
