Dicen que los dos últimos años de institutos son muy intensos, que tu vida da un giro de 180º, pero nunca imaginé que fuera a ocurrir así. O que terminaría de manera tan..., bueno, eso ya lo descubriréis.
Entrar al internado Sourthvil era el sueño...
- Muy buen entrenamiento chicos. ¿Alguno de ustedes sabe dónde está Nick, y por qué lleva toda la semana sin venir a entrenar? - todos negamos ante la pregunta que acababa de hacer el entrenador, aunque la mayoría sí sabíamos donde estaba este chico. De seguro estaba con Evelyn o Sibila en su habitación, ese ha sido su pasatiempo favorito desde que volvimos.
- Bueno chicos, vayan a ducharse y nos vemos mañana. No faltéis que el sábado tenemos nuestro primer partido.
- Sí entrenador. - respondimos todos antes de ir a la duchas.
- Hey, Smith.
Me giré encontrándome con Will. - Jonhson. - le dije en forma de saludo.
Ambos estábamos caminando hacia los vestuarios. - aam, esto yo... ¿quieres...?
- Escúpelo Jonhson.
- Nada, solo ¿tienes los apuntes de física de hoy?
- Sí, te los llevo mañana en la comida que los tengo en la taquilla.
- Vale, perfecto, hasta mañana. - antes de entrar al vestuario Will se despide con un beso en la mejilla y después de eso cada uno va a su respectiva ducha.
(...)
Sábado, son las cuatro quedan dos horas para el partido, mi primer partido en este equipo. Estoy un poco nerviosa, más que nada porque jugamos contra el internado Miralba y supongo que ganar el clásico siempre da miedo, es decir, llevaré poco en este equipo, y en este instituto, pero ya me siento como si llevase toda mi vida. Al final Nick vino a entrenar el viernes y no lo hizo nada mal para llevar como tres semanas sin entrenar, contando el viaje a París y su semana postvacaciones, postvacaciones solo para él.
- ¿Qué te vas a poner en la fiesta? - me pregunta Paris.
- ¿Fiesta?
- Sí, la de después del partido. Es en casa de los Anderson.
- Pues no lo sé, acabo de enterarme que después va a haber una fiesta.
Acabo de terminar mi mochila para el partido, y pensando que podría llegar pronto hoy, viene mi Best Friend y me dice que busque un conjunto para la noche. ¡¡¡SÚPER!!! Llevo como diez minutos rebuscando en todo mi armario, tengo mi cama patas arriba con miles y miles de blusas, faldas y pantalones. No sé como Paris me soporta cuando me dan brotes psicóticos de moda.
- ¡Por Fin! - grito victoriosa al encontrar un conjunto que me gusta para hoy. Nunca me había costado tantísimo encontrar algo que me gustase. Hoy me siento especialmente nerviosa, no sé si porque es mi primer partido de la temporada o es por la fiesta de esta noche o por a quién voy a ver allí...
Cogí este conjunto para la fiesta.
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