Capítulo 6

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Lentamente sentía la necesidad de abrir mis ojos aunque me costaba un poco lo logré, lo primero que observé es que no reconozco este lugar, no estoy en la habitación que conozco no entiendo donde estoy, confundido miré a mi alrededor en busca de alguna pequeña respuesta, esto es otra habitación el espacio es más pequeño que el otro lugar, la cama con sabanas blancas eso no cambia pero si el mal estado en el que se encuentra, al igual que la otra solo una cama es lo único que hay son un poco parecidas pero a la vez tan diferentes, paredes grises y no blancas un poco sucias, busqué la puerta con mis ojos encontrandola a los segundos y me sorprendí por ver lo resguardada que es, posee un color gris muy oscuro y no tiene una ventanita de cristal siendo de hierro de el color antes mencionado veo varios candados en ella.

-Sin duda indestructible... -Mencioné en voz alta sin importarme que no estuviera nadie conmigo-

Algo más que me sorprendió es que hay una Cámara de Seguridad enfocando a la puerta entonces suspiré por pensar lo difícil que sería intentar una fuga, ¿Tan peligroso creen que soy? Parece una especie de celda aunque no creo que sea una.

Giró mi cabeza a todos lados preguntándome ¿Cómo rayos sabré que es de día? Tratando de pensar en la respuesta me dejo caer en la cama observando el techo agujeros llaman mi atención me levanto en seguida para observarlos más de cerca sus tamaños no son tan grandes pero me permiten observar el cielo oscuro que hay en estos momentos, vaya que desorientado estoy.

Nuevamente me recuesto en la cama boca arriba suspirando, no se nada de este lugar y ni idea de si lo llegaré a saber a como voy lo dudo tampoco es que me interese tanto por un poco de miedo pero a la vez curiosidad, no me sacan a tomar el sol y hace tiempo que no tomo una ducha, me explicó una enfermera que hay horarios para eso lo más creíble es que se olvidaron de que me toca.

Cierro mis ojos tratando de conciliar el sueño y de la nada unos recuerdos llegan a mi mente.

El día que gané el primer lugar en el deporte de natación en mi escuela, recuerdo lo nervioso, ansioso, feliz y asustado que me sentía al competir con niños mayores que me intimidaban haciéndome creer que eran mucho más veloces y ni tiempo me daría de sanbullirme cuando ellos ya estarían dando la vuelta, mis padres me hicieron creer en mi mismo con sus palabras confortantes y gracias a ellos gané, sentí que fué el mejor día de mi vida.

Imágenes y momentos con mis padres me inundan la cabeza entre esos recuerdos uno se apodera totalmente de mi mente:

Lloraba en los brazos de mi madre al ver a mi padre con una maleta y un carro detrás de él esperándolo, le pedía suplicando que no se fuera y no me dejara. En esos tiempos el viajaba mucho por su trabajo y nos tenía que dejar a mi madre y ami por 3 o 2 meses que para mi un niño pequeño en esa época eran eternos. Sus palabras de consuelo fueron:

-" Tranquilo, sabes que siempre estoy contigo donde quiera que este, no te estoy abandonando y jamás lo hare por que eres lo más importante en mi vida, ahora tú serás quien cuide de tú Mamá en este tiempo que este ausente ya estas grande y ella necesita que la cuides "

"No te estoy abandonando y jamás lo hare por que eres lo más importante en mi vida".

Llevó mis manos a mis ojos en el momento que la palma de mis manos los tocan no aguanto más y las lágrimas inundan mis ojos dejó que salgan sin detenerlas a la vez emito sollozos, siento que soy un niño pequeño el cual llora necesitando a su familia y ellos no harán el mínimo esfuerzo por venir a verme tan siquiera como me encuentro ¿Cómo es que se atreven a abandonar a su hijo sin ninguna pizca de lastima? Llorar más fuerte es lo que consigo por tener pensamientos tristes, me odian y yo los amo, quiero volver a verlos, ¿Qué hice mal? ¿Qué hice para merecer esto? Yo solo quería ayuda, cariño, que me dijieran que todo estaría bien, tengo mucho miedo de que vuelvan esas almas en pena y más en esa habitación, así es, soy un llorón de 16 años de Mami y Papi abandonado en este lugar donde temo volverme loco tarde o temprano. El sueño vuelve a hacerse presente y de un momento a otro ya estoy dormido.

Gritos de dolor inundan mis oídos levantándome de golpe, observo la habitación rápidamente pero no hay nadie un pequeño suspiro de alivio sale de mi boca al saber que no son esos espíritus, los gritos no se detienen escucho un "Ayuda" Que hace eco y a causa de eso no puedo descifrar si su voz es femenina o masculina. El silencio se hace presente ¿Qué diablos le están haciendo? O simplemente ¿será que él o ella está en verdad loco o loca?.

Escucho ahora la perilla de la puerta abrirse dejando ver a la enfermera con una bandeja sabiendo que contiene comida me doy cuenta que atrás de ella están 2 Doctores ya conocidos por mi.

Me deja la comida sin ninguna expresión en su cara y ni siquiera saludar me pareció extraño pero no dije nada, luego se marchó, dejándome solo con los de blanco.

Uno se acerca con un maletín que me causa con curiosidad y el otro cierra la puerta diciendo:

-Es mejor cerrarla, no olvidemos lo que pasó la última vez- término de decir para luego acercarse junto a su compañero-

Veía con atención como sacaba una jeringa y un frasco metiendo la aguja en el, succiona con la aguja el contenido del frasco de cristal luego presiona la parte de abajo haciendo que esta suelte un poco el líquido que contiene ahora la inyección, me parece raro que no tenga el color que conozco este es diferente sin embargo pienso que es solo el color lo diferente y que tiene la misma función "Cedante" Hay algo más que me inquieta.

-¿Por qué me van a cedar si yo no lo necesito?, no estoy haciendo un alboroto y estoy durmiendo bien- pregunté confundido y empezando a sentir nervios-

-No hagas preguntas y dame tu brazo- Dice el doctor con la inyección en la mano tratando de agarrar mi mano-

Retrocedo ahora con miedo ese líquido no lo conozco ¿Me quieren matar? Solo me repetía que le diera mi brazo sin embargo ninguno se acercaba a mi y solo se limitaban a verme y hablarme por mi parte me negaba a dárselo resistiendome a lo desconocido de esa inyección.

-O es por las buenas o es por las malas, tú decides... -Usa un tono de voz amenazante-

-No, no se nisiquiera que tiene- espeté tratando de sonar enojado aunque tengo mucho miedo y estoy alerta-

-Deja de complicar las cosas y ya dame tú brazo- Sigue con el mismo tono amenazador y yo negandome-

El otro doctor llamá la atención diciendo:

-Será mejor que lo hagas por las malas, recuerda que estamos escasos de tiempo tenemos que ir a ver a la Joven Hiatsu.

Camina hasta acercarse lo suficiente para tomarme de los brazos, el utiliza mucha fuerza siento como la aguja penetra mi piel y el líquido recorre mi cuerpo.

No se quedan ahí más tiempo y veo que se dirigen a la puerta dejándome tirado preocupado e histérico por no tener idea de que está ahora en mi cuerpo.

Siento mi cuerpo extraño, mi cabeza comienza a dar vueltas, veo doble la sensación es extraña pues estoy relajado aunque no puedo moverme como quiero, ¿Estoy drogado?

La puerta se abre y con mi visión aún extraña observo a ¿Doctores? No tengo idea cada vez veo más borroso, me agarran de los brazos yo nisiquiera trato de liberame creo que me siento ¿bien?, me llevan por los pasillos y escucho gritos, no entiendo absolutamente nada y no logro fijar mi vista, no tengo control sobre mi, siento como me amarran a una camilla de manos a pies.

Manicomio Del TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora