Capítulo 5

285 20 1
                                    


Flashback

-¡Sueltenme! -Decía forcejeando-

-Tranquilo chico -trata de calmarlo un guardia de seguridad-

¡Mamá!, ¡¿Por qué maldita sea me haces esto!?

-Escuchame bien, acá es donde perteneces como loco que eres, "Veo personas muerta" -decía su madre imitandolo con voz chillona-

-¡No estoy loco!, ¡Mamá!, ¡¿A dónde vas!? -Forcejeaba aún con lágrimas en los ojos -¡Mamá!

Veía como su madre salía de ese lugar dejándolo solo con los guardias.

Sora
A partir de ese momento mi vida se convirtió en un completo infierno.

Frío... Frío es lo que se siente en la habitación las paredes blancas a veces me causan claustrofobia, el espacio no es tan pequeño pero tampoco es grande, la cama es dura y fría prácticamente toda la habitación es blanca hasta la cama la puerta color gris tiene una pequeña ventana de cristal transparente donde se asoman los doctores o enfermeros observando lo que hago cada 2 horas están ahí, estar acá es un maldito dolor en las entrañas llevo una semana en este lugar solo quiero salir corriendo creo que ahora verdaderamente me estoy volviendo loco, la habitación es completamente vacía excepto por la cama recuerdo haber gritado muchas veces hasta desgarrarme la garganta o que los enfermeros llegaran y me cedaran por las noches es peor, lloro de miedo, de impotencia, de rabia. Ciertas veces escucho lamentos y gritos que me causan temor sin duda esto es ya no puede ser peor.

-Buenos días joven Yuyama.

Escuchó una voz femenina haciendo que me remueva en mi cama para luego abrir con pesadez mis ojos e incorporarme mirando a la dueña de la voz siendo esta una enfermera, ella me deja mi desayuno en una pequeña bandeja color metálico y me dispongo a comer.

-Por cierto hoy es la última noche que duerme en este lugar.

Confundido la miré a los ojos dejando de comer.

-Pasará a otra habitación, ¿entendido?

No muy convencido asentí, luego la enfermera se despidió saliendo de la habitación cerrando la puerta con llave, cuando se alejó lo suficiente hize la comida a un lado, salté de la cama poniéndome de pie sintiendo lo frío que está el suelo hice una mueca y un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo que ahora tiene frío, camino a pasos apresurados hacia la puerta ignorando mi nuevo cambio de temperatura corporal. Agarró la perilla girandola e inútilmente trato de abrir pero sigo intentando girando y jalandola varias veces con la esperanza de que se habra y escapar, la desesperación y frustración me invaden entonces pateó con todas mis fuerzas la maldita puerta que para mi es de hierro pulido en forma de puerta.

Sigo pateando esperando que por un milagro sea tumbada al suelo, mi pie comienza a doler y me detengo cansado y jadeando por el esfuerzo. Sentado en el suelo espero que el dolor cese.

-Demonios...

Mascullé entre dientes por el error que acabó de cometer si el personal médico escuchó el ruido que hice tendré que lidiar con ellos estoy seguro que escucharon todo o al menos que estén sordos ruego por que no vengan pero la mala suerte está de mi lado. Pasos hacían eco cada vez más cerca y no es una persona por las voces hablando entre sí, mis nervios crecen al notar como el ruido de la llave siendo metida y girada abriéndose la puerta solo no quiero ver la jeringa que contiene ese líquido que me hace dormir entraron 3 personas y me alivia un poco saber que ninguno tiene ese puntudo objeto.

-¿Se puede saber que le pasa joven Yuyama?

Su tono de voz era molesto como la expresión de su cara aunque los otros 2 también se miraban molestos. Mi vista se dirigió a la puerta, ¡Esta abierta! ¡Lo esta! Con emoción y miedo los miré "Voy a tenerlos distraídos" Es lo único que puedo hacer pero mi cuerpo y parte de mi mente mucha parte me dicen que corra sin importarme que me sigan.

-Joven Yuyama ¿Está usted escuchando al doctor Kimura? -Pregunta molesto otro de ellos-

-S-si, lo siento... -Respondí apenado bajando un poco la cabeza-

-¿Qué fue ese alboroto y que hace en el piso? -Hace otra pregunta el mismo sujeto-

-Y-yo s-solo... -Tartamudeo-

Tengo que pensar en algo ¡pero ya! Miré mi cama y la idea llegó a mi.

-Hay una rata que se metió en mi en mi cama y son mi mayor fobia -mentí y trate de sonar asustado-

-¿Una rata? niño acá no se pueden meter esas cosas.

-¡Por favor!, ¡se está moviendo! -Señalé nuevamente mi cama-

2 de ellos se acercaron a la cama investigandola y examinandola miré al otro cerca de la puerta y ya no soporte más, me levanté dispuesto sin ninguna duda a salir de ahí corrí pasando la puerta lo más rápido que podía escuché como me gritaban que me detuviera, sin importarme nada solo pensaba en esconderme y buscar una salida la adrenalina me impulsa en estos momentos a pesar de que me siguen yo solo me dispongo a correr por los pasillos esperando encontrar la salida que es entrada de este infierno.

Estoy por llegar a una puerta grande abierta que se logra apreciar un jardín es perfecto para escapar pero...

-¡Cierren la puerta! -Gritá alguién-

La puerta rápidamente se cierra y no veo alguna otra salida o lugar donde meterme asustado trato de abrir esa puerta casi al instante unos brazos me agarraron con fuerza impidiendo mi movilidad desesperado por soltarme intenté patearlo no funcionando grité por la maldita aguja en mi vena y sentí el líquido fluir el sueño me inunda y poco a poco me siento caer en un profundo sueño pero alcance a escuchar lo que decían.

-Tiene que ir ya a las habitaciones resguardadas nos da muchos problemas.

-Claro lleva 1 semana ya es hora de ideemos que a haremos con él.

-Preparen la habitación del chico.

Manicomio Del TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora