-¿Lo has preparado todo?- dijo Alba mientras miraba por la ventana
-Déjale tranquilo, no es algo sencillo de componer y menos con la presión que tenemos en estos momentos- dijo Erwin apoyado en la puerta de la habitación- Eres consciente de lo que estas a punto de hacer, ¿verdad, Dawen?
Dawen se limitó a seguir escribiendo sus sentimientos en aquel trozo de papel color ámbar, denotando el tiempo que hacía que no se utilizaba. Solo podía recordar su sonrisa y so forma de hablar. No sabía cómo continuar aquellas palabras, pero sí podía recordar todo el tiempo que pasaron juntos hasta que sucedió la tragedia. Pero, a pesar de todo ese camino, no podía parar de pensar en ella y en un futuro donde ambos pudieran vivir juntos. Un futuro que soñaron juntos bajo la luz de las estrellas, aunque en esos momentos ninguno de los dos lo sabía. Todos los recuerdos, juntados en aquel trozo de papel gastado
Alguien tocó la puerta detrás de Erwin, quien se alertó y sacó su espada para defenderse.
-¿Quien osa entrar en la cueva del dragón helado?- dijo Erwin, atento a la respuesta
-Aquel con el corazón de fuego- dijo una voz femenina al otro lado de la puerta
Erwin abrió la puerta y se topó con Jess. Ambos se abrazaron antes de que Jess entrara en la habitación.
-¿lo ha acabado ya?- pregunto Jess en voz baja
-Aun sigue socavado en sus...
Entonces Dawen se levantó de su silla, en silencio, dejando la pluma encima de la mesa. Todos miraron con expectación aquel trozo de papel que sujetaba con ambas manos
-Supongo que esto debe ser suficiente-dijo Dawen sonriendo
Todos le acompañaron y fueron a la mesa para acabar lo que habían empezado. En mitad de la mesa, habían unas rosas envueltas con papel dorado, envueltas en un lazo rojo done pensaban atar la nota para completar aquel obsequio. Cuando lo acabaron, todos sonrieron y se miraron los unos a los otros.
-Esto es una cosa de locos- dijo Erwin abrazando a Dawen
-Esto podría ser el final de todo lo que conocemos- dijo Jess mirando las rosas detenidamente
-Por eso estamos aquí reunidos- dijo Alba mirando al techo- Incluso Roxelio
Todos miraron hacia abajo, cómo si algo les faltara en aquella sala.
-No hay tiempo que perder- dijo Erwin- Los de la Orden podrían estar cerca. Tenemos que sacar a Dawen de aquí
-Ya he abierto un camino hacia las afueras- dijo Jess seriamente- El resto del camino os toca a vosotros- dijo mirando a Dawen y Erwin.
Todos se despidieron entre abrazos y sonrisas, mientras Dawen sujetaba aquel ramo de flores como si le fuese la vida en ello. Después de las despedidas, Jess les miró con un poco de tristeza y preocupación. Erwin le sujetó el hombro y alzo su mentón con su índice
-Volveremos- dijo con una sonrisa y alzando el pulgar de la otra mano
Jess no dijo nada y asintió con la cabeza con una sonrisa.
Las luces de las calles alumbraban los pavimentos de piedra de la ciudad. Solo habían dos encapuchados rompiendo el silencio de la Ciudad. Uno de ellos indicaba el camino al otro y se movían entre las sombras que proyectaban los faros. Ambos se detuvieron en un portal al ver una patrulla de guerreros montados a caballo en dirección opuesta, pero ninguno de ellos se detuvo.
-Hemos tenido suerte- dijo Erwin apartando un poco la capucha para ver a los guerreros- no había ningún General entre ellos. Tenemos que darnos prisa.
Al hundir una piedra de aquel portal, un pasillo se abrió delante de ellos: su "salida de emergencia"
-Después de cruzar esta puerta, no habrá marcha atrás. Es un todo o nada.
-No hace falta que me lo digas mas veces- dijo Dawen sacándose la capucha- Acabemos con todo
Y dicho esto, ambos se sumergieron en aquel abismo de oscuridad, viendo como la puerta por donde habían entrado se cerraba lentamente.
Su pasado se cerraba con aquella puerta y su presente solo se centraban
En aquellas rosas.
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Flores Para Ainara
Fantasy"Ya no había marcha atrás. Todo se decidía en aquel momento, en aquel instante, con aquel gesto. Todo lo que conocían cambiaría por completo: la jerarquía que oprimía a los débiles sin remedio. El mundo donde los mas fuertes eran los que lo dominaba...