Meneo la cabeza por décima ocasión en lo que va de una hora, frunzo el ceño con dirección a Cam y Stay que no paran de parlotear sobre el trío de chicos.
Cierro los ojos fuertemente y entierro mi cabeza entre mis brazos en el escritorio, y luego tapo mis oídos.
-¿Qué te parece?- preguntan al unísono haciéndome sobresaltar. Dudo antes de hablar.
-¿De qué?- pregunto, y veo sus miradas asesinas posarse en mí.
-¿No nos pusiste atención?- pregunta Cam en un gruñido.
-No.- Admito esperando el golpe.
-Demonios.- Murmura Stay mientras golpea su frente con la palma de su mano y se recarga en el ropero.
-Lo siento.- Miento.- Pero no escuché porque no me interesa.- Sonrió.
-¡Agárrame que la mato!- gruñe Cam mientras se deja ir sobre mí, Stay la detiene un instante antes de que pueda hacerme daño y suspiro aliviada.
-¡Por lo menos disimula!- grita Saty mientras suelta a Cam, que ya se ha calmado.
-Lo siento.- Repito.- Trataré de mentir más a menudo. Ambas gruñen en mi dirección.
-Maldita sea.- Murmura Cam.
-Está bien.- Me doy por vencida.- Díganme que planearon.- Ambas sonríen.
Me siento en la silla y dejo mis brazos sobre el escritorio, volteo mi cabeza hacia las chicas esperando a que me cuenten. Ambas se quedan calladas un segundo y luego sonríen y se ven entre sí.
Cam toma la iniciativa y se sienta en el borde de la cama, alisa nerviosamente el cobertor morado con flores blancas y ríe ruidosamente.
-Stacey hablará mañana con Xander, pondrá de pretexto que están juntos en voleibol e intentará ligárselo, cuando vea que él ha caído por ella, le confesará que lo ama.- Sonríe como el gato risón de Alicia en el país de las maravillas y doy un brinco de la silla.
-Estás loca.- Murmuro.- Eso jamás funcionará.
-¿Tan mal estoy?- pregunta apenada, pero no, realmente no lo está. Su cabello es muy bonito, me gustaría tenerlo igual o algo parecido. Su piel olivácea me hace querer tocarla a cada momento, y su lindo rostro me hace envidiarla. Envidia de la buena, claro. Sonrío. Ella no es fea.
-¡Claro que no!- exclamo horrorizada.- Simplemente que así no funcionan las cosas, debes hacerlo bien, que sea el quien dé todo por ti.- Digo y ellas carcajean.
-Oh, pequeña e inocente Miranda.- Se burla Cameron.- Las cosas ya no funcionan así, no desde hace algún tiempo. ¿Dónde has vivido estos últimos siete años?- se burla.
-Bueno.- Suspiro.- Las cosas deberían ser como antes.
-Debería.- Interviene Stacey.- Pero no lo son.
-En ese caso.- Dudo.- Creo que tu plan puede resultar.
Ambas sonríen y se acercan a mí para unirnos en un enorme abrazo grupal. Las suelto y me dejo caer plácidamente en la cama de Stacey, cierro los ojos y me acomodo boca abajo, observándolas fijamente a ambas.
-¿Tu que harás, Cameron?- pregunto mientras ésta se emociona.
-Rocky está en mi club de lectura.- Dice como si fuera obvio.
-¿Y esto es importante por qué…?
-¡Le pediré consejos sobre libros! Duh.- Hace una mueca extraña mientras saca su lengua para acentuar el “Duh” y sonrío.
-Bueno, podría funcionar.
No pienso que suceda, de hecho, no creo que a ninguna de las dos les funcionen sus “tácticas” pero ellas saben lo que hacen, o por lo menos fingen hacerlo.
Me observan con unas enormes sonrisas en sus rostros y se miran entre sí, asienten antes de acercarse a mí y retrocedo en el colchón.
-¿Qué están tramando?- pregunto asustada.
-Ya sabemos cómo enamorarás a Logan.- dicen a la vez.
-¿Cómo?
-En biología, finges desmayarte y él te llevará a la enfermería, se enamorarán y vivirán felices para siempre.- Cam suena segura.
-¿De dónde lo sacaste?- pregunto- ¿De crepúsculo?
-Algo así.- admite bajando la cabeza.
-Eso no sucede en los libros.- murmuro.- No en la realidad.
-Invítalo a ver un partido de futbol.- sugiere Stacey.
-No me gusta el fútbol.
-¿Por qué no?
-Me emociono demasiado y no le entiendo nada.
-Oh.- murmuran.