Cameron pone la mano sobre mi hombro mientras Stacey se siena frente a mí en la cama, pone la mano sobre la mía y me da una leve sonrisa, ni siquiera intento devolvérsela, sé que solo saldrá una mueca horrible, así que solo bajo la cabeza.
-¿Eso te dijo el desgraciado?- pregunta Cameron enfadada.
-Si.
-¡Ese hijo de su madre!- exclama Cam frustrada.
-Siento que hay una razón para esto.- dice Stacey pensativa.- una buena razón para esto.
-¿Y cuál sería, según tú?- pregunto
-No lo sé, pero debe de haber una.
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
Cuando las chicas se van a sus casas, me quedo encerrada en mi habitación mientras termino mis tareas y limpio todo. Mamá está trabajando igual que mi padre, así que estoy sola ahí.
Después de un rato, mi celular suena, observo la pantalla y un número desconocido aparece en esta, indicando que me ha mandado un mensaje, así que lo abro.
“Hola Miranda, soy Logan... necesito verte, ¿podrías venir a la plaza central en media hora?”
“¿Para qué?”
“Necesito hablar contigo, es urgente… no tengo a nadie más.”
“Está bien, llego en media hora.”
Me cambio y peino para después salir mientras me maldigo mentalmente. ¿Por qué tengo que acudir a su llamado si ni siquiera le importo un poco?
Conduzco hasta el lugar, y al llegar ahí, lo estaciono para después recorrer la plaza en su búsqueda.
Lo encuentro junto a la fuente de sodas, lo veo sonreír al percatarse de mi presencia, pero su cara cambia rápido a una de tristeza infinita.
Algo está mal. Muy mal.
-Hola.- digo poniendo una mano sobre su hombro.
-Hola.- responde.- siéntate.- dice indicándome el banco frente a él.
-¿Estás bien?
-No lo creo.- dice.
-¿Qué te sucede?- pregunto.
-Me dejó.
-¿Quién?
-Daysi.- dice bajando la cabeza. Me quedo quieta, pongo mi mano sobre la suya y voltea hacia mi.
-Lo siento.- digo sinceramente. Odio verlo así.
-Gracias.- responde.
-¿Qué puedo hacer por ti?- pregunto.
-Nada.
Nos quedamos ahí durante tres horas, platicando sobre todo y nada, ignorando el tema de Daysi, simplemente siendo nosotros mismos, como si nos conociéramos de toda la vida y fuéramos los mejores amigos del mundo.
Pero no lo éramos, a penas y nos conocíamos.
-Hola.- dice acercándose una niña de al menos 5 años.
-Hola.- contestamos al unísono.- ella sonríe.
-¿Son novios?- pregunta haciéndome poner rígida al instante.
-Nosotros n…
-Si.- interrumpe Logan, logrando que lo observe con los ojos abiertos y yo patee su pierna por debajo de la meza. A estas alturas ya estábamos sentados uno junto al otro.
-¿Y se dan besos?- pregunta inocente… aunque no del todo.
-La verdad es que no som…
-Si.- interrumpe de nuevo Logan pellizcando mi pierna logrando que haga una mueca.
-¿Puedo ver?- pregunta la pequeña.
-¡No!- grito antes de que me interrumpan.
-¿Por qué no?- dice la niña haciendo pucheros.
-Maldita sea- murmuro.
-No digas malas palabras.- interviene Logan burlón.
-Lo siento.- murmuro.
-¿Entonces la besarás?- pregunta hacia Logan.
-No…- dice, y yo suspiro. Bajo mis manos de la meza y en un movimiento brusco, Logan toma mi cara entre sus manos y junta nuestros labios en un pequeño beso. Lame mi labio inferior con su punta de la lengua y junta de nuevo nuestros labios, luego se separa.
-Gracias.- dice la niña sonriendo.- ¡Hasta luego!- y se va.
-Lo fulmino con la mirada por segunda vez y este se queda sentado en su lugar, tomo mi bolso y salgo furiosa de ahí.
Escucho que dice mi nombre repetidas veces, pero camino más rápido hasta llegar a mi auto. No doy vuelta a atrás, no volteo ni una sola vez.
Podría haber aceptado que me besara en cualquier otra ocasión, pero no hoy.
No cuando acaba de terminar con su novia y no sabe ni lo que hace.
No quiero ser utilizada. Ya no más.