.12.

154 8 0
                                    

Narra Emilio.

-¿Qué?- no lo creía

-Si- dijo- lo mato

-¿Pero cómo?- dije- ¿A ese punto llego tu papa?

-Emilio- me tomo de las manos- no quiero que te pase algo a ti, no me lo perdonaría nunca, si, quería besarte pero no tome en cuenta lo que pudiera llegar a pasar, simplemente, se dio el momento

-¿Dónde está tu papa ahora?- pregunte

-Está en prisión- dijo llorando

-Lo siento mucho Joaquín, no puedo creer que tu papa haya hecho al como eso- dije tomándole el rostro- ¿Por qué no quieres que pase nada entre nosotros?

-Entiende no quiero que te haga daño- dijo alterado- en este tiempo me he enterado que él tiene un cómplice, porque a veces siento que me siguen, aunque ya he pagado a investigadores para que me ayuden a saber qué es lo que está pasando

-Joaquín, nadie te hará daño- dije

-Emilio por favor- toco mi rostro- solo seamos compañeros de trabajo por favor

Como me podía pedir eso después de todo lo que paso, de todo lo que me dijo, no podía dejarlo solo sabiendo lo que ahora se, mi corazón latía mucho, quería saber mas pero no quería presionarlo, este tema es muy delicado y agradezco que me lo haya dicho, pero aquí hay un problema: me gusta, me gusta Joaquín.

-Gracias por decirme todo esto- dije juntando nuestras frentes

-Gracias por escuchar-suspiro- necesito estar solo por favor- dijo llorando

-Joaquín por favor déjame estar contigo- dije- no quiero que estés así

-Emilio, por favor- dijo

-Está bien, pero antes de que me vaya- dije mientras tomaba su celular

Puso su huella y le puse en teléfono, registre mi número y me marque para yo tener el suyo.

-Ya tienes mi teléfono, en cualquier momento me puedes marcar e iré a buscarte de inmediato

-Gracias Emilio- dijo

Me levante y me dirigí a la puerta, antes de abrirla, volví a mirarlo, su cara estaba roja de tanto llorar, nos miramos, y sabíamos que necesitábamos algo. El se levanto y fue hacia mí y yo hacia él, nos abrazamos con una intensidad.

Ese abrazo era algo mágico, sentía su piel tan cálida, el era único y no quería dejarlo ir, quería estar con él, sin importar lo que pudiera pasar, si, me aterra lo que me dijo pero aun así mi corazón me pide estar con él y el corazón nunca se equivoca...

-Emilio-dijo

-Joaquín-dije

Seguíamos abrazados, no lo quería soltar la verdad, poco a poco Joaquín se tranquilizaba, antes de irme tenía que saber si estaba bien para irme tranquilo.

-¿Ya estas más tranquilo?- dije sin separarme de él.

-si- dijo y se separo- gracias por estar aquí, aunque al principio me moleste un poco porque me seguiste, agradezco que estés aquí

Me volvió a abrazar, mis brazos rodeaban su cintura y los suyos mi cuello.

-Joaquín...-dije separándome

Lo tome del rostro, acariciando su mejilla y veía cada detalle de su perfecto rostro, hasta que mi mirada se detuvo en sus labios, con mi pulgar roce sus labios y poco a poco me iba a acercando a él, pero por dentro tenía miedo de que me rechazara, hasta que...

-Hazlo- dijo el

Mire sus ojos, estaban tan transparentes, me transmitían paz, sin más, lo bese, sentir sus cálidos labios juntos con los míos, fue algo que definitivamente quería que volviera a pasar, mientras nos besábamos abrazaba su pequeña cintura y movía mis brazos por todo su torso, pero algo dentro de mí, me decía que no quería que Joaquín era especial e importante, que no quería que fuera como mis otras relaciones, para empezar seria mi primera relación con un hombre, no, no me aterraba, al contrario, me gustaba, pero solo porque era él, Joaquín es una persona que hace todo lo que dice su corazón y eso es una de las cosas que más adoro de él, a pesar de no tener nada de conocerlo, me di cuenta desde hace unos años, su mirada es pura, transmite tanto solo con una sonrisa.

Ese beso duro mucho pero era lo más bonito que había tenido en mi vida, no se porque, pero siento que a él le pasa lo mismo, mi corazón dice que así lo sé y como dije el corazón nunca se equivoca.

Amistad LaboralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora