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Narra Joaquín.

Después de todo lo que le dije a Emilio, mi corazón estaba más tranquilo, con alguien tenía que sacar esto que tenia dentro, cuando me dijo que ya se iba, sentía quererlo cerca aun más cerca, sentirlo, oler su perfume que me mataba, cuando su mano estaba en mi rostro sabia que quería sentir nuevamente sus labios, solo pude decir una cosa.

-Hazlo- dije

Me miraba, como que quería asegurarse que yo también quisiera lo mismo, pero era evidente que quería eso, me beso, sentía todo mi cuerpo vibrar, pero no sabía cómo identificarlo, me gustaba estar cerca de él, me daba paz, tan solo verlo mi corazón latía muy fuerte, sentía su cuerpo cerca, me encantaba, sentí sus brazos en mi cintura y en todo mi torso, yo tenía mis brazos en su cuello, amo tenerlo cerca.

¿Qué? ¿Ya lo amo? No podía creer eso, muy dentro de mí quería estar cerca de él, pero por otro tenía miedo, miedo de hacerle daño.

Después de mi tiempo de estar besarnos, se despejo de mí y juntamos nuestras frentes, este beso fue especial, lo pude sentir.

-Joaquín, espero y ya estés más tranquilo-dijo

-Si- dije- créeme que ya estoy más tranquilo, gracias a ti Emilio

-Siempre estaré a tu lado Joaquín- dijo poniendo su mano en mi mejilla

-Emilio- dije

-¿Si?- dijo

-¿Me abrazas?- dije

-Claro- me abrazo- te abrazare toda la vida

Ese abrazo fue lo mejor de mi vida, sentí nuestros corazones juntos, ya éramos uno.

AL DIA SIGUIENTE

Amanecí con los ojos hinchados, se preguntaran donde estoy, estoy en el departamento, después de que Emilio se fue, no quise irme de aquí, tenía que cerrar ya este ciclo, tenía que despedirme de Tadeo para siempre, tenía que vender este departamento e iniciar en un lugar para crear nuevos momentos con las personas que quiero. Toda la noche estuve pensando en todo lo que he pasado y era la última vez que lo hacía, mi vida tiene que seguir.

Eran las 6:30 de la mañana, justo el tiempo para ir a casa, cambiarme e irme a trabajar, antes de salir del departamento me detuve en la puerta, mire el departamento por última vez.

-Adiós Tadeo- dije sacando una lágrima- adiós para siempre

Cerré la puerta y me fui al coche dirigiéndome a mi casa, después de 15 minutos, llegue y entre sin hacer tanto ruido, subí rápido a mi habitación y cerré la puerta, elegí mi ropa y me metí en la ducha, deje el agua caer sobre mi cara, quería estar fresco para el día de hoy, Salí me arregle y baje a desayunar, ahí estaba Renata

-Joaquín- dijo- ¿Estas bien?

-Si- dije- ¿En la tarde podemos hablar?

-Claro hermanito- dijo algo preocupada

-Bueno, suerte en tu día- dije- ya me tengo que ir

-Igual- dijo- te quiero

-Yo más- dije acercándome y dejando un  beso en su frente

Me fui a mi habitación para terminar y arreglarme, tomar mis cosas e irme, no fueron ni 5 minutos y ya estaba en el coche, en eso me llego un mensaje

*Emilio:

Hola Joaquín, ¿Cómo amaneciste? Bueno, nos vemos en el foro, adiós.*

Ese mensaje me alegro el día, arranque y me fui directo al foro, llegue después de unos cuantos minutos, estacione mi carro dentro del estacionamiento de la empresa, casi nunca lo hago, la verdad, pero pues hoy fue la excepción. Después me fui a camerinos, iba muy centrado en mi celular checando una cosas, sin embargo, alce la mirada y vi a Emilio con un chico pero estaban de espaldas, así que no podían verme, en eso me entro una llamada, no lo tenía en silencio ni nada por el estilo, así que evidentemente se escucho el tono de llamada y en eso vi que Emilio y su amigo voltearon, yo contesto y me puse lado para hacer como si no me hubiera dado cuenta que estaban ahí

*numero desconocido

Alo?- dije

¿Una carta?

Voy para allá ahorita mismo*

Salí de ahí inmediatamente, necesito saber que estaba pasando

Amistad LaboralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora