Te busco

blanco.

Me duele todo el cuerpo, no voy a poder subir hasta la cima de la montaña. En estos momentos no pienso bien; al ser así camino cada vez más lento. Creo que alguien me observa moviendose muy rapido pero auque lo escucho no lo veo; debería irme pero es imposible, aun así no quiero parar de caminar.

Eso pensaba pero mi cuerpo no entiende mis deciciones, aveces me caía golpeandome dolorosamente mi cara contra el suelo.

Al poco tiempo de andar empezó a llover, vi que mi sangre corría como río y sientí que estaba más cerca de la muerte que nunca. "Esa herida tan pequeña como me puede estar matando" eso era todo lo que tenía en la cabeza, por más que lo intentaba no pensaba en mi familia ni en mis seres queridos, el dolor colapsaba mi mente de pensamientos impotentes. caminé siete metros al frente invisible que se hacía cada vez mas borroso con cada paso y caí, me desmayé un segundo y al abrir mis ojos me encontré con una abundante pila de muertos, aunque no tenía fuerza para ponerme en pie, pude observar que eran miles, todos desnutridos, presos del hambre y la soledad del bosque. a lo lejos una bestia gigante caminaba, yo solo notaba su enorme sombra.

Me encontraba al lado de miles de cadáveres con diferencias notables en el tiempo de su muerte, unos ya estaban siendo posesión de la naturaleza que crecía en sus huesos y sus piernas ya eran consumidas por la tierra, otras a diferencias de los primeros eran personas recientemente fallecidos, sus pieles todavía tenían el color de la vida (no se sí eran mi mente tratando de gritar, pero podía escuchar gritos de miedo al fondo de la larga niebla que cubría el bosque.)

"Talvez no salga de aquí, si ellos no lo hicieron ¿porque yo lo haría ?" Eso fue lo que dije al rendirme, en un momento voltíe mi cuerpo en dirección al cielo y pensé en todo lo que me hizo feliz en la vida. Se que no cumplí mis sueños; pero mi vida fue felíz, di siempre lo mejor de mi, además me amó mi familia, mis amigos, ella me amó.

-a tí.

Recordé mirando las estrellas que aveces mostraba la espesa niebla, que por estos días siempre mirábamos juntos el cielo y que te decía que aunque se mostraran todas las estrellas que hay en el infinito, ninguna, en serio ninguna brillaría  más que tú. Tú me decías  que no es así, pero yo te contestaba que para mí era así. Era el mejor recuerdo para morir.

Grité
¡Gracias!

-¿a quien le dices gracias? -una voz monstruosa, inhumana y temible retumbó cerca de mi cabeza.

¿quién es? -pregunté sospechosamente añadiendo -¿eres tú el que mata a estas personas?

-tengo algo de culpa -su voz era como símbolo de muerte, -yo soy el segundo espectro del bosque, el más poderoso de todos lo seres malditos después del dragón del apocalipsis, mi objetivo es aprovecharme de la inconsciencia inútil de las personas y así hacer que mueran, para eso volví a vivir.

trataba de ver al monstruo pero no podía por la gran oscuridad que producía, solo veía sus grandes ojos rojos. Yo solo pude decir sorprendido. "Entonces estos cuerpos"

"-Estos cuerpos fueron hombres y mujeres  atraídos por drogas y locura, -decía el ser. -aquí murieron piromanos, asesinos seriales y otros más. mi función es crear ilusiones de sus mayores y extraños anhelos para que los sigan y mueran consecuentemente de hipotermia, desnutrición, asesinados por animales o por una caída fatal, yo nunca me muestro ante ellos.

-¿Iluciones? -dije pensando en que mis grandes anhelos mostrados en el bosque fueron por su causa. Continúe preguntando. -¿por ti estoy aquí?, ¿Tu me trajiste con el recuerdo de mi amada?

-mmm....no -habló con seguridad el espectro-, yo no mato a personas que tengan una capacidad volitiva plena, solo lo hago con personas que cayeron ante debilidades, para eso no fuí revivido.