°capitulo 14°

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El asiento vacío a mi lado me destrozó por completo...

Estaba ahí escuchando como la campana sonaba anunciando el inicio de clases... Y él no había venido... No se había aparecido...

Mis manos agarraban la pequeña caja dentro del pupitre... Mis ojos picaban con lágrimas que anunciaban en salir en cualquier momento si no venía...

El profesor entró y comenzó a dar clases... -como siempre- yo me sentía vacío, sentía dentro de mí unas ganas enormes de correr... Correr lejos de allí... No quería vivir...

Sentí como si fuese un golpe a mi espalda cuando ya definitivamente me convencí que no vendría... ¿Enserio era capaz de hacerlo? ¿No vendría? ¿Le habrá pasado algo?

La preocupación me invadía mientras comenzaba a contar los segundos que pasaban y que por cierto parecían interminables, llenos de gran angustia y muchos sentimientos... Un minuto interminable en donde no encontraba consuelo a mis problemas.

Decidido, tomé mis cosas y me levanté bruscamente, todas las miradas se pasaron sobre mí repentinamente, saqué aquella cajita tan bien decorada de dentro del pupitre y la llevé conmigo hasta salir del aula ante la mirada atónita de todos.

Ni bien estuve fuera del aula me comencé a agitar mientras caminaba hacia la salida del edificio. Estaba decidido, iría a su departamento, Hoseok necesitaba saber que en verdad me importa.

Salí de la escuela y comencé a correr. Corrí lo más rápido posible, pasaba por cada Callejón y cada calle principal hasta llegar a aquella casa color carmesí con un jardín lleno de flores blancas.

Entré por el jardín y toqué varias veces la puerta...

Nadie abrió...

Me sentía un completo estúpido estar tocando más de diez minutos y que nadie salga... En verdad estaba odiando este día. Era lo peor que en el mundo había visto... Me sentía frustrado.

Me rasqué la cabeza con desesperación y salí de allí, no había dónde más buscarlo, no era posible... Tantas horas planeando esto... Y no... Nada de eso había sucedido...

Me encaminé a casa... No tenía donde más buscarlo, sentía muy dentro de mí que lo había desilusionado... Sentía muy dentro de mí que mi vida ya no valía nada... De no ser por mamá... Ya de seguro no estaría diciendo esto...

Metí la llave en la cerradura y al girarla la puerta de abrió de inmediato, dejando ver a mamá allí viendo televisión en la sala.

-hola mamá...- sonreír falsamente, ni ganas de eso tenía hoy.

-que pasó... ¿no tenías clases? – preguntó.

-el profesor faltó hoy y pues... No tenía nada que hacer... Además, me siento un poco mal...-.

- ¿tienes fiebre? - preguntó preocupada.

-nada de eso mamá... Ya se me va a pasar... No te preocupes... Estoy bien...- dije subiendo las escaleras y entrando a mi habitación.

Boté mi mochila en un rincón y dejé la cajita en mi escritorio. Me eché en la cama y dejé mi celular a mi lado... Quería dormir un poco... La noche anterior me había desvelado habiendo la cajita para Hoseok.

***

Desperté al sentir que mi celular vibraba a mi lado, pesadamente lo tomé y contesté aquella llamada sin siquiera mirar quien era...

- ¿bueno? - dijo con la voz adormilada.

- ¿Park? Soy yo... Necesito que vengas ya...- dijeron a la otra línea.

-oh cierto- dije abriendo los ojos, la luz del atardecer aún entraba por mi ventana. -en 30 minutos estoy allá- mencioné.

- ¿sabes dónde es cierto? -.

-claro que lo sé... En 30 minutos estoy allá- dije y al otro lado colgaron.

Me levanté pesadamente y me comencé a quitar el uniforme, la verdad no es que me emocionada esto... Yoongi era grandioso en la cama... Pero hoy era justo el día en que no tenía ganas de hacerlo.

Me quité el bóxer e ingresé al baño, iba a ser un baño rápido, solo para estar limpio y despertarme un poco. Aún sentía mis ojos pesados.

Me terminé de bañar y me cambié. Nada del otro mundo, unos jeans y un polo, encima, un abrigo de alpaca.

Salí de casa sin hacer ruido cuando llegó del Uber y me fui al departamento de Yoongi, en verdad ya se me hacía costumbre ir a su casa cada mes.

El camino fue largo, estuve metido en mis pensamientos, miles de cosas me pasaban por la cabeza, estaba lleno de dudas y de unas grandes ganas de llorar... Enserio que tenía ganas de tirarme al suelo y llorar hasta más no poder... Pero me daba cuenta y... No caían las lágrimas...

En verdad extrañaba ser ese ser sin preocupaciones, lleno de vida y energía, capaz de asumir cualquier reto... Pero a veces la vida te daba dos patadas en la misma culata... Y solo queda ser fuerte y seguir adelante...

Sus pensamientos se fueron cuando llegué por fin al departamento de Min Yoongi. Pagué el Uber y salí del auto para tocar el timbre del departamento.

Abrió un Yoongi con una sonrisa enorme y una cara llena de felicidad.

-oh venga pasa... Pasa... Te estábamos esperando- dijo todo entusiasmado...

- ¿estábamos? -

-lo sabrás cuando entres... Pasa... Pasa...-

Pasé dudoso y escuché la puerta cerrarse detrás de mí. Dejándome ver una sala llena de decoraciones, llena de globos y una barra que quizás estaría llena de tragos.

-bien... La razón por la que te llamé es porque hoy es un día muy especial para alguien en mi vida personal y quiero que tú seas el encargado de cumplirle sus sucias fantasías sexuales-. Yo solo asentí ante esto. Después de todo, ese era mi trabajo...

Me hicieron subir a una habitación del segundo piso y me acomodé ahí, me quité el abrigo y me eché en la cama, esperando al "invitado".

Me dijeron que llegaría a las 7 y aún eran las 5 de la tarde... Me sentía aburrido así que maté el tiempo practicando lo que haría con el invitado.

Y cuando llegó la hora, abajo estaban en una fiesta que poco se escuchaba ya que aparte de estar en el segundo piso, estaba encerrado en una habitación.

Solo me eché sensualmente cuando escuché que abrieron la puerta, dos siluetas se asomaron por el marco de esta, uno era Yoongi y el otro era el invitado.

Yoongi prendió las luces... Y dirigí mi vista directamente al rubio que estaba a su costado. Sintiendo como mi cuerpo se paralizaba.

Just One Day... |HopeMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora