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Suspiré. Estaba en la escuela.

Lo único bueno de todo esto, es que SooBin ya no se me acercaba. Lo malo, JiMin ya no era mi novio.

Por supuesto que estoy triste, JiMin era muy lindo, asombroso...¡Lo extraño!

Pego mi cara contra el escritorio de mi puesto.

—¿Pasa algo, JungKook?— Pregunta la maestra preocupada.

—¿Puedo ir a la enfermería?

—Claro, adelante.

Salgo del salón y en vez de ir a enfermería, voy al baño y dejo que todas las lagrimas que estuve conteniendo por fin salieran.

Me veo muy estúpido, siempre criticaba a las personas que lloraban por su pareja y véanme ahora aquí a mí, llorando como un maldito bebé.

Me observo en el espejo y mis ojos estaban rojos, con el rastro de las lagrimas en mis mejillas. Un desastre.

—Bravo, JungKook.— Me aplaudo a mi mismo —No llores por alguien, no lo hagas.

—Es el mejor consejo que puedes hacerte a ti mismo.

Me asusto al ver a la psicóloga de la escuela.

—Pensé que estaba solo.

—Es un baño, y esto no es una novela, los baños siempre están ocupados.

—Gracias por quitarme mi drama.

—Ven, vamos a mi oficina.

—No estoy loco.

—Soy psicóloga, no psiquiatra.— Yo bufo y la acompaño.

Ella saca unos pañuelos de su bata y me tiende uno.

—Gracias.

Entramos a su oficina y de su cajón saca un chocolate.

—Ten, es lo mejor que puedes comer después de una ruptura.

—¿Usted está en una relación?

—Sí, estamos casados y con un hijo.

—¿Y desde cuándo se conocen?— Digo mientras me acuesto en el sofá.

—Desde preparatoria, nos conocimos en una fiesta.

Yo empiezo a llorar de nuevo.

—JiMin y yo nos conocimos en una.— La psicóloga hace una mueca.

Party┃JiKook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora