Lirio de melocotón

272 28 9
                                    

Empalaga la miel de tus letras,

¡qué diré miel, si puedo decir cacao!;

y qué diré letras, si puedo decir borradores

de una existencia que permuta

entre tus ojos aviadores.


Los lirios no me llaman,

sin embargo, vos hacés llamas

en donde un hielo se había hecho flama

y la Luna se intercala

entre llantinas pueblerinas

de un cuerpo color escarlata.

Se había hecho polvo,

pero resurgió de la arena

y sus recortes son sosos,

pero mantiene su semblante

en un amarillo carialegre

y dos ojos como luceros

en la hermosa noche

del corazón de Venus.


El amor yace en tu cutis

de perfecta sincronía

con sentimientos de melocotón,

u otra manera de decirle

a tus mejillas arreboladas,

pintura carmín de bello glosario

donde haré una Vinalia

de tus miedos humanos.


Mi lirio de melocotón

que en realidad no es mío,

pero creemos que algún día podremos correspondernos

en amistad verdadera

o ferviente deseo.


- Storge a un lirio que nació en Venus y se crió en la Tierra. ©





Estaba inspirada para escribir poesía, pero me falta fricción entre mi lado sensitivo y mis lágrimas nunca dichas a la audiencia.

Me encantaría dejarlo en anónimo, pero necesito que sepa, así sea repentino, lo mucho que ayuda a este cuerpo color escarlata. Y no, no por la sangre; las plantas no la llevan en su organismo, pero yo me siento más animal que humana en días como estos donde solo entra frío; sino por la valentía de expresarle a los humanos que un alma jodida puede dejar su cuerpo por unos segundos y a veces, ser su mismo títere.

Ella es un lirio.

Y nació en Venus, se nota a leguas, pero nadie le presta la atención que merece por su belleza.

Esto es para vos, Lirio de Melocotón; que en realidad no sos mío y no tenés que serlo para que pueda decirte lo que me ayudás, lo que anhelás, lo que de ambas espero.

¡Visitame en la Luna!

Te quiero.

Poemario Interestelar | BlogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora