_______ no me dijo nada, solo comenzó a moverse, haciendo que mi erección se pronunciara más.
-¿Y a ti? –Cambio de tema-. ¿Tu noviecita te complace como es debido?
- No… – dije con la voz entre cortada.
- ¿Entonces?, ¿Lo haces por ti solo?
- S-si…
Me sentí un poco avergonzado, pero era la verdad.
- Pues entonces deberás seguir haciéndolo, Zayn Esta vez no estoy para tus ‘jueguitos’.
______ saco mis manos de su cintura y fue hacia la puerta de la cocina.
- Oh y deberás bajarte eso si no quieres llamar la atención – rio y se fue.
Maldije en voz baja y subí a mi antigua habitación, fui al baño y satisfice mis necesidades aunque no del todo.
Yo quería a _______, quería tenerla debajo de mí, gimiendo mi nombre.
Cuando termine de abrocharme el pantalón, baje, salí al patio trasero me acerque a Perrie.
_______ estaba con mi madre, conversando de quizás que cosa.
Cuando fueron pasadas las una de la madrugada, ______ se despidió.
- ¡Sophie!, vamos bebé.
- ¡No! – La pequeña corrió hacia mí-. ¡Con papi!
Sophie me estiro los brazos esperando que yo la cargara.
La tome y la senté en mis piernas.
- Es enserio, vamos – insistió.
- No tengo problema en que se quede conmigo.
- Zayn… -susurro Perrie, en un tono molesto.
- ¿Qué?, enserio, tu ve a casa yo me llevo a Sophie.
- Amm…
- ________.
- Okey.
________ se acercó a Sophie y le dio un beso.
Después de que se fue nosotros hicimos lo mismo.
Me despedí d mi madre y de todos allí.
Salimos de la casa y subimos al auto.
- ¿Podrías tenerla? – le pregunte a Perrie.
- Si – dijo no muy segura.
Se la entregue pero ella comenzó a hacer pataletas.
- Venga, dámela.
No podía ponerla atrás por miedo.
Así que solo la senté en mis piernas, con el cinturón cruzado para que la sujetara mientras yo conducía.
- ¡Run, run, run! –gritaba ella mientras tomaba el manubrio e intentaba manejar.
- Tranquila –reí.
Mire a Perrie quien iba mirando seria por la ventana.
- Al parecer no te ha gustado la idea de que trajera a Sophie.
No me dijo nada.
- Sé que no te gustan mucho los niños pequeños, pero es mi hija, Perrie, cuando me conociste lo sabias.
- Lo sé pero está muy pegada a ti.
- ¿Estas celosa de una bebé?
Esta vez tampoco me respondió.
- Tomare eso como un sí, no puedo creerlo, es estúpido.
No hablamos más hasta llegar al edificio.
Deje el auto y subimos a nuestro piso.
Cuando estuvimos adentro, lleve a Sophie a la habitación de huéspedes.
- ¿Vas a dormir aquí? – le pregunte.
- ¡Sí! – me respondió emocionada.
Solo reí y la deje en la cama.
No tenía piyama así que solo la acosté con la blusa que traía.
- Buenas noches mi vida.
Estire mis labios y ella hizo lo mismo, la bese y prendí la lámpara del velador.
Fui hasta la puerta y le apague la luz.
Cuando fui a mi habitación vi a Perrie ya acostada.
Me saque la ropa y me puse un buzo, una sudadera y me acosté cayendo de inmediato en el sueño.
No sé que horas serian cuando escuche a alguien llorar, estire mi mano hasta el velador y tome el celular y vi la hora, 3:30.
- Mierda, ve a ver qué le pasa… - dijo Perrie.
Corrí hasta la habitación de huéspedes y vi a Sophie sentada en la cama llorando.
- ¿Qué pasa preciosa?
Abrí las sabanas y me recosté junto a ella.
Se acercó a mí y siguió sollozando acorrucada en mi pecho. Me enternecía verla así, ella se sentía protegida junto a mi y eso me hacía creer que a pesar de todo era un buen padre.
De seguro había tenido un mal sueño y por eso había estado llorando.
No podía ni siquiera preguntarle pues ya se había dormido nuevamente.
No quería levantarme y no lo haría. Iba a quedarme junto a ella.